Los barquenses afrontaron la lluvia y el viento en su desfile de Entroido

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photo_camera Los pingüinos se aclimataron bien a la lluvia.

O Barco fue uno de los pocos concellos que mantuvo el programa fijado para la fiesta, a pesar del tiempo inclemente

En la tarde de ayer, llovió sobre O Barco; también hizo viento. No es que diluviase, pero sí cayeron bastantes gotas de lluvia sobre la villa. También sobre las comparsas que participaron en el desfile del Martes de Entroido. El Concello no varió un ápice el programa que había elaborado inicialmente y que, salvo pequeños matices, se repite año tras año: salida desde las inmediaciones del Hospital Comarcal Valdeorras y final en la Praza Maior, escenario de la fiesta posterior. Los participantes se sumaron al reto municipal y durante todo el desfile bailaron y cantaron sobre el recorrido por las avenidas de Marcelino Suárez y Condesa de Fenosa.

Con los sones de las músicas propias de los días de carnaval como música de fondo, muchos de los participantes se protegieron de la lluvia con paraguas. También pudo verse cómo los integrantes de las comparsas con trajes llenos de cintas se peleaban con el viento que, por momentos, sopló con intensidad.

A pesar de todo, hubo "festa rachada" en el centro de O Barco. Una multitud se enfrentó al temporal y salió airosa.

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