ESPAÑA

Cae una red que distribuía la adictiva droga shabú en Madrid

En ocasiones la vendía a domicilio y siempre en pequeñas dosis, a las que los traficantes se referían como "cerdo" o "bultos" y cuyo precio oscilaba entre los 20 y 200 euros.

La Policía Nacional ha desmantelado, con la detención de 29 personas, un grupo organizado dedicado a la distribución de la adictiva y peligrosa droga shabú en Madrid, donde la vendían en pequeñas dosis en pisos en los que también se podía consumir, ha informado hoy la Dirección General de la Policía.

La red compraba periódicamente esta metanfetamina, que es muy adictiva y causa períodos de euforia seguidos de depresión, a ciudadanos africanos y dominicanos afincados en Fuenlabrada (Madrid) que la trasladaban a la capital desde Barcelona o Zamora.

En Madrid contaban con seis inmuebles estratégicamente ubicados que se utilizaban para vender y también para consumir, y en los que el precio de la droga se ajustaba al tipo de cliente.

En ocasiones la vendía a domicilio y siempre en pequeñas dosis, a las que los traficantes se referían como "cerdo" o "bultos" y cuyo precio oscilaba entre los 20 y 200 euros.

La operación comenzó el pasado mes de junio, cuando se supo que una organización podría estar vendiendo shabú en el distrito madrileño de Tetuán, y se identificó a los distribuidores, entre los que estaba el principal responsable de la trama.

La organización se dividía en grupos de distribución que contactaban con los proveedores de la metanfetamina para posteriormente ponerla en circulación a través de su red de intermediarios.

Cada uno de esos grupos tenía un sello que especificaba la calidad de la sustancia.

El 'modus operandi' de la red consistía en que, una vez que se recibía la llamada de un cliente, se preparaba la droga y, si no se tenía, se conseguía a través de terceros, ajustando el precio según el cliente del que se tratase.

Al inicio de las investigaciones se detuvo a tres personas que servían de correos. Dos de ellos habían sido enviados a Ibiza y Palma de Mallorca, donde fueron arrestados, para abrir el mercado de shabu en esas zonas.

El tercero fue detenido en la estación madrileña de Atocha con varios paquetes de pañuelos de papel y bolsas de comida en los que ocultaba la droga.

Finalmente, los investigadores detuvieron a los 26 implicados restantes, 24 de ellos de nacionalidad filipina, un guineano y un español.

Además se registraron cuatro domicilios -dos en Madrid capital y dos en Fuenlabrada- en los que se intervinieron 427 gramos de shabú, 52 teléfonos, 48 tarjetas de telefonía, dos pistolas, diez cartuchos de distintos calibres y diversos útiles para la manipulación y consumo de la droga.

Al llegar la Policía a los domicilios los ahora arrestados trataron de deshacerse del shabú arrojándolo por las ventanas y el inodoro, así como de sus móviles.

El "shabú" es una metanfetamina, pero no en la versión conocida en España -un sulfato que se ingiere como "cristal" o "ice"-, sino un clorhidrato que se fuma y cuyos efectos son hasta quince veces más potentes que los de la cocaína, de manera que mantienen hasta tres días eufórico y luego tres dormido, con riesgo de caer en depresión.

Así lo explicaron varios mandos policiales tras la desarticulación, el año pasado, de otro grupo dedicado a la venta de shabú en Madrid.

Subrayaron que si el shabú se consume en exceso o, en lugar de inhalarse se ingiere, pude causar la muerte.

Conocido como "la droga de los pobres", se consume fundamentalmente en Asia y en España suelen consumirla únicamente ciudadanos de origen asiático, fundamentalmente filipino.

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