CRISIS PSOE

Crónica de otro “no es no"

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante su comparecencia ante los medios
photo_camera El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante su comparecencia ante los medios

Los leales a Sánchez hablan de "golpe de Estado " ante el asombro de los críticos que trazaron el plan " a conciencia"

Del ruido del sables a la sangre en los pasillos mediaron tan solo unas horas. Y, antes, unas elecciones. No es que los malos resultados del 25-S en Galicia y País Vasco hayan precipitado el intento de cese a Pedro Sánchez, sino que el sector crítico del actual dirección del PSOE había preparado a conciencia su batalla definitiva, que se desató ayer en Ferraz con la dimisión de la mitad más uno de los miembros de la Ejecutiva Federal. 

“No hay ninguna casualidad en la campaña de acoso y derribo que le han preparado a Pedro Sánchez”, aseguran fuentes del partido en Madrid, “se trata de una operación fraguada y preparada al milímetro por los líderes, no por la militancia”. “Durante los últimos días en Madrid se han sucedido las reuniones y comidas de críticos e históricos del partido, siempre a puertas cerrada”, añaden, preparando lo que sería “la caída de Sánchez antes del comité federal del sábado”. Algo que, de todos modos, no se produjo, tras las diferencias en la interpretación del punto clave de los Estatutos.

Las explosivas declaraciones de Felipe González en la cadena SER en la mañana de ayer lanzaban la ofensiva que culminaríacon la presentación de las firmas de las 17 dimisiones de la Ejecutiva Federal que buscaban el cese de Pedro Sánchez en la tarde de ayer, y que el partido quedara en manos de una gestora, que los instigadores de la caída de Sánchez querían encomendar al presidente asturiano Javier Fernández, o bien a la número dos de Susana Díaz, Verónica Pérez.

La operación “está respaldada por El País, en cuyo comité editorial acaba de instalarse Rubalcaba hace un par de semanas”, explican fuentes socialistas, “y a la campaña también se sumó puntualmente La Sexta, como demostró García-Ferreras a mediodía del miércoles”: “Es algo inaudito, no hay precedentes del derribo mediático, jurídico y político, del intento de derribo del líder de un partido como el que estamos viviendo hoy (por ayer)”. 

En los movimientos previos a la jornada del miércoles, muchos fueron los que en público y privado llamaron a José Luis Rodríguez Zapatero a sumarse a la pinza contra Sánchez. Pero el expresidente, hábil a la hora de no posicionarse en los líos del partido desde su salida de La Moncloa, ha mantenido una cuidada equidistancia. “Al bloque de críticos le habría gustado sumarlo en su escenificación de poderío del miércoles, pero Zapatero no se dejó… por ahora; siempre ha jugado entre dos aguas”, matizan las fuentes de Ferraz.

Mientras los leales a Pedro Sánchez hablaban ayer de "golpe de estado" y llamaban a escuchar "la voz de los militantes", también en la sede nacional del PP mostraban su "perpejlidad" por el "no me muevo" del líder del PSOE y se preguntaban: ¿"Qué más tiene que pasar para que se vaya?". 

Te puede interesar