Las dosis del antiviral que recibió Romero no se habían dado en otro paciente

Es un antiviral con el que se había experimentado para curar la gripe en cantidades "muchísimo" menores

Las dosis del fármaco experimental Favipiravir suministradas para tratar de ébola a la auxiliar de enfermería Teresa Romero, ya curada, nunca se habían usado en otros pacientes con el virus, porque es un antiviral con el que se había experimentado para curar la gripe en cantidades "muchísimo" menores.

Lo ha asegurado, en una entrevista con Efe, el doctor Fernando de la Calle, especialista en patologías tropicales del Hospital La Paz-Carlos III, y miembro del equipo médico que asiste a la auxiliar, quien tal y como evoluciona no debería sufrir ninguna recaída en su estado de salud.

Favipiravir es un fármaco testado en ratones, que se encuentra en fase de ensayo, y que en Japón ha sido aprobado para tratar diversos virus, entre ellos, la gripe.

Se trata de un antiviral de amplio espectro, es decir, que se ha probado en diversos virus contra los que ha funcionado.

De la Calle ha explicado que el equipo médico que atiende a Romero calculó las dosis que habría que suministrarle y concluyó que éstas debían ser elevadas.

"Nunca se había usado en esas dosis", ha afirmado De la Calle, quien ha especificado que los facultativos han estado mirando "continuamente" los niveles de fármaco en sangre para ir ajustándolos a la respuesta que creían que había del virus.

Según ha indicado, en Francia se trató con ese fármaco a una paciente infectada que fue repatriada pero se lo suministraron "de manera más errática".

De la Calle ha sostenido que hasta lo que se conoce, puesto que es un tratamiento experimental, el Favipiravir no tiene efectos secundarios.

Asimismo, ha resaltado que la auxiliar de enfermería en un tiempo podrá seguir con su rutina habitual: "El ébola hay que aguantarlo y los poquitos que lo aguantan pueden llevar una vida normal", ha puntualizado.

Ha considerado que es "muy precipitado" decantarse a día hoy por un tratamiento u otro para combatir el ébola -Romero también fue tratada con el plasma de un paciente convaleciente- ya que parte del estudio que aún está haciendo el equipo médico se basa, precisamente, en conocer este aspecto: "Intentamos elucubrar qué ha podido ser útil, si el suero, el antiviral, si todo, si nada, si la juventud de la paciente...".

El problema en cuanto a llegar a una conclusión sobre el tratamiento más efectivo en función de las experiencias llevadas a cabo en distintos países como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia o España es que no ha habido unidad en lo que se ha hecho, ya que los tratamientos han sido distintos, incluso los pacientes se encontraban en una fase distinta de la infección, ha indicado.

De la Calle no ha concretado la fecha en la que Romero podría recibir el alta porque lo que los facultativos están haciendo es analizar los fluidos de la paciente para controlar cuándo dejan de registrar restos del virus y en función de los resultados "ir tomando decisiones".

Ha confesado que los profesionales sanitarios que atienden a Romero se encuentran "muy contentos" pero también "cansados" porque "todo ha sido muy intenso" y, además, han sido los mismos que se ocuparon de los religiosos españoles infectados por ébola que fueron repatriados, Miguel Pajares y Manuel García Viejo, ambos fallecidos.

En el caso de Romero, además, era una "compañera" que se había infectado "por haber tenido la valentía" de haberse ofrecido voluntaria para atender a los misioneros, por lo que la situación era distinta.

Preguntado sobre qué se puede mejorar de cara a afrontar posibles futuros casos de ébola en España, De la Calle ha hecho hincapié en que "si somos países ricos hay que invertir en lo útil" y se debe "cuidar y potenciar" las unidades tropicales y del viajero, entre otras cosas.

En cuanto al sacrificio de la mascota de Teresa Romero, el perro Excalibur, ha opinado que hubiera sido una oportunidad mantenerlo con vida para poder investigar siempre que no se pusiera en riesgo la salud pública.

Sobre la gestión política de la crisis del ébola, De la Calle ha preferido "guardarse" su opinión personal.

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