El operativo "Esperanza Mediterráneo" ya está preparado para recibir a primera hora del domingo a las 630 personas que van a bordo del Aquarius
Impacientes, expectantes y emocionados por poder intervenir en esta emergencia humanitaria, personal y voluntarios de Cruz Roja ya cuentan las horas que faltan para recibir a los 630 migrantes que llegarán mañana al Puerto de Valencia, tras ocho días en alta mar.
El operativo "Esperanza Mediterráneo" ya está preparado para recibir a primera hora del domingo a los 630 migrantes, 123 de ellos menores de edad, que llegarán a bordo del Aquarius, el buque Orione de la Marina italiana y la patrullera Dattilo de la Guardia Costera.
La actividad es frenética tanto en el muelle del puerto donde atracarán los barcos y junto al cual se han instalado unas carpas para que la Policía Nacional recoja los datos identificativos de lo migrantes, como en la antigua base del Alinghi, convertido en centro logístico de la Cruz Roja.
Hasta allí ya han llegado los kits de ayuda humanitaria con ropa nueva, productos de higiene o calzado que recibirán las personas al bajar del barco, junto con la "asistencia y abrazo" de los voluntarios de Cruz Roja.
Los alrededores de la zona del puerto donde está previsto que atraquen los barcos han sido blindados para evitar el acceso de personas ajenas al dispositivo, conformado por personal de Cruz Roja, Policía Nacional, Guardia Civil, funcionarios de Sanidad Exterior y la Conselleria de Sanidad, voluntarios e intérpretes, entre otros.
Además, se ha habilitado el edifico Veles y Vents para acoger a los medios de comunicación -alrededor de 700 periodistas acreditados- y una zona para que tanto cámaras como fotógrafos puedan captar alguna imagen de la llegada de los buques.
El Aquarius llegará a Valencia después de una travesía que comenzó la noche del pasado sábado, cuando recogió del Mediterráneo a los migrantes, y en su travesía han pasado por Sicilia y Cerdeña, islas de Italia, y por Córcega, de Francia, sin tener asignado en ellas un puerto.
Pablo Salvador, director autonómico de Cruz Roja Juventud, destaca que han tenido una semana para organizar el dispositivo pero están "impacientes" por ver si se va a hacer todo bien, "que estamos seguros que sí por la experiencia que tiene la institución".
"Esperamos encontrarnos gente preocupada y nerviosa pero al final habrá una sensación de sorpresa y agradecimiento, el que nos encontramos muchas veces de personas que apoyamos en ese momento, y más después de una travesía tan larga", ha dicho Salvador.
Considera que entre los inmigrantes "estoy seguro que habrá una sonrisa o intentaremos dibujársela, especialmente a los menores de edad", ha señalado para añadir que se sienten "orgullosos de poder estar aquí presentes para poder ayudar".
Uno de los aspectos más importantes de todo el operativo de Cruz Roja es la logística, y el responsable de este área, Fausto Díaz, subraya que aunque estás "expectante" de ver cómo se desarrolla la recepción, está todo "bien planificado y va a ocurrir en un recinto pequeño".
"Se trata de controlar bien los tiempos y el tráfico que vas a tener, aunque está controlado", ha dicho Díaz, quien considera que el desembarco será "tranquilo, escalonado y organizado. El tiempo de reacción en un recinto cerrado va a ser más rápido".
Díaz se ha mostrado "super ilusionado, desde el minuto uno, porque pones la carne en el asador de lo que ha sido tu bagaje profesional y sabes que estás seguro de lo que estás haciendo".
Toni Martí, voluntario de Cruz Roja desde hace 25 años y que ha participado en diversas catástrofes internacionales, ha asegurado a EFE que la llegada del barco les genera "cierta expectación", ya que ha cambiado su hora de llegada en varias ocasiones, y "nos tienen un poco en ascuas".
Según Martí, "no estamos casi acostumbrados a hacer este tipo de emergencias, ya que cuando ocurren normalmente en una o dos horas hay que hacer el trabajo" y en este caso el dispositivo montado "está muy bien y se ha tenido tiempo para poderse preparar".
A su juicio, el interés mediático que ha generado el Aquarius "puede servir para que la gente se dé cuenta de que son personas las que van a bordo y hay que tratarlas como tales, acogerlas y atenderlas".
