CONSULTA SOBERANISTA CATALANA

Los expertos ven ‘inaplazable' la reforma de la Constitución

La mayoría considera que es una respuesta adecuada al desafío soberanista lanzado por Artur Mas.

Pasados 35 años de la aprobación de la Constitución, y con tan sólo dos cambios mínimos, varios constitucionalistas consultados por Efe coinciden en que la reforma de la Carta Magna es ya inaplazable y además podría ser la respuesta al desafío soberanista de Cataluña.


CAMBIAR LAS CAÑERÍAS

El catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid Javier García Roca lo explica muy gráficamente: "Las casas, como la Constitución, hay que irlas pintando, cambiando las puertas y cuando te das cuenta hay que cambiar las cañerías".

Desde 1977, la Constitución sólo ha tenido que asumir dos cambios, uno para permitir el voto en las municipales a los ciudadanos europeos, y el segundo para introducir la llamada "golden rule" -el principio de estabilidad presupuestaria-. Pero la "arquitectura constitucional" no ha cambiado y eso es un "error grueso" para García Roca, que apunta los defectos del Senado, de un sistema parlamentario que no produce responsabilidad política y la crisis de representación que denuncian las generaciones más jóvenes.

La reforma "se tiene que producir", "cuanto antes mejor", y "no hay que rasgarse las vestiduras", insiste el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Madrid Antonio Rovira, que remarca que "la Constitución es un instrumento para garantizar las libertades y este instrumento está gastado, es anticuado".

El profesor de Derecho Constitucional de la Universidad del País Vasco (EHU) Javier Tajadura recuerda que tenemos un modelo territorial "abierto y sin terminar": "Tenemos un sistema desordenado, inestable y la reforma es necesaria para estabilizar y ordenar el país pero, de paso, puede servir para afrontar un diálogo" con Cataluña.



DAR VOZ A LOS NACIONALISMOS

Los constitucionalistas están de acuerdo en que hay que dar respuesta al nacionalismo: "Parapetarse tras la Constitución es cargarte la Constitución porque ahora mismo no ofrece legitimidad democrática en Cataluña", dice García Roca, que aboga por iniciar un diálogo en el que el consenso "vaya saliendo", según se negocie.

El catedrático de Derecho Constitucional de la EHU Javier Corcuera comparte que hay que racionalizar un modelo que no ha funcionado bien y que sería bueno que entren los nacionalistas.

Hay que hacer una oferta, amable y moderna, pero sin aceptar bloqueos, añade García Roca: "Si los nacionalistas consiguen que no reformemos la Constitución, con una especie de bloqueo, ya han conseguido lo que pretenden algunos de ellos, que es destruir el Estado", afirma.

"La Constitución no es un instrumento para hacer la realidad, sino que tiene que reflejar la realidad", añade el jurista catalán Antonio Rovira, y debe tener en cuenta realidades sociales como los nacionalismos, a los que no se puede dar la espalda.



LA VÍA FEDERAL

Después de las elecciones europeas del 25 de mayo, el PSOE llevará al Congreso su propuesta de reforma de la Constitución siguiendo el modelo federal alemán, una fórmula que defienden muchos constitucionalistas. "Yo soy federalista europea y partidaria de que los países que tienen territorios con singularidades específicas tengan un modelo jurídico racional y lo más racional que hoy existe es la federación", asegura la catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona Teresa Freixes.

En opinión de García Roca, la fórmula federal tendría una legitimidad importante: "Hay que ver qué tipo de federalismo, pero avanzar hacia una construcción federal es la única alternativa porque no hay otra en Europa ni en el mundo". Tajadura opina que una reforma federal que clarifique las competencias del Estado y las autonomías y asuma la singularidad de Cataluña a efectos de la regulación en materia de educación, cultura y lengua, podría servir para "recuperar" a CiU. "A cambio de eso que se olviden ya del derecho a decidir" porque se les está ofreciendo un "salvavidas", concluye.



EL MODELO CANADIENSE

El paralelismo entre Cataluña y la fórmula canadiense en Québec, que ha celebrado un referéndum de autodeterminación en dos ocasiones, no es visto como tal por todos los juristas.

Corcuera entiende que Canadá, como sentenció su Tribunal Supremo, no podía ignorar que "una mayoría clara, respondiendo una pregunta clara dijera: me voy", lo que no supone reconocer la independencia, sino iniciar los pasos para "ver lo que pasa". Pero recuerda que en Canadá no hay un artículo 2 tan contundente como el de la Constitución española al reafirmar la "indisoluble unidad de la nación española". "¿Desde cuándo España y Cataluña tienen algo que ver con Canadá y Quebec?, se pregunta Freixes.



LA CONSULTA DE MAS

La opinión de los expertos es unánime: no hay salida constitucional para la consulta anunciada por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, para el 9 de noviembre.

"Legalmente no tiene ninguna salida, es un sin sentido impresionante. En ninguna cabeza jurídicamente bien amueblada cabe esto", recalca Freixes, que lamenta que se dé una imagen de que todos los catalanes están "con la banderita del derecho a decidir" cuando no es cierto. Un derecho a decidir que -asegura- "no es nada, no existe", porque jurídicamente lo que está regulado en el ámbito internacional es el derecho de autodeterminación, que "está clarísimo" que "no se puede aplicar" en Cataluña.

Depende de lo que sea el derecho a decidir, ¿es el derecho a la autonomía que ya garantiza la Constitución?, ¿decidir qué?, ¿decidir cómo y cuándo? Esas son las preguntas que se hace Rovira y que cree que podrían aclararse en la reforma constitucional.

Para García-Roca lo importante es "no poner puertas al campo", sentarse a hablar, empezar por lo más sencillo -dinero, lengua, competencias- y ofrecer un modelo atractivo, moderno y de integración en Europa, dejando lo más delicado para el final. "Un diálogo sin prisas, sin tiempo, en el que se pueda discutir de cualquier cosa, sin temor a equivocarnos" y si es preciso "se detiene el reloj" porque "si no lo hacemos ahora cada vez será peor".

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