INVESTIGACIÓN- ASESINATO

Investigan la muerte de una hija de Ana Julia, la detenida por la muerte de Gabriel

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photo_camera El padre de Gabriel y la detenida por su desaparición.

Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional reconstruyen sus pasos en España y su posible vinculación en la muerte en 1996 de una de sus hijas, en apariencia accidental, tras caer por una ventana de una vivienda en Burgos

Una hija de 4 años de Ana Julia Quezada, detenida por la muerte del niño Gabriel Cruz en Las Hortichuelas (Níjar, Almería), falleció en 1996 al caer desde una ventana de la vivienda en la que residían en Burgos a un patio interior, un caso que se cerró como una muerte accidental.

Ana Julia Quezada, de 44 años, llegó en 1995 a Burgos procedente de su país natal, la República Dominicana, y se instaló junto a sus dos hijas de dos y cuatro años -que tuvo en su país fruto de una relación anterior- en un piso de esta ciudad.

Un año después, la niña de cuatro años falleció en lo que fue considerada una muerte accidental, según han informado a Efe fuentes de la investigación, quienes han añadido que fue la pareja en ese momento de Ana Julia -que no era el padre de la niña- quien encontró su cuerpo.

Según estas fuentes, este caso se cerró como una muerte accidental.

La otra hija, que ahora tiene 24 años, continúa residiendo en Burgos.

Tras conocerse su supuesta implicación en la desaparición y posterior muerte de Gabriel Cruz, la Policía Nacional está investigando los años que Ana Julia Quezada residió en Burgos y donde trabajó durante un tiempo en una carnicería.

Entre la documentación que examinan se recoge la muerte de esta hija de cuatro años que se cerró como un accidente.

Ana Julia se marchó de Burgos en 2014 con su expareja a la localidad de Las Negras, en Níjar, donde estuvo trabajando en hostelería antes de romper su relación con este hombre y comenzar otra con el padre del pequeño Gabriel.

El cadáver de Gabriel Cruz fue encontrado en la mañana del domingo por las fuerzas de seguridad en el maletero del coche de Quezada, quien fue detenida en la localidad de Vícar durante un amplio operativo policial.

Vecinos de Las Hortichuelas han asegurado que comenzaron a sospechar de ella cuando, el pasado sábado 3 de marzo, afirmó haber encontrado una camiseta interior de color blanco del menor cuando caminaba junto al padre del desaparecido. Esa camiseta contenía restos de ADN del niño.

Con el hallazgo del cadáver, la detención de Quezada y su traslado a la Comandancia de Almería se ha puesto fin a trece jornadas de angustiosa búsqueda de Gabriel, en la que según los datos de la Delegación del Gobierno en Andalucía trabajaron 1.487 profesionales y 2.574 voluntarios. 


HALLAZGO DE LA CAMISETA

El hallazgo por parte de Ana Julia de la camiseta de Gabriel Cruz el sábado, 3 de marzo, puso sobre ella el foco de la investigación de la Guardia Civil, en la que participan especialistas en desapariciones de la Unidad Central Operativa (UCO). Ya antes hubo otros elementos que despertaron la alerta policial, por ejemplo por su incapacidad para facilitar a los investigadores su teléfono móvil.

Ana Julia vistió a Gabriel en la casa de la abuela en la Hortichuela de Níjar (Almería) el 27 de febrero, víspera del Día de la Andalucía y festivo en esta comunidad autónoma. Dentro de las primeras y protocolarias tomas de declaraciones, esta mujer aseguró que no encontraba su teléfono móvil. Poco después, informó de que había aparecido pero de nuevo alegó que se había extraviado al ser reclamado por los agentes del Instituto Armado.

A esto se suma el hallazgo de la camiseta con ADN de Gabriel. La prenda aparece cuatro días después de que fuera visto por última vez el menor junto a una depuradora a unos cuatro kilómetros de las Hortichuelas. Se trataba de la primera pista concreta sobre el niño.

Los investigadores de la Guardia Civil guardaron silencio sobre las dudas que rodeaban a este hallazgo al tiempo que recababan datos sobre la posible implicación de Ana Julia en la desaparición. El pasado viernes se le volvió a tomar declaración, aunque los portavoces de la familia insistían a preguntas de la prensa que estaban tranquilos, desvinculando a Ana Julia de la desaparición.

Los agentes no se explicaban que la prenda encontrada por la pareja del padre hubiera aparecido en una zona que había sido inspeccionada por voluntarios y especialistas por encontrarse a tan solo cuatro kilómetros de Las Hortichuelas. La camiseta interior no figuraba entre el listado pormenorizado que dieron los padres y la propia Ana Julia para ayudar en el rastreo. Tampoco parecía haber sufrido especialmente el deterioro tras días de lluvias y mal tiempo en la zona.

Ana Julia, que participó en el dispositivo de búsqueda, fue detenida este domingo al mediodía cuando transportaba en el maletero del coche que conducía sola el cuerpo de Gabriel, al que envolvió en una manta. El arresto se produjo en Puebla de Vícar, el pueblo almeriense a unos 80 kilómetros al oeste de Las Hortichuelas donde residía con Ángel, el padre de Gabriel.

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