ESPAÑA

Lara Bosch, el empresario que alzó su voz contra la independencia de Cataluña

Si por algo se definió Lara, fue por hablar alto y claro, sin rodeos ni pelos en la lengua, aún siendo consciente de la repercusión que podían tener sus palabras.

El presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara Bosch, fallecido hoy a causa de un cáncer, fue uno de los pocos empresarios catalanes que manifestaron públicamente su rechazo a una eventual independencia de Cataluña, y que incluso amenazó con trasladar su compañía ante una hipotética secesión.

Nacido en Barcelona en 1946, Lara Bosch siempre mantuvo fuertes vínculos con Andalucía, la tierra de su padre, el también editor José Manuel Lara Hernández, y él mismo se definía como español, pero también catalán, y viceversa.

Quizá por eso nunca tuvo reparo en expresar abiertamente su reticencia y preocupación por el proceso soberanista catalán, un debate que, en su opinión, ha logrado dividir a la sociedad catalana, pese a que todos saben, sostenía, que "la independencia de Cataluña es imposible".

Si por algo se definió Lara, fue por hablar alto y claro, sin rodeos ni pelos en la lengua, aún siendo consciente de la repercusión que podían tener sus palabras.

Tanto es así que Lara Bosch, una de las mayores fortunas de España, llegó a decir que su grupo editorial se tendría que ir de Cataluña si ésta se independizaba.

Meses después concretó sus palabras y afirmó que la matriz que controla el grupo permanecería en Barcelona ante una hipotética Cataluña independiente, pero que las editoriales castellanas se mudarían a otras ciudades de España.

"Yo no me iré, viviré aquí y las editoriales catalanas del grupo tampoco abandonarán Barcelona, pero a lo mejor tendré que trabajar de lunes a jueves en otro lugar", aseguró en 2012, durante la tradicional conferencia de prensa de la víspera del Premio Planeta.

Un año después concretó en una entrevista en Canal Sur Televisión que, en caso de que Cataluña se independizara, llevaría la sede de sus empresas a Sevilla, donde pensaba que lo tendría más fácil al dirigir una "industria cultural basada en el idioma" español, mientras en Cataluña el idioma oficial sería el catalán.

Recordó que su grupo es casi líder de la edición en francés en Francia, donde tiene 27 editoriales y que la sede de estas empresas está en ese país, por lo que no tendría sentido que la sede de una editorial española esté en un lugar "en el que el español no fuera la lengua oficial".

Su rechazo al proceso soberanista le llevó a reclamar en innumerables ocasiones un "diálogo serio" sobre esta cuestión al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al de la Generalitat, Artur Mas, para tratar de superar el actual desencuentro como consecuencia del proceso soberanista del ejecutivo de CiU.

Esa apelación al diálogo fue reiterada por José Manuel Lara en la presentación del último Premio Planeta, el pasado 14 de octubre, en la que opinó que Rajoy y Mas "no han sabido dialogar y solo hacen visitas protocolarias".

Consideró entonces Lara que "la convivencia en Cataluña es totalmente posible y la independencia es un mal irreparable para unos y otros y un coste que no podremos pagar", y pidió a los soberanistas que "dejen de decirnos verdades a medias, porque no me puedo creer la independencia de Cataluña dentro de la Unión Europea".

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