crónica

"No pudimos acceder al censo online; fue el único problema"

<p></p>
photo_camera Imagen de la cena del sábado en el Museu del Monjo (Vilassar de Mar). (SERGI GUBAU)

La jornada de ayer tenía previstos más de 2.315 puntos electorales en Cataluña, de los que 319 fueron clausurados. En uno de los que permaneció abierto, en el pueblo de Vilassar de Mar (Barcelona), estuvo el joven Sergi Gubau

En la comarca del Maresme, a 24 kilómetros de la capital barcelonesa, se encuentra el pequeño pueblo de Vilassar de Mar.

Sergi Gubau (20 años) es un fotógrafo natural de Vilassar. Desde pequeño ha estado involucrado en la vida social y política de su localidad, en la que ha vivido siempre. El pasado viernes, a las 17 horas de la tarde, se encerró junto a vecinos y amigos en el Museu del Monjo, uno de los cinco puntos electorales del pueblo. "Entramos antes del cierre de puertas, para evitar que los mossos precintasen el edificio", afirma el joven. Durante el resto de la tarde y parte de la noche, el grupo organizó diversas actividades culturales para "mantener a la gente concentrada y que no nos cerrasen". Ya de madrugada, los mossos entraron en el museo para pedir identificación de un responsable, pero "dijimos que no hay un solo, que somos todos, no nos identificamos y se fueron después de levantar acta", explica. Quince personas de diversas edades hicieron guardia para impedir el desalojo durante la noche del viernes, mientras que algunos de sus vecinos se acercaron para dejarles comida. Así, a primera hora del sábado ya había mucha actividad en la zona, con un "esmorzar popular" (desayuno popular) a las 9,00 horas. Durante el sábado, el museo fue escenario de diversas propuestas culturales, como el "taller de castellers", lectura de poemas o competición de bádminton. "Por la noche los mossos volvieron, nos pidieron otra vez identificación y volvieron a levantar acta de que no habían podido entrar", comenta Gubau.

La jornada del domingo comenzó con preocupación y mucha incertidumbre. "No sabíamos qué iba a pasar, y había muchos bulos circulando en la red", explica el fotógrafo. Uno de los colegios de Vilassar fue desalojado a mediodía, pero en el Museu del Monjo no hubo intervención policial. "Hubo un momento en el que creímos que venía la guardia civil e íbamos a esconderlo todo, pero fue una falsa alarma". El joven afirma que "vino mucha gente a votar desde primera hora del día, y el único problema que tuvimos fue que no podíamos acceder al censo online, obligándonos a hacerlo todo en papel".

Así, a las 20 horas, tal y como lo tenían previsto, cerraron las puertas, "pero la gente tuvo que estar concentrada hasta después del escrutinio".

Te puede interesar