La familia de Javier Soria recibe en Córdoba los restos mortales del militar fallecido en el Líbano
La ONU condenó ayer la muerte de un "casco azul" español en el sur del Líbano sin mencionar a responsables de los hechos, aunque anunció una investigación para aclarar si fue por fuego israelí o de la milicia libanesa Hizbulá.
En España, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, presidió en el Aeropuerto de Córdoba el acto oficial de recepción de los restos mortales del cabo Francisco Javier Soria Toledo, junto a los familiares del mismo, entre los que se encontraba la esposa del militar fallecido en Líbano.
El Consejo de Seguridad de la ONU, en una reunión de urgencia, analizó la cuestión durante casi dos horas y al final dio a conocer unos "apuntes a la prensa" menos formales que una declaración oficial, en los que apuntó que la muerte del militar español encuadrado en la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano se produjo en medio de un enfrentamiento armado entre Israel y el grupo chií libanés Hizbulá. El texto fue leído por el embajador chileno ante la ONU, Cristián Barros, cuyo país preside este mes el Consejo de Seguridad.
En términos parecidos se expresó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en una declaración escrita distribuida por su oficina de prensa en la que se declara "profundamente preocupado por el grave deterioro" de la situación en el sur del Líbano.
El Gobierno español informaba por su parte que la muerte del militar se produjo en un ataque israelí en respuesta a otro de Hizbulá, y dijo que las autoridades de Israel expresaron ayer mismo su disculpa por lo sucedido.
Oficialmente, distintos portavoces de la ONU sólo han indicado que se está realizando una investigación sobre los hechos, en los que también murieron dos militares is- raelíes por el fuego del grupo chií.
