EPIDEMIA

El paciente guineano aislado en Barcelona no tiene ébola

Por su parte, la religiosa Juliana Bonoha ha recibido el alta médica en el Hospital Carlos III una vez confirmado que no padece la enfermedad de ébola

La religiosa Juliana Bonoha ha recibido esta mañana el alta médica en el Hospital Carlos III de Madrid una vez confirmado que no padece la enfermedad de ébola, mientras los análisis efectuados a un paciente nigeriano aislado en el Hospital Clínico de Barcelona han descartado que esté infectado.

Tras permanecer 21 días ingresada y aislada al haber estado en contacto con el virus del Ébola, Bonoha ha abandonado el hospital poco antes de las 9.00 horas de esta mañana y "se encuentra bien de salud y animada", aunque "ha pedido expresamente que se respete su decisión de no atender a los medios, ya que necesita descansar".

Así lo ha manifestado la Congregación Misionera de la Inmaculada Concepción, a la que pertenece la monja, en un comunicado en el que agradece "al Gobierno de España y a todas las instituciones públicas" implicadas en la repatriación de la monja, así como la atención médica prestada por el personal sanitario en el Hospital Carlos III.

La comunidad religiosa también ha dado las gracias a la sociedad en general y a los medios de comunicación por las muestras de apoyo que les han trasladado y ha informado que, por expreso deseo de la monja, no se concederán entrevistas, si bien habrá una rueda de prensa el próximo lunes.

Juliana Bonoha, que llegó a Madrid el pasado día 7 repatriada de Liberia junto con el sacerdote Miguel Pajares, -fallecido el 12 de agosto a causa del virus-, ha sido sometida a varias pruebas durante los 21 días que ha permanecido en aislamiento y bajo observación en el Carlos III hasta que ha sido dada de alta.

En Cataluña, las sospechas de que un hombre de 38 años, de nacionalidad guineana, ingresado y aislado en el Hospital Clínico de Barcelona, pudiera estar infectado ha obligado a la Generalitat a activar los protocolos de actuación pertinentes.

Este paciente llegó a Barcelona el pasado 17 de agosto desde Guinea Conakry, en concreto desde una zona cercana a la que se han detectado brotes de la epidemia, según ha informado el secretario de Salud Pública catalán, Antoni Mateu.

El enfermo sufrió un traumatismo craneoencefálico del que fue atendido en un hospital guineano, por lo que ha estado en contacto con personal sanitario que trabaja en una zona cercana a los brotes epidémicos.

El hombre viajó posteriormente a Cataluña y acudió primero a los servicios de Urgencias del Hospital de Granollers ante un agravamiento de su traumatismo.

Allí se recomendó su traslado al Hospital del Valle Hebrón de Barcelona, donde presentó síntomas compatibles con el ébola que hicieron aconsejable su traslado al Hospital Clínico, de referencia en enfermedades infecciosas, e hicieron activar el protocolo por Ébola.

Desde la aparición en abril del brote contagioso en África Occidental, estos protocolos se han activado en España al menos en diez ocasiones.

Todos los casos analizados han dado resultado negativo, salvo el del religioso Miguel Pajares, que realizaba su misión humanitaria en Liberia donde contrajo la enfermedad y que murió en España cinco días después de ser trasladado en avión desde ese país africano.

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