LA INVESTIDURA DE RAJOY

Sánchez apura su decisión ante las presiones para que se abstenga o renuncie

El gran dilema para él es qué hacer ante la orden de abstenerse, porque de incumplir, se convertiría en el primer exlíder del PSOE en desacatar al máximo órgano del partido. Comparecerá este sábado para comunicar su postura

El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez va a apurar al límite su decisión sobre la segunda votación de la investidura de Mariano Rajoy de mañana ante la presión de los críticos para que acate la abstención o renuncie a su escaño antes que votar no, como le piden algunos afines.

El gran dilema de Sánchez es qué hacer ante la orden de abstenerse, porque de incumplir, se convertiría en el primer exlíder del PSOE en desacatar al máximo órgano del partido.

Esto le situaría ante la posible apertura de un expediente que comprometería seriamente sus aspiraciones de volver a pugnar por el control del partido, como está en su mente.

Los situados en la línea de la gestora creen que no tiene más remedio que "abstenerse o renunciar a su escaño", por que cualquier otra vía consideran que sería impropia de un ex secretario general.

El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig ha dicho desconocer qué paso dará Sánchez, pero ha añadido: "Sabe perfectamente lo que tiene que hacer y lo hará en consecuencia".

No ha querido pronunciarse la presidenta andaluza, Susana Díaz, quien se ha limitado a expresar su confianza en el trabajo de los compañeros del grupo parlamentario.

"Sé que en un momento difícil como éste están haciendo lo mejor posible y sé que actuarán con responsabilidad", ha afirmado Díaz.

El más contundente ha sido el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien no tiene ninguna duda de que Sánchez deberá dejar el escaño al no imaginar que pueda desacatar al Comité Federal.

"Hoy, a lo más tardar esta noche, Sánchez presentará su dimisión como diputado", ha declarado a la COPE Rodríguez Ibarra, quien ha exigido el mismo comportamiento a los otros díscolos.

El exjefe del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha opinado que no es quién para decirle a Sánchez lo que debe hacer, tras subrayar que tiene "una gran confianza" en que el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, hará una "buena labor" en su cargo.

Entre los fieles a Sánchez, los que tienen más cultura de partido le ruegan que deje el escaño antes de llevar al extremo su no a Rajoy por el temor de que la desobediencia le invalide para competir en las primarias

En cambio, otros les animan a que sea valiente, que haga primar la coherencia de la tesis que ha mantenido en los últimos diez meses y que siga con el escaño para que, en caso de retomar las riendas del partido, poder hacer oposición desde el Congreso.

"No sabe qué hacer. Cuando parece que piensa una cosa, al rato vuelve a la casilla de salida", comenta a EFE uno de sus personas de confianza.

Sánchez ha estado hoy en el Congreso para verse con algunos de los diputados del no, pero no ha querido hacer declaraciones.

Sus últimas palabras las pronunció ayer, jueves, antes de la primera votación en la que sí pudo votar no a la investidura del actual presidente del Gobierno.

"La respuesta la tendréis el sábado", volvió a decir con tono enigmático, aunque, al ser preguntado si dejará el escaño, recurrió a la ironía: "Si acabo de llegar. Ya me queréis echar...".

El ex secretario general tendría de margen hasta las 14.00 horas de mañana, sábado, para presentar en el Registro del Congreso su escrito de renuncia con el fin de que pueda ser efectivo antes de que empiece el pleno (18.30).

A pocas horas de la histórica votación en la que el PSOE facilitará con su abstención la investidura de Rajoy, sigue habiendo doce diputados que romperán la disciplina de voto.

Siete son miembros del PSC -Meritxell Batet, Manuel Cruz, Lídia Guinart, José Zaragoza, Mercé Perea, Marc Lamuà, Joan Ruiz-, que esgrimen como justificación el mandato de su Consell Nacional.

Los otros cinco son las dos independientes por Madrid, la jueza Margarita Robles y la excomandante Zaida Cantera, la aragonesa Susana Sumelzo, el vasco Odón Elorza y la gallega Rocío de Frutos.

En este caso, alegan razones de conciencia, lo que Ferraz y la dirección del grupo rechazan como vía de escape.

De Frutos ha afirmado hoy a EFE que después de comprobar durante el debate de investidura que el PP "sigue en las suyas", mantiene su desobediencia con "más convicción que nunca".

Además de estos doce y al margen de lo que haga Sánchez, el grupo de los partidarios del no podría aumentar a última hora hasta cerca de veinte, molestos porque la gestora no ha aceptado una abstención mínima de once diputados que no hubiera arrastrado a los demás parlamentarios del PSOE.

Quienes tienen casi decidido el no son Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, ambos de Baleares, una de las federaciones más leales a Sánchez y en donde los socialistas gobiernan con Podemos.

Algo más dubitativos están la extremeña Pilar Lucio, las castellanoleonesas Mar Rominguera, Luz Martínez Seijo y Esther Peña y el navarro Jesús Fernández.

Los que incumplan se exponen a ser sancionados con multas de 600 euros o, incluso, con la expulsión al grupo Mixto, si así lo decidiese el Comité Federal a instancias de la gestora o de la dirección del grupo socialista, que puede acordar además otros castigos suplementarios. 

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