Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, propuso crear un “fondo de emergencia” para la eurozona con el fin de ayudar a proteger al área monetaria de futuras recesiones económicas.
En un reciente discurso en Berlín, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha hecho un repaso de los principales tema de actualidad a escala mundial, poniendo el acento en las medidas para afrontar con garantías una futura crisis en Europa así como las consecuencias de que arrecien los nuevos vientos que traen el proteccionismo y el populismo.
Así, Christine Lagarde propuso crear un “fondo de emergencia” para la eurozona con el fin de ayudar a proteger al área monetaria de futuras recesiones económicas. En reciente discurso en Berlín, Lagarde mostró su optimismo en el futuro más inmediato al comprobarse un “crecimiento sostenido ampliamente compartido” de la economía global. Pero, al mismo tiempo, advirtió que existen “vientos fuertes amenazadores”, poniendo el foco en los dos principales asuntos que generan mayor incertidumbre en estos momentos, “piensen en el aumento del populismo y en la llamada de sirena del proteccionismo”.
Una herramienta fiscal
Para prepararse para la próxima desaceleración económica, Lagarde instó a los miembros de la zona euro a desarrollar una articulación modernizada e integrada de los mercados de capitales así como mejorar la unión bancaria y avanzar hacia una mayor integración fiscal a partir de un organismo fiscal central. En cuanto a esta última, señaló que una herramienta fiscal global tranquilizaría a los inversores, al mismo tiempo que el fondo propuesto para “emergencias” permitiría a los países de la zona del euro hacer contribuciones para ir acumulando activos en los buenos tiempos, con vistas a recibir transferencias durante una recesión. En circunstancias extremas, los países podrían obtener préstamos del fondo y pagar sus préstamos con futuras contribuciones.
Las transferencias del fondo deben estar condicionadas a que los miembros se ajusten a las reglas fiscales de la Unión y también que los países paguen una prima en los buenos tiempos en función de los beneficios que reciben en los malos momentos. Dos pasos que tendrían como objetivo evitar transferencias permanentes.
Mudanza en las finanzas
En cuanto a la banca y a los mercados de capital, Lagarde apeló a una mejora de la regulación y a una actualización de los acuerdos de supervisión para manejar una posible afluencia de empresas de servicios financieros a Europa después del Brexit. “Una de las consecuencias del Brexit es que muchos servicios financieros probablemente se trasladen a Europa en los próximos meses”. Una oportunidad para muchos países, entre ellos España, máxime si hay acuerdo para la unión bancaria. Según la presidenta del FMI, “El acuerdo sobre un programa para una garantía de depósitos común, junto con una hoja de ruta para reducir las vulnerabilidades en el sector bancario, sería un movimiento aún mayor en la dirección correcta”.
