ENTREVISTA

Alfredo Bermúdez, sobre el PXOM: "Lo peor para Ourense es no tener un plan"

photo_camera Alfredo Bermúdez.

Alfredo Bermúdez, abogado en Ourense, asegura que la ciudad tiene un gran reto: probar su ordenación urbanística

 

Alfredo Bermúdez es abogado en Ourense y en estas páginas suele escribir sobre urbanismo. La ciudad tiene en estos momentos un gran reto: aprobar su ordenación urbanística. Con la negociación política estancada es complejo concebir la ciudad del futuro. Este experto reflexiona sobre el particular y alerta en torno a las consecuencias que para una ciudad tiene carecer de una pieza básica para actuar en el presente, pero sobre todo para planificar su futuro.

¿Es consciente la sociedad de la importancia de contar con una figura de planeamiento?  

La sociedad es consciente de que un Plan General de Ordenación Municipal es algo que repercute en el futuro de la ciudad, del municipio y en la economía de todos. Por ejemplo, en el caso de Ourense, el futuro plan habrá de determinar qué facultades urbanísticas tienen los edificios que actualmente están fuera de ordenación, teniendo en cuenta que la Ley del Suelo le da un margen muy amplio. Este es un problema que afecta a muchos edificios, así que los ciudadanos seguro que estarán pendientes de si el nuevo plan opta por un margen de facultades amplio o por uno limitado. En mi opinión, la falta de aprobación se vive como una frustración, como algo que perjudica a la sociedad por la falta de acuerdo entre los que lo tienen que aprobar. 

¿Por qué la mayoría cree que un plan determina solo condiciones para edificar?   

A veces se transmite el mensaje erróneo de que un plan tiene como finalidad dar “pelotazos” y esto es muy negativo, además de no ser cierto. Un plan determina las condiciones para edificar, sin duda, pero es mucho más que eso. El plan establece también que suelo es urbano, cual se puede convertir en urbano y que suelo se tiene que proteger, entre otras muchas cosas. La principal función del plan es ordenar el suelo para que el municipio pueda beneficiarse de su uso, a la vez que protege nuestro patrimonio, paisaje y recursos ambientales.  

En la tardanza sobre la aprobación del plan urbanístico, ¿qué hay de dificultad técnica y qué de negociación política?  

 La aprobación de un plan municipal es algo muy complejo, con numerosos trámites e informes. A ello se añade que la legislación se modifica constantemente y muchas veces hay que adaptarse sobre la marcha a esos cambios. En mi opinión hay mucho de dificultad técnica, lo que es comprensible, pero lo es menos que a esa dificultad se añada la falta de acuerdo político. Los problemas técnicos se pueden salvar, los políticos difícilmente. 

¿Qué consecuencias económicas tiene para Ourense la falta de un plan urbanístico actualizado? 

Creo que son consecuencias importantes, por no decir graves. Ourense tiene pocos recursos para competir, pero uno de ellos es el suelo y el uso que se haga del mismo. Con un plan aprobado se puede crear riqueza y bienestar al transformar el suelo. El plan es la llave para muchas actuaciones sin la cual no se abrirán las oportunidades de desarrollo. Difícilmente le podemos pedir a personas o empresas de fuera que inviertan en Ourense si los propios ourensanos no somos capaces de ponernos de acuerdo en nuestro modelo de ciudad y de desarrollo. No estamos en condiciones de dejar de explotar nuestras limitadas potencialidades.  

¿Cree que se están perdiendo muchas oportunidades de inversión? 

Sí, de hecho empresas que iban a invertir lo han dejado de hacer con la anulación del anterior plan y la falta de aprobación de uno nuevo. La falta de plan elimina oportunidades económicas y en consecuencia hay menos posibilidades de empleo. También se produce la obsolescencia de algunos tejidos urbanos sin ordenación. Se puede llegar a encarecer el precio de la vivienda si hay una disminución de la oferta. Si no se crean las posibilidades para que haya desarrollo habrá empobrecimiento.  

¿La iniciativa privada no invierte porque no hay seguridad jurídica?   

La seguridad jurídica es fundamental en todos los órdenes y en el urbanismo tal vez más. La realización de una urbanización tiene un gran coste económico (urbanizar, edificar, gastos de profesionales, cesión al Concello del 10% del aprovechamiento del área de reparto, además de los terrenos para zonas verdes, viales, espacios libres, equipamientos, etc.). Un promotor invertirá solo si tiene seguridad jurídica, si no buscará otros Ayuntamientos que se la den. Pero es que la seguridad jurídica también afecta a los ciudadanos en general, porque el particular que compra una vivienda quiere tener la garantía de que la licencia de obra no se va a anular. El propio Concello necesita también seguridad jurídica en su gestión para no verse obligado a pagar indemnizaciones por anulación de un plan o de una licencia. Si no hay seguridad jurídica no hay inversiones.  

¿Es el urbanismo una fuente de conflictos judiciales?   

El urbanismo genera conflictos porque son muchos los intereses en juego y mucha su importancia ambiental y económica. La concesión o no de una licencia genera conflictos cuando la norma tiene varias interpretaciones. Que un edificio esté dentro o fuera de ordenación también crea problemas. Un ejemplo muy lamentable es que haya que derribar una casa, lo cual será objeto de un juicio con toda seguridad. Son muchos los intereses en juego y de ahí los conflictos judiciales. 

En ese aspecto, ¿es Ourense muy diferente a otras sociedades?   

Los Tribunales han optado por una aplicación rigurosa de la legislación urbanística y cualquier fallo con relevancia supone la anulación del plan. No sólo Ourense sufre las consecuencias de una anulación, también ha ocurrido en Santander, Vigo, Ibiza, Marbella, Gijón, por poner ejemplos mediáticos. En los últimos años se han anulado más de 90 planes por no realizar la evaluación ambiental estratégica o hacerla de forma inadecuada. No creo que Ourense sea algo especialmente diferente. Pero ello debe llevarnos a poner todo el empeño en hacer las cosas bien y aprobar un nuevo plan. Sería fundamental para Ourense y creo que los ciudadanos se lo reconocerían a los que lo aprobasen. Lo peor para Ourense es no tener plan.

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