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Amallada apuesta por el castaño para dar valor al monte gallego

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photo_camera Belén Arias, gerente de la empresa Amallada Internacional.

La empresa nació hace tan solo dos años, ha plantado ya 30 hectáreas de castaños en los montes del Concello de Larouco y prevé llegar a las 45, al tiempo que capta nuevos inversores

Amallada Internacional es una empresa ourensana de reciente creación (se constituyó en diciembre del 2014)y que ha decidido hacer una apuesta por el sector primario, sobre todo promoviendo la plantación de castaños para la posterior comercialización de su fruto.

El sector primario ourensano, que sufre en sus propias carnes los síntomas del envejecimiento y el abandono de los cultivos, tiene notables excepciones, como es el caso. Profesionales ya curtidos en otras actividades relacionadas con la agricultura están poniendo en valor montes del Concello de Larouco, en el oriente ourensano.

Por el momento han plantado ya 30 hectáreas de castaños, pero a principios del año que viene tendrán más de 45 hectáreas, según las previsiones que manejan sus promotores. Belén Arias, gerente de Amallada, recuerda que el primer paso fue la plantación de 15 hectáreas, pero ahora el proyecto tiene más recorrido.

En un principio, explica, “plantamos para recoger pero nos estamos dando cuenta del mercado que hay para la transformación de la castaña y tenemos varios proyectos en marcha en esa dirección”. Un primer contacto con el Concello de Larouco animó a la empresa a alquilar un monte para su plantación. El Concello sacó a concurso la explotación del terreno y Amallada consiguió la adjudicación.


La empresa ha hecho un cuidado proceso de selección de castaños para su plantación, seleccionando las tres variedades con mejor aprovechamiento: la longal (para su pelado y congelación), la variedad xudía (con la que se puede elaborar marron glacé) y la famosa (la más común, aprovechada para el consumo habitual).


Amallada Internacional ha realizado también un cuidadoso proceso de preparación del terreno para garantizar el correcto crecimiento de la planta y su óptimo rendimiento. Han hecho un pozo de 142 metros de profundidad para obtener un caudal de 5.000 litros hora y han acometido un riguroso estudio para proceder a la fertilización del suelo. 


De cara al futuro los promotores de este proyecto buscan dar un salto cualitativo para lo que no descartan contar con inversores. Belén Arias resume que “buscamos negocio y este es un mercado muy apetitoso porque la rentabilidad es bastante alta”. Amallada Internacional hace notar también que la suya “es una apuesta por el medioambiente”.

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