con prima de riego

Aniversario de la unión del viejo continente: la Europa del punto y coma

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El proyecto europeo muestra su resistencia como espacio social de referencia para todos

El pasado día 9 hemos celebrado el Día de Europa. Como nos recuerda la declaración institucional de la Xunta de Galicia, “este año se cumple el 60º aniversario de los Tratados de Roma, que asentaron las bases de la Europa que hoy conocemos, y que afianzó la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales, consolidando los pilares de un Mercado Único que acompañaría y reforzaría el proceso de integración europeo durante las siguientes décadas”. La verdad es que el espíritu del proyecto Europeo debería ser incuestionable ya que representa la unión frente a la barbarie. La barbarie de un continente que es capaz de tener en su historia referencias a dos guerras mundiales con el poder destructivo de arrasar países enteros y acabar con la vida de millones de personas unido a la destrucción de los proyectos de futuro de todos los demás.

Pero actualmente el proyecto está tocado debido a la “avaricia” de políticos locales que no tienen reparos en hacerse fotos con las inauguraciones de AVEs, carreteras u hospitales financiados por los fondos europeos pero también por la desidia de los mandatarios de Europa y de una buena parte de los parlamentarios que se “apalancan” en sus cómodos despachos de Bruselas o Estrasburgo.

Europa es un monstruo político donde la equidad y la negociación se lleva a tales extremos que el proyecto sufre retrasos y mutilaciones en bien de los avances deseados que cada vez son más difíciles y vulgares. 
A este monstruo lento y esquivo le ha vuelto a crecer su mayor enemigo, el enemigo que le corroe por dentro y que le puede destruir usando sus propias armas, la democracia, la negociación y la equidad. Ese enemigo es el nacionalismo. El nacionalismo mal entendido, aquel que presupone que la diversidad cultural y aquellos que vienen de fuera ya no solo no son bien recibidos si no que son enemigos y su discurso es incompatible con la concordia entre los países de la UE.  Y con esa filosofía Europa se muere. Se muere el proyecto porque se pone en duda sus valores fundamentales, la libertad de movimientos, el libre mercado, la solidaridad interterritorial, o el simple respeto por aquel que no es igual a uno mismo o a los estándares aceptados (aunque no sé por quién).
 
APOSTAR POR SUS VIRTUDES
Hoy ya que estamos de celebración me gustaría defender un modelo que con sus carencias y defectos es de lo mejor que Europa ha podido aportar al mundo. Algunos datos para su reflexión: Europa actualmente es el espacio económico conjunto con mayor presencia de clase media. Ya sé que la crisis ha sido muy grave y que ha provocado la pérdida de clase media en territorios como España, pero a pesar de ello Europa sigue siendo líder en este perfil de ciudadanos. Esta situación durará muy poco ya que Asia se acerca para quedarse como la gran líder. También podíamos discutir la consideración de qué clase media estamos hablando y su nivel de riqueza entre norte y sur. Pero el dato es así.

Europa es un espacio social, así lo demuestran los datos de la ONU. La mitad del gasto público social del planeta es consumido entre los ciudadanos europeos que a pesar de los recortes de la crisis. Quizá más por demérito del resto del mundo pero también por éxito de todos los europeos que defienden derechos consagrados como las pensiones, el subsidio por desempleo o la cobertura de maternidad. Europa está haciendo una apuesta decidida por la juventud y el espíritu europeo. Un buen ejemplo es el programa Erasmus un programa del que se han beneficiado más de nueve millones de jóvenes europeos, y donde España es el principal beneficiario con cerca de un millón de usuarios nacionales y siendo el país de destino preferido por parte de los europeos. 

Europa ha apostado de forma decisiva por el desarrollo de los países con peores datos económicos caso de España. Un buen ejemplo de beneficiario de fondos para la cooperación y el desarrollo es España y Galicia. Un dato, España ha recibido por fondos de cohesión 100.000 millones de euros, lo equivalente a dos planes del estadounidense George Marshall. Proyecto que ha permitido un incremento de la competitividad de la economía Española y del crecimiento desde nuestra ya longeva entrada en este grupo selecto. 

Europa no es el proyecto perfecto ni es el mejor ni es la consagración de la democracia, pero sin duda frente a modelos de reparto de poder o frente a modelos de pérdida de libertades, Europa es un modelo suficientemente bueno como para defenderlo entre todos. Y recuerden las palabras del señor Jean Monnet: “los países de Europa son demasiado pequeños para asegurar a sus pueblos la prosperidad y los avances sociales indispensables. Esto supone que los Estados de Europa se agrupen en una Federación o “entidad europea” que los convierta en una unidad económica común” y social.
 

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