Carlos Rodríguez Morante dirige una histórica clínica ourensana que ha apostado por el turismo de salud. De hecho acaba de obtener la “Q” de calidad turística, algo inédito en un hospital.
Forma parte de una estrategia empresarial clara en la que también se incluye el proyecto waterhealth, desarrollado con Caldaria, para que algunos pacientes puedan rehabilitarse en balnearios, no en habitaciones.
¿Qué significado tiene la obtención de la “Q” de calidad turística?
Es un distintivo que da una diferenciación frente al resto de destinos como turismo de salud y aparte, algo más importante: nos ha servido para adaptarnos mejor a las condiciones que nos piden los pacientes internacionales. Tenemos que saber qué necesidades tienen, qué requerimientos nos van hacer y poder tenerlos de antemano y ofrecérselos en el momento en el que estén aquí.
¿Y qué hace una clínica apostando por la calidad turística?
La verdad es que parece raro. De hecho, antes de tener la acreditación, estuvimos intentando acreditarnos en la Xunta y les sonaba raro, les chocaba, pero están con la intención de meter en ese apartado a todos los hospitales y lanzar un proyecto de turismo de salud a nivel gallego. Hay una corriente en esa dirección y España se está lanzando al mercado internacional del turismo de salud. Creemos que hay muchas posibilidades de ser un referente mundial.
¿Por qué ese esfuerzo desde Ourense para captar esos públicos de turismo de salud?
Es una estrategia empresarial por la que hemos apostado. El mercado local de la medicina convencional lo tenemos y queríamos ampliar horizontes para lograr una mayor repercusión económica de nuestros servicios, creciendo también como empresa que da un catálogo de servicios sanitarios.
¿Se apoya esa estrategia en que los usuarios cada vez dan más valor al concepto de bienestar y salud?
Todo eso influye, sin duda. En estos momentos hay una tendencia clara a hacer todo más saludable, hacer más deporte, cuidarse más, vigilar la alimentación. Está claro que hay una tendencia clara hacia los cuidados personales y la salud.
Desde hace un año mantienen una alianza con los balnearios de Caldaria a través del proyecto waterhealth. Qué valoración hace pasado este tiempo?
Hemos avanzado bastante, tenemos ya firmados con dos compañías de turoperadores especializados, uno de Rusia y otro de Inglaterra, para desarrollar nuestro proyecto. También a finales de abril vendrá un turoperador francés para llevar adelante otro proyecto con especialistas turcos en trasplante capilar. Turquía es el primer país del mundo en este tipo de aplicaciones pero en estos momentos está teniendo muchos problemas políticos y sociales que está provocando que muchos dejen de ir a ese país. Nosotros hemos llegado a un acuerdo con especialistas de ese país y un operador francés para que los pacientes de Francia vengan a Ourense y los especialistas turcos serían los que les harían los tratamientos.
¿Cómo va a plasmarse a corto o medio plazo esa alianza?
Esta es una alianza firme y esperemos que sea lo más fructífera posible para las dos empresas. Tenemos muchas conversaciones en estos momentos, pero queremos ver como funciona la iniciativa waterhealth para ver qué estrategia siguen las dos empresas.
¿Fue un descubrimiento para ustedes ver que la hidrología o la balneoterapia era un complemento importante para sus servicios?
Sí, desde luego. Cuando hablamos con Caldaria hemos visto que era un valor añadido muy importante para nuestro hospital. Pese a que es pequeño y con limitaciones, creemos que la rehabilitación basada en termalismo marca una diferencia muy importante. De hecho seguimos siendo los únicos de España que tienen este tipo de acuerdos.
¿Qué porcentaje ocupa la medicina concertada y la privada en sus servicios?
Podemos decir que sería un 75% privado y 25% concertado con el Sergas. La idea es tener cada vez menos dependencia del Sergas, que cada vez nos envía menos pacientes de sus listas de espera. Por lo tanto, tenemos que ir buscando salidas a esa situación y el turismo de salud es una muy buena opción, aunque sea muy complejo el marketing y el posicionamiento, pero tenemos que seguir con esa apuesta.
¿Qué concepto cree que hay en la sociedad de la medicina privada?
Creo que tenemos muy buen concepto de la medicina privada, aunque pueda estar sujeta a críticas por abusos en las concertaciones, lo cual no es cierto. Creemos que es un servicio de calidad y así lo dicen las encuestas que realizamos a nuestros pacientes y estamos muy contentos con los resultados obtenidos.
¿Qué plan estratégico han pensado para los próximos años?
Me gustaría que este fuese un centro más grande, incluso podríamos valorar un traslado del edificio hacia las afueras para ganar espacio. Nos gustaría también tener al lado un hotel balneario, un complejo donde todas las estructuras estuviesen prácticamente integradas. Por el momento es un deseo, aunque se habló como una opción a tener en cuenta, aunque sea muy ambiciosa. Desde luego la ubicación que tenemos es muy buena, estamos en el centro, pero no descartamos dar ese paso en el futuro.
