CON PRIMA DE RIESGO

Las cuentas anuales del Estado como alternativa real de crecimiento de la economía

Vilavella. 11-04-2017. Visita del ministro Ignacio de la Serna a los túneles del AVE en  O Espiño, Vilavella, O Cañizo. Paz

El reparto de los Presupuestos es, sobre todo, una cuestión política

Todos los años vivimos el reparto de millones destinados a las inversiones como si fuera una venta de feria o una subasta de productos en un rastro. Qué me das a cambio de un AVE o qué quieres a cambio de un voto. La negociación de los fondos destinados a inversión sigue siendo un gran caballo de batalla en una política, la española, donde la valla, el cemento y el corte de cinta, todavía se mantiene en el punto álgido del ránking de fotos políticas. Se ve que los años de crisis todavía no han pasado por la clase política de este país, al menos por una parte de ella. En el mercadeo de inversiones no se escapa nadie, y más con un gobierno en minoría, donde la suma de votos requiere de combinaciones cada vez más grandes de partidos políticos. Y donde da igual que seas nacionalista, independentista o de uno u otro lado del centro español. Todos mercadean. Y como tiene que ser, que una cosa es predicar y otra cortar cintas, “por el bien de mi pueblo”. Cuántas barbaridades se llegan a hacer por el bien común. La verdad, quitando el mercadeo propio de las negociaciones de palacio, o muchas veces palaciegas, las inversiones en infraestructuras son necesarias. 

A ningún gallego se le olvida el cambio de vida que supuso la apertura de las autovías con La Meseta, o mejoras en los puertos y aeropuertos de Galicia. La comunidad y España no podrían ser un líder mundial del turismo y ser capaz de recibir a más de 70 millones de extranjeros, más de la población de Francia o casi el doble de la población de España, sin disponer de unas infraestructuras de primera. A ello debemos sumar el potencial exportador de España que se debe en parte a la capacidad de poder mover las mercancías, por los medios de transporte, en especial los puertos. En concreto, han movido en el año 2016 la cifra de 450 millones de toneladas, casi nada. 

Es decir, las infraestructuras son necesarias, es un medio de poder facilitar la movilidad de mercancías pero también de personas, propiciando la conexión de rural y ciudades, así como de zonas ricas o pobres, que aportan un paso para la cohesión entre territorios. Aunque de este tema se podría hablar largo y tendido. Para este año Galicia se convierte en el quinto agraciado, con una inversión de 924,64 millones según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2017. Lo que representa una caída de un 32% en relación al año anterior. Dato que debemos coger con alfileres, ya que la verdad, la mayor parte no se suele gastar a tiempo y menos con las opciones de un gobierno en estado de espera electoral, como el que hemos tenido en 2016. 

Los datos globales de España reflejan dos realidades, la primera es el famoso recorte de los 5.000 millones, acordado con Europa, que afecta a nuestras inversiones de este año y la segunda, que salvo Canarias (cuyos partidos regionales, se cuchichea que han negociado con el gobierno su apoyo), todos los demás han sufrido recortes. Recorte es la palabra de moda de esta década en el país. 

La verdad es que a pesar de los recortes, Galicia sale beneficiada con la apuesta por hacer llegar el AVE al territorio. Donde la provincia de Ourense es la que tiene asignado mayor inversión (más de 400 millones de euros). Financiación que pretende solventar los problemas acaecidos en el tramo, sobre todo en las grandes obras de los túneles y a la vez con el objetivo de acercar el AVE a Ourense y a la parte de Galicia. Con estos presupuestos el AVE todavía queda lejos de Lugo, o de la comarca de Vigo. 

Al final el presupuesto no deja ser un arma donde el gobierno central marca el ritmo de las inversiones y de las acciones de gobierno. Pero la verdad es que a día de hoy más allá del AVE y otras grandes infraestructuras, el futuro de la inversión debe ser centrarse en la acción social. En este sentido con más de 210.000 parados y más de 756.000 pensionistas, el centro de la inversión debe pivotar en la inversión social. Con una comunidad de edad media de 49 años y de 48.000 dependientes esa por suerte o por desgracia debe ser la gran inversión. 

El vínculo con Europa

Una cuestión de interés cuando hablamos de inversión pública es la cifra que aporta la Unión Europea a las obras españolas. Las cifras hablan por si solas: España, desde su entrada en la Unión Europea, por la década de los ochenta, la cifra de fondos estructurales recibidos alcanza la cifra de 200.000  millones de euros, cifra equivalente  a dos veces la “famosa” ayuda americana para la recuperación de Europa tras la segunda guerra mundial. También conocido como plan Marshall. En general la inversión pública en España ha sido habitualmente la mayor fuente de desarrollo de territorios del país, inversión que nos ha permitido desarrollar un sector de construcción líder en la obra pública del planeta. 

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