Es uno de los cuarenta y cuatro trainers oficiales en el mundo de International Coaching Community, editor del Observatorio Europeo del Coaching, fundador del Instituto Ben Pensante, conferenciante sobre el coaching, negociación y dirección de personas y consultor de organización empresarial. Un profesional en continua mejora porque como indica en la entrevista, “crecer es vivir disfrutar de aprender y aplicar lo aprendido para seguir creciendo, sobre todo en lo personal”.
Usted es economista y en su trayectoria profesional abandona un sector cómodo como es el financiero para dedicarse a la gestión de personas, ¿cómo se produce ese cambio?
Cuando hablamos de sector financiero parece que siempre lo hacemos sobre números, de cómo va el Dow Jones o como se comportan las grandes cifras macroeconómicas; pero lo que realmente haces es tratar con tus clientes y con tus compañeros en la oficina. Una entidad financiera es una organización, y en ella yo dirigía personas de la mejor manera posible para que estuviesen satisfechas, quisiesen rendir y les apeteciera participar en el trabajo. Es muy importante. Y después cada uno va eligiendo su camino. A mi me gustaba la opción de explorar otras posibilidades como son los recursos humanos y el coaching en particular.
¿Un tanto arriesgado?
No, la seguridad en un trabajo para toda la vida nunca ha sido parte de mi credo, pienso que es muy natural cambiar de trabajo. Lo primero porque un trabajo seguro es algo ficticio y te lleva amarrarte, a aferrarte a él, a aceptar situaciones que no son buenas, lo que conlleva mucha infelicidad; a un ingreso seguro, pero a nada que te aporte. Yo estaba contento en la banca, pero si es verdad que pensar en estar hasta los 65 años en ese puesto de trabajo no era algo que me llenara especialmente y cuando haces algo con ilusión y quieres formarte como persona y como profesional y lo enfocas a una vocación, sales adelante.
En actualidad usted dirige el Instituto Ben Pensante, ¿a que dedica su actividad?
Desde hace ya más de diez años vengo dedicándome a dar clase de habilidades directivas y de coaching de manera profesional dentro de las empresas, aunque desde hace cuatro años damos cursos de coaching que organizamos dentro del Instituto Benpensante en el ámbito de la International Coaching Comunity, que es una organización internacional que expide certificaciones en este ámbito. Una gran parte de esta actividad está orientada a hacer cursos de coaching en Galicia, Madrid, Costa Rica o Rusia, es una forma de perpetuar el coaching que yo creo que tiene un largo camino por delante para que las personas alcancen su mejor versión y puedan dar lo mejor de si mismos; en eso consiste el coaching.
Y es mentor de estrategias de desarrollo directivo. ¿En qué consiste este proceso?
En el tejido productivo cada vez se está tratando de cuidar más lo intangible. En la pequeña y mediana empresa siempre se han fijado en como funcionan las máquinas, como son los procesos de negocio, los protocolos, los procedimientos técnicos; y todo esto ya esta muy muy trabajado; las empresas que no lo llevan bien ya no sobreviven. Ahora llega el momento en el que se necesita crear procesos humanos, crear procesos en los cuales se tenga en cuenta la motivación de las personas y como orientarlas mejor. No es una cuestión de dar instrucciones, sino que hay saber como darlas. No se trata solo de crear planes, sino de que esos planes estén vivos y que en ellos se participe de lo que saben todas las personas de la organización. Que esos planes cuenten con las capacidades de las personas que están en la organización y que también cuenten con su motivación, con que deseen participar.
¿Cómo se visualiza su rentabilidad?
En general los directivos de empresa han dado algún paso adelante y actualmente están muy pendientes de las cosas que pueden hacer en su empresa para mejorar en todos los ámbitos. Si solo miras lo tangible te vas a quedar atrás. Hoy las empresas que crean valor son las que son capaces de incorporar lo intangible.
¿Hay talento en el mundo de la empresa?
Sin lugar a duda un gran talento, si bien es verdad que el talento técnico todavía supera al talento directivo. Aunque, hoy en día, muchas personas con un gran conocimiento técnico están incorporando capacidades para poder completar su gestión directiva; y todavía aún hay patrones que se repiten bastante en un mundo empresarial muy de objetivos, donde hay personas que tienen prisa por conseguir sus metas y a veces se olvidan de que cuando creas buen entorno, si tienes personas que quieran estar contigo y trabajar contigo, se van a conseguir los objetivos de la empresa mucho más fácilmente.
¿Cuál es el secreto del éxito profesional?
Diría que el dominio personal. El ser capaz de tener ese estado en el que las cosas no son tan trágicas y puedes tener la serenidad para no contentarte con la primera opción sino a veces buscar la segunda y valorar así todas las posibilidades del ser humano.
