Los datos de un crecimiento sostenido atenúan su fuerza también en Ourense

Más de 3.000 millones de préstamos al año se negocian en la banca de la provincia de Ourense

Este mes de septiembre, además de ser el de la vuelta a “cole”, también es el mes de fin de vacaciones y de vuelta a la realidad, una realidad que empieza a tener nubarrones en la distancia. El aviso nos lo daba la lista de paro, que terminaba agosto con una subida en 132 personas (un 0,70%) en la provincia, cifra que a nivel de Galicia alcanzaba el valor de 1.012 personas, un 0,62% más. Ourense presenta una cifra cercana  a los 20.000 parados, siendo más de uno de cada cuatro de larga duración.

A nivel nacional, el paro subió en el octavo mes del año en 47.047 personas, esta cifra representa el mayor incremento en ese mes desde 2011, pero lo peor se lo llevó el registro de la Seguridad Social donde la caída alcanza los 202.996 puestos de trabajo, Según los datos publicados este martes por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, se trata de la peor cifra para este mes de la serie estadística en 10 años, el 2008, periodo donde iniciábamos la grave crisis por todos conocida.

Debemos fijarnos que, según Trabajo, en términos desestacionalizados, el paro se redujo en agosto en 2.819 personas. Es decir, que agosto es un buen ejemplo de como está la situación del mercado laboral basado en empleo temporal y con fuerte relación con el periodo vacacional y el turismo. En Ourense solo uno de cada diez contratos es indefinido.

El turismo se ha convertido en uno de los grandes motores de la recuperación económica, con grandes éxitos en los números, más de 82 millones de visitantes extranjeros, más de 150 millones de desplazamientos por motivos turísticos, o un gasto total de 87.000 millones de euros al cierre del año 2017, dejan a las claras que somos una potencial mundial en la recepción de turistas y el sector ha crecido con gran vigor en los últimos años. Pero el sector a lo largo de este año ha ido constatando una pérdida de parte de los visitantes extranjeros provocada por la estabilización de otros destinos como Grecia, Chipre o algunos países del Magreb, así como por la pérdida de competitividad del sector nacional.

Galicia está lejos de recibir los 16 millones de turistas que recibe de media Cataluña, o de los once de Baleares y Canarias. Las cifras gallegas rondan los cinco millones con la ambición de superar los seis en el próximo año santo.  En este sentido Ourense muestra un periodo de estabilización en la recepción de visitantes. Los datos hablan de dos procesos consolidados: estabilización de las pernoctaciones en cifras para el año 2017 de 977.740 para el conjunto de la provincia, pero a la vez un proceso de aumento del tiempo de estancia superando la barrera de los días de ratio (2,1). Dato que se reproduce tanto en los visitantes de la capital como de los visitantes de la provincia. Estas cifras estabilizadas, y a la espera de la llegada del servicio del AVE, nos indican un sector consolidado en la provincia pero sin grandes saltos en las estadísticas de recepción de turistas y por tanto de crecimiento de empleo y riqueza.

Sin duda la llegada del AVE mejorará esa situación, como muestran las recientes inversiones en alojamientos turísticos que podemos observar en la ciudad. Decir que Zamora, una de las últimas capitales de provincia en recibir el AVE, ha visto incrementado un 38,7% las pernoctaciones en el pasado mes de julio, fruto sin duda de la conexión con Madrid de alta velocidad.


Vientos de cola 


En los próximos meses veremos como aquellas circunstancias internacionales que tanto nos ayudaron en la salida de la crisis van menguando o incluso desapareciendo en su intensidad. Por ejemplo, el “dinero barato”, la apuesta del Banco Central Europeo y de los demás bancos centrales del mundo con la Reserva Federal americana a la cabeza de que debía “inundar” la economía de dinero a precio cero o próximo a cero para facilitar la inversión mundial se está terminando. Europa terminará el plan de bonos a final de año y la Reserva Federal parece que también. ¿Qué significa este cambio? Pues que antes su banco disponía de dinero sin coste, y por tanto podía ofrecer intereses más bajos y ahora deberá acudir al mercado a buscar el dinero para trabajar. ¿Resultado? Intereses más altos, que debilitarán la capacidad de la familias y de las empresas de Ourense para consumir e invertir y además aumentará el euribor de las hipotecas.  Es decir, que los más de 3.000 millones que se esperan negociar en operaciones de crédito en 2018 en la provincia aumentaran sus costes de valor.

El petróleo es el “otro gran culpable”. La subida tiene un efecto directo sobre la movilidad de las familias y también de las mercancías de las empresas ourensanas que venden al resto del mundo, una subida que se espera en hasta 20-25 dólares.

La evolución de la economía de Ourense está marcada por el contexto autonómico y nacional en un periodo que da muestras de una cierta desaceleración. En los próximos meses veremos cual es el grado de dicha desaceleración.

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