CREANDO MARCA

El ecosistema emprendedor: 2.268 empresas más en el sur de Galicia

Galicia, en los últimos años, ha realizado un gran esfuerzo por convertirse en un entorno amigable para el emprendedor. A lo largo y ancho de Pontevedra y Ourense podemos encontrar múltiples organismos que actualmente han asumido el papel de impulsores y acompañantes de los proyectos emprendedores

El ecosistema de fomento del emprendimiento del sur de Galicia ha dado como resultado la creación neta de 2.268 empresas en el espacio del sur de Galicia en los últimos tres años. IGAPE, Cámaras de Comercio, entidades asociativas empresariales o sociales y otros entes como pueden ser la Zona Franca han apostado por participar en un entorno cada vez más rico y complejo, creando mecanismos que allanen el camino del emprendedor, apostando por incentivos a fondo perdido o mediante la creación de infraestructuras físicas de acogida de emprendedores (para abaratar sus costes y crear entornos agradables para afrontar los problemas del día a día), caso de la red de viveros de las Cámaras de Comercio o los viveros promovimos por ayuntamientos u otras entidades públicas como el vivero del sector aeroespacial y aeronáutico promovido en Nigrán. 

A ello debemos sumar programas de acompañamiento, de mentoring o de aceleración como el caso del programa Vía Galicia o Factory Auto, nacidos del acuerdo de la Xunta y Zona Franca, y que han obtenido la consolidación de 100 empleos en 80 proyectos. La especialización es una alternativa a través de iniciativas como puede ser Conecting for Good Galicia, colaboración entre Xunta y Vodafone o de la aceleradora Galicia Open Future, en acuerdo entre el gobierno gallego y Telefónica, por la que han pasado 150 proyectos en tres años, dedicadas a la especificidad de proyectos en el campo TIC. 

Un entramado emprendedor debe ser a la vez capaz de incentivar la innovación y el desarrollo tecnológico, objetivo de programas como AgroBiotech Innovación desarrollado desde el Parque Tecnológico de Galicia que con la colaboración de la Agencia Gallega de Innovación, centra su trabajo en el sector biotecnológico. Se desarrolla en Lugo y Ourense con 11 empresas incorporadas. O del proyecto Ignicia que hasta el año 2020 y con un presupuesto de siete millones pretende ser el catalizador de 30 proyectos promovidos por procesos de investigación gallegos. 

Colaboración privada

Del sector privado podemos enunciar el proyecto Abanca Innova que nace con la pretensión de invertir 10 millones de euros en el desarrollo de nuevas empresas tecnológicas y en la que ya participan 13 proyectos. 

A la vez el entorno gallego se ha puesto como reto el desarrollo del emprendedor rural con programas específicos como el creado de la mano de la EOI (Escuela de Organización Industrial) y el Igape, que con un presupuesto de 4,8 millones está desarrollando seis aceleradoras en espacios del rural gallego como son Xinzo de Limia o Celanova y en el que ya cuenta actualmente con 139 emprendedores. Programa que se suma a los de Galicia Rural Emprende y de acción rural que con un presupuesto de más de 3 millones de euros pretenden diversificar la producción del medio rural y fijar población.  

En conjunto la administración gallega dedica 12 millones de euros a incentivar la creación de proyectos empresariales. Pero el ecosistema tiene más participantes como puede ser en caso de la Red Gallega de Business Angels, la banca tradicional como financiador de proyectos, Xesgalicia como aportador de fondos a medios específicos, o las sociedades de capital riesgo, como es el caso de Sogarpo que atiende la demanda de Pontevedra y Ourense y que ha alcanzado 698,1 millones de euros aprobados en avales en el año 2015, unido a la aportación del asesoramiento mediante la red de Mentores.  

La fundación Kauffman Foundation determina que los buenos resultados de un ecosistema se miden en su capacidad de crear grandes empresas emprendedoras con gran capacidad de creación de empleo, de atracción de capital y de presencia internacional. 

De momento nuestro sistema genera pequeñas empresas que por desgracia en el 80% de los casos cierran antes de acabar el segundo año. El perfil del emprendedor es mayoritariamente hombre con formación universitaria y que suele ser promotor de su empleo autónomo trabajando en el sector servicios. Las motivaciones son principalmente dos: aprovechar una oportunidad de mercado o crear su propio empleo por no tener acceso al mercado laboral. Los niveles de emprendimiento gallego están por debajo de la media de España pero en franco crecimiento en los dos últimos años. 

Este último punto es de especial interés ya que la presencia de la cultura emprendedora, es decir la aceptación e interés en emprender, es el gran motor de los principales puntos del planeta en emprendimiento: Silicon Valley, New York City, Los Angeles, Boston o Tel Aviv.

El ecosistema gallego, aunque con recorrido, todavía esta lejos de los logros de Madrid, Barcelona o Valencia, paradigma de la unificación y la coordinación. Y está en la coordinación uno de los problemas del ecosistema, ya que los distintos agentes y sus herramientas no son conocidos y a la vez se solapan sin coordinación y sobre todo sin un objetivo a largo plazo. A ello debemos sumar la visión del concepto del emprendimiento como algo individual sin tener en cuenta que sus beneficios repercuten en la sociedad. Pero es el miedo al fracaso, el principal freno de más de la mitad de los gallegos para emprender.

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