LA ENTREVISTA

"Es imprescindible una alianza estratégica de Ourense y Vigo"

photo_camera Patricio Sánchez, profesor de la Universidad de Vigo.

Patricio Sánchez Fernández es profesor de Economía Financiera y Contabilida de la Universidad de Vigo.  Es subdirector de GEN (Governance and Economics research Network) y también subdirector del Foro Económico de Galicia. Ha realizado múltiples trabajos y análisis sobre la economía gallega, con especial acento en el sur, Ourense y Vigo. Vigués de nacimiento, ejerce sus labores docentes en la Facultad de Empresariales de Ourense, un campus al que defiende y sobre el que hay tópicos negativos.

¿Llegó al campus de Ourense en el 2000 y qué impresión recibe?
Llegué a un campus que solo conocía de referencia y llegas a lo que entonces se conocía como campus periférico. Pronto te das cuenta de que eso no es así, que no se corresponde con la realidad de un campus de la periferia, sobre todo por la imagen de marginalidad que eso pudiese suponer. Me encontré con un campus potente, ya entonces y hoy lo es mucho más.


¿Traía de Vigo tics o conceptos negativos tanto desde el punto de vista del desarrollo socioeconómico de Ourense como de su campus universitario?
Sí traía esos tics porque había calado un concepto de provincia periférica en lo que puede suponer de negativo. Conocía poca cosa y esperaba encontrarme cosas que por fortuna no llegué a ver porque no tenían nada que ver con la realidad. 


¿Qué elementos le hicieron cambiar ese tópico?
En sentido positivo la propia realidad me ayudó a dejar atrás el concepto que yo tenía. Me sorprendió la potencia y la fuerza de Ourense, aunque no sean expresiones muy académicas. De todos modos, sí percibí pronto que algunos o los grandes problemas que tiene Ourense deben ser achacados a los propios ourensanos y hay problemas que son endógenos y que no son capaces de corregirse por los propios problemas internos de Ourense. Esa óptica aún la sigo teniendo ahora, bastantes años después. Creo que uno de los problemas que tiene Ourense es la propia autoestima de su gente, la creencia de que los ourensanos no son capaces por si mismos de salir adelante. 


¿Y cómo se sale de ese círculo vicioso?
Supongo que será complicado y ojalá hubiera algo mágico para solucionarlo pero la sociedad ourensana, su tejido económico  y empresarial, tiene que creer más en sus propias posibilidades. A veces da la sensación de que no se cree, que no se apuesta. Yo puedo dar un ejemplo en el ámbito más próximo a mí, que es el docente, y puedo decir que el nivel de nuestro campus no tiene nada que envidiar a ningún otro campus. Sin embargo, padres ourensanos envían a sus hijos fuera para estudiar una titulación que hay aquí. ¿Por qué? Y como ese ejemplo hay otros muchos.


Algo de culpa tendrá la Universidad de Vigo en que eso haya calado socialmente esa imagen.
Por supuesto. Las responsabilidades son compartidas. Lo único que estoy diciendo es que a veces estos detalles también definen a una sociedad. La Universidad no puede dar una oferta docente mejor aquí y la gente se va. Eso es cierto. Pero a veces también se va cuando hay una buena oferta universitaria aquí.


Si el material humano en Ourense es bueno, ¿por qué brilla más fuera que en la propia provincia?
Te corrijo. El material humano en Ourense es muy bueno, pero puede darse el caso de que el que se va es que lo hace porque quiere brillar y  a lo mejor el que se queda es más acomodaticio. De todos modos, hay casos de gente que se ha ido y ha brillado, pero también hay gente que se ha quedado y que brilla en muchos sectores, sin dejar de reconocer que deberían ser más. 


¿Cómo se relaciona Ourense con su espacio natural de referencia como puede ser el sur de Galicia?
En estos momentos en Galicia los indicadores económicos marcan que el norte avanza más rápidamente que el sur. En la medida en la que se pueda confluir será importante, sino el problema será de entidad y no será de Ourense solo, sino del sur de Galicia. Yo creo que es imprescindible una alianza y un plan estratégico para toda la zona sur. En eso coincido con el alcalde de Vigo, que comentó en el Foro La Región hace unos meses la necesidad de trazar un eje común para vencer los desequilibrios, que suelen ser cortoplacistas, buscando una estrategia común a largo plazo. Creo que se está tardando en desarrollar esa estrategia.


¿Quién debería liderar o impulsar esa estrategia?
Supongo que desde el punto de vista político hay que tomar decisiones, aunque sé que estamos en momentos complicados. No sé si las diputaciones o los grandes municipios estarían dispuestos. Pero, además del punto de vista público, hay que implicar a la iniciativa privada. Debería haber una reflexión empresarial sobre el alcance de la zona y la tantas veces aludida zona del norte de Portugal. 


Pero, ¿por qué empresas de Vigo miran más al norte de Portugal que a Ourense, que también está al lado?
Es una cuestión de política portuguesa, que está haciendo una apuesta “low cost” pero en sentido negativo. Tanto en costes de suelo para instalación de empresas como en costes laborales las diferencias siguen siendo tremendas en todos los sectores empresariales, especialmente en el automóvil. 


Ya, pero hay empresas que ya no valoran tanto esos factores como los de la calidad y la competitividad.
No todas. Mira el automóvil, cuyas auxiliares han optado en los últimos años por la instalación de sus plantas en el norte de Portugal. Ahora bien, es cierto que en este sector hay empresas potentes que también han apostado por Ourense, pero la comparativa con Portugal sigue siendo ventajosa para ellos. 


¿En todas estas estrategias intervienen los colectivos empresariales? ¿Les ve con la preocupación suficiente como para liderar esas alianzas?
No, pero yo creo que el inicio, el impulso, tiene que ser político. No se le puede pedir a un empresario que asuma el protagonismo cuando lo que está en juego es un conjunto de decisiones políticas, de política a largo plazo. Estoy seguro que si hubiese ese liderazgo público la iniciativa empresarial se sumaría. Por ejemplo, hay propuestas por ahí pendientes como la conexión ferroviaria o la plataforma logística de Salvaterra que están pendientes de desarrollo. Son proyectos que están siempre en el discurso político o en los periódicos pero no en la realidad. 


En el caso de Ourense, cuando oye conceptos de desarrollo basados en el termalismo, ¿qué viabilidad le ve?
Es un recurso tangible y realista porque Ourense tiene grandes oportunidades pero para que sean fuente de desarrollo claro se requiere ser más ambicioso y completarlo con otras estrategias buscando sinergias que le permitiesen tener un crecimiento más amplio para evitar que se quedase más limitado. Lo primero que un territorio tiene que hacer para crecer es basarse en sus recursos y el agua aquí es fundamental.


¿Qué otras estrategias asociadas serían necesarias?
Pues por ejemplo aprovechar los recursos patrimoniales, la cultura en todos sus apartados, la gastronomía, tenemos eventos culturales o deportivos muy aprovechables para promocionarse, las fiestas, las tradiciones, etcétera. Pero esto, con ser importante, no debe dejar de lado otros conceptos como la potenciación de la industria como generadora de valor añadido. Ourense no puede fiarlo todo al sector servicios, sino que debe hacer también una apuesta por la innovación. 


¿No cree que la gran losa gallega es en la actualidad la emigración y el envejecimiento?
Ese es el principal problema y soy bastante pesimista sobre algo que pueda revertir la situación a medio plazo. Esa sí es una decisión política, se tienen que tomar un conjunto de acciones muy urgentes que de momento no las veo.


El Foro Económico, del que usted es subdirector, ¿está siendo una conciencia crítica o es un encuentro de analistas?
Pretende ser más que eso y creo que somos un ejemplo. Queremos dar a conocer ante la sociedad las propuestas que hacen los expertos sobre asuntos cruciales en el ámbito económico. Hay empresarios, hay universitarios y medios de comunicación. No solo estamos para hablar, sino para despertar conciencias sobre asuntos clave como la innovación o el medio rural, últimos informes que hemos hecho. Todos incorporan propuestas que se deben adoptar porque no son temas cualquiera, son asuntos de total actualidad, vitales para Galicia.


¿Pero esos documentos están en la mesa o en el cajón de quien toma decisiones?
Eso no lo puedo contestar. Esos documentos son conocidos y el que no los quiere conocer es porque no quiere. Ahora bien, ¿son útiles o utilizados? Confiemos en que sí y que sean utilizados cada vez más.


¿En el contexto económico general la crisis es una evocación al pasado o todavía quedan rescoldos que hacen mucho daño?
En economía es importante ser optimista y en estos momentos hablar de crisis en los términos que nos hemos expresado hasta ahora ya podemos dejarlos atrás. Ahora bien, es importante reconocer que nos estamos recuperando pero aún no estamos recuperados del todo. ¿En la situación actual ese matiz puede ser considerado aún como crisis? Digamos que no para tener un plantamiento optimista y ser positivo. Creo que es muy importante el optimismo para estimular el desarrollo económico, por lo tanto creo que debemos de darle un halo de optimismo al análisis económico actual.


¿Qué lecturas hacen los analistas de la situación política actual y las consecuencias que pueda tener en la situación económica?
Es muy importante estar atentos a todos esos movimientos y es importante en la medida en la que la incertidumbre es la peor receta en economía. Por lo tanto, si esas incógnitas se perpetúan en el largo plazo eso va a condicionar mucho más el crecimiento y el desarrollo. Aún así, y recuperando el tono optimista, no deja de ser positivo que en una situación política tan provisional como la que se sufre en España hay cosas que siguen yendo razonablemente bien. Aún así, está claro que esto no debe durar mucho más, hay que solucionarlo para no estirar más esta compleja situación.

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