Veinticinco empresas del sector del motor con factorías en Galicia tienen también plantas u oficinas en México desde las que trabajan para multinacionales de todo el mundo. El continuamente anunciado proteccionismo del nuevo presidente de EE UU, Donald Trump, genera dudas en los empresarios, que de momento se muestran tranquilos por la buena marcha del empleo en el país norteamericano y los contratos con otros países de América del Sur.
En un mundo cada vez más globalizado no es difícil encontrar una empresa gallega que ha crecido en América para atender la demanda de clientes internacionales. El sector gallego de la automoción, un potente clúster formado tanto por empresas locales como filiales con capital extranjero que generan en la comunidad más de 10.000 puestos de trabajo, hunde sus raíces en México para suministrar a las numerosas constructoras de automóviles que buscan en el país azteca unos costes de producción menores.
La reciente elección de Donald Trump como presidente de EE UU genera incertidumbre entre los empresarios de la comunidad. “Es demasiado pronto para hablar”, sentencian la mayoría. Se refieren así a la anunciada política de proteccionismo que supondría la imposición de aranceles a los productos para el mercado estadounidense que se produjesen en México, con el objetivo de trasladar la producción a EE UU.
Los empresarios tienen sus reservas acerca de lo que va a suceder en los próximos meses. “Estamos a la espera de conocer las noticias procedentes de la administración Trump, pero el argumento de poner aranceles a las importaciones procedentes de México para crear empleo en EEUU no parece muy enfocado, ya que el nivel de desempleo actualmente roza el 4%, que es lo que los economistas consideran pleno empleo”, explica Antonio Vega, director gerente de Viza Automoción. Esta empresa está actualmente en proceso de construcción, “ya muy avanzado”, de una planta en el estado de Puebla en México. Esta factoría fabricará armaduras de asiento para modelos de Volkswagen que se producirán en las plantas que en grupo tiene en el estado de Puebla. “Una parte relevante de la producción de VolksWagen en México está destinada a la exportación a EEUU y por ello, podría estar afectada por una eventual modificación del tratado Nafta y la imposición de aranceles a la importación de vehículos”, confiesa Vega. Pero, a pesar de esta situación, “desde Viza continuamos con nuestras inversiones en la convicción de que México será siempre un actor relevante en el sector del automóvil norteamericano, tanto por su desarrollo industrial, como por su competitividad, teniendo en cuenta no solo su capacidad exportadora, sino también su mercado interior”.
También está instalado en México el Grupo Antolín, que cuenta con 5 plantas en Saltillo, Hermosillo, Silao, Toluca y Tlaxcala. Un portavoz de la empresa señala que “seguimos con atención y analizamos todo lo que ocurre en el mercado norteamericano, ya que es uno de los más importantes para nuestro negocio. No obstante, consideramos que todavía es pronto para tomar ninguna medida. En el caso concreto de Ford, de momento, las medidas anunciadas no nos afectan de una forma sensible. Estamos convencidos que cualquier decisión que se tome se hará buscando el mayor beneficio posible para la industria de la automoción, que es uno de los motores económicos de toda Norteamérica”.
Xoán Martínez, director general de Kaleido, señala que “la situación actualmente es confusa”. “Sí es cierto que el actual Presidente de Estados Unidos está comunicando su intención de establecer una política proteccionista clara, pero no se sabe hasta qué punto podrá llegar a hacerla efectiva”. Los acuerdos internacionales vigentes que se están replanteando por un lado, y la relación y apoyo que Trump tengan en el Congreso por otro, “determinarán la profundidad del cambio”. Cree que, más a largo plazo, “tendrá que hacer frente a un impacto de sus medidas que pueden llevar a debilitar la posición del país en varios frentes”.
Kaleido en México está desarrollando proyectos logísticos ligados a la industria eólica, solar y petrolera. También gestiona el transporte ligado a componentes de automoción y de materiales de construcción entre otros muchos tipos de mercancías. Tienen una situación “diversificada y no dependiente de la automoción”. Trabajan con la importación de componentes, “especialmente procedentes de Asia con China a la cabeza seguido de Japón, de Europa, y de Brasil y Argentina en menor medida”. Martínez anticipa que el comportamiento de las medidas de la nueva Administración “afectará no solo a la industria de la automoción mexicana, si no también al conjunto de la economía del país, por lo tanto haremos un seguimiento muy cercano de los acontecimientos en los próximos meses”.
Un portavoz de Gestamp señala que “es demasiado pronto para realizar valoraciones ya que hay que esperar a ver la gestión del nuevo presidente estadounidense y qué políticas implementa la nueva Administración”. Estados Unidos es un mercado y importante para Gestamp, “donde la compañía cuenta con 6 plantas”. Gestamp “sigue confiando en México, donde tiene 5 factorías, una presencia industrial relevante, una base de clientes diversificada e implantación en distintas zonas del país”. Gestamp defiende “el libre comercio en general y el tratado de NAFTA en particular, que se ha demostrado exitoso en el desarrollo de las economías de Norteamérica”.
Francisco Yáñez, director gerente de TI Automotive en Vigo, explica que “no estamos preocupados por las decisiones de Trump, porque nuestra planta de México tiene sus clientes allí y se mantiene con una cómoda cuota de mercado”. Yáñez añade que “si la política proteccionista de Trump se materializa en una mayor producción de automóviles en EEUU en detrimento de México, ese negocio sería absorbido por nuestras plantas de EEUU y por lo tanto en cifras globales el impacto sería nulo”.
Otra empresa con instalaciones en México, en este caso oficinas, es Hispamoldes, radicada en Ourense. “Vamos a esperar para hacer declaraciones, lleva 2 días en el poder”, señala su gerente, Mario da Costa, en relación al nuevo presidente. Explica que tienen “clientes en México”, que son los primeros en “no saber qué va a pasar”.
Desde otras empresas, como Diseñado e Modelado de Superficies (Demsu), señalan que estas decisiones no les influirán mucho y que incluso les podrían llegar beneficiará.
Los empresarios del sector indican que la cancelación de inversión de Ford en México y otras empresas como Toyota no trunca sus planes y que no parece que se vaya a desacelerar la producción en el país azteca de vehículos.
El sector señala que se elige México no solo por su relación económica con EE UU sino para acercarse al mercado latino. México firmó en el año 2002 un acuerdo de “complementación económica” con Mercosur, la asociación económica que une a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y otros países asociados. Es Brasil, especialmente, el estado que más interesa por su proceso actual de crecimiento económico. En México encuentran el clima empresarial para desarrollar su actividad y la posibilidad de comerciar.
