El internet de las cosas

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photo_camera Aparatos electrónicos con conexión a Internet.

El Internet de las cosas es un término que está siendo muy utilizado en el entorno del mundo de la tecnología, pero lo cierto es que no todo el mundo conoce a qué se refiere en realidad.

El Internet de las cosas es un término que está siendo muy utilizado en el entorno del mundo de la tecnología, pero lo cierto es que no todo el mundo conoce a qué se refiere en realidad.
Internet de las cosas (IoT, por su siglas en inglés) es un concepto que se refiere a la interconexión digital de objetos cotidianos con Internet. Se refiere a ese escenario donde las personas, objetos o cosas tienen esos identificadores únicos con los que existe la posibilidad de transferir datos sobre ellos a través de la red sin necesidad de interacción entre persona-persona o persona-ordenador. Si los objetos de la vida cotidiana tuvieran incorporadas etiquetas de radio, podrían ser identificados y gestionados por otros equipos, de la misma manera que si lo fuesen por seres humanos.  En definitiva, consiste en que tanto personas como objetos puedan conectarse a Internet en cualquier lugar y en cualquier momento.


Esta reciente concepción de la tecnología supone convertir los objetos cotidianos en nuevas formas, debido a que la conectividad a Internet lo ha cambiado todo.
Algunos ejemplos de Internet de las cosas son: avisar desde el frigorífico al supermercado con las cosas que se necesitan y las llevan a casa, o que avisa cuando un producto está caducado. Conocer en tiempo real tlos parámetros bioquímicos de un paciente para que las conozca su médico. Conocer también en tiempo real las necesidades de las plantas del hogar. Encender un electrodoméstico antes de llegar a casa. Pulseras que al salir a correr informen al usuario de sus constantes vitales.

Lámparas inteligentes que se encienden solas cuando hace falta iluminación. Un inodoro que realice un análisis de orina del usuario y le recomiende la dieta más adecuada. Un cepillo que avisa de caries y pida consulta al dentista automáticamente. Zapatillas que dicen los Km recorridos corriendo cada semana. Las balizas informativas que al pasar cerca de ellas se comunican con el movil, permitiendo la publicidad por proximidad. La smart home -casa inteligente, donde se ponen en práctica todos estos aparatos- forma parte del entramado del «Internet de las cosas».  Pero las posibilidades son amplias y se empieza a desarrollar en el sector de salud, la infraestructura urbana o el control medioambiental, y también en aspectos más cercanos: la lámpara del hogar se conectará al móvil. El usuario podrá controlar la iluminación de manera remota, al igual que el termostato, que estará programado para que, de forma automática, caliente la vivienda tiempo antes de nuestra llegada y acorde a la climatología actual.


Pero el Internet de las Cosas no sólo afecta los dispositivos a través de los cuales el usuario podrá llevar a cabo diferentes acciones, sino que también incluye toda una serie de tecnologías que los fabricantes tendrán que implementar a sus productos, el desarrollo de plataformas para llevar a cabo esta conexión entre el objeto y el dispositivo, además del software necesario para ello.
Electrodomésticos capaces de hacer prácticamente de todo o coches repletos de paneles táctiles que se pueden manejar desde una app han sido algunos de los prototipos futuristas que se han podido ver en el reciente CES 2015, pero todo apunta a que no llegarán al común de los mortales hasta dentro de mucho tiempo.


Y es que en un momento de incertidumbre sobre el crecimiento económico, el Internet industrial de las cosas podría generar hasta 142.000 millones de dólares en todo el mundo hasta 2030, según un informe de Accenture, el cual estima que las inversiones en IoT y los consiguientes aumentos de productividad aportarán 6,1 billones de dólares al PIB acumulado de Estados Unidos hasta 2030.
Pero IoT está encontrando un tímido apoyo por parte de las instituciones y los gobiernos, en parte debido a que no es fácil usarlo para generar nuevas fuentes de ingresos. Aunque son mayoría (57%) los líderes empresariales que dicen que la mayor ventaja que ofrece es la posibilidad de lograr nuevos ingresos, menos del 13% cree que eso acabará traduciéndose en un beneficio real para sus empresas. Así, las compañías parecen dar prioridad al uso del IIoT para incrementar la eficiencia y la productividad de sus empleados y para recortar los gastos operativos.

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