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Internet, una tienda universal para las patatas de A Limia

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photo_camera Amador Díaz Penín.

La tecnología ha venido para quedarse y presta grandes servicios a la causa comercial. Así lo ha entendido Amador Díaz Penín, un agricultor de 42 años residente en A Limia

Si el cliente no va a por el producto, el producto deberá necesariamente salir al encuentro del cliente. La tecnología ha venido para quedarse y presta grandes servicios a la causa comercial. Así lo ha entendido Amador Díaz Penín, un agricultor de 42 años que tiene su almacen de patatas en Piñeira Seca, en A Limia. Las crisis de este artículo en la zona son cíclicas pero continuas y casi siempre el problema está en los precios, insuficientes en algunas ocasiones, como ocurre con la cosecha del 2014, cuya comercialización no está concluida. Es más, según representantes del Instituto do Campo, todavía queda almacenada y pendiente de venta en torno a un tercio de la cosecha.

La circunstancia es especialmente penosa porque ya gran parte de los agricultores están con los preparativos para la cosecha de este año. Amador Díaz no se dejó vencer por la falta de expectativas comerciales del producto y decidió convertir Patatas Ama, su empresa, en un canal de distribución del tubérculo a través de Internet. Empezó hace poco tiempo, pero está ganando cuota de mercado. Se dedica a la agricultura desde 1989 pero la actividad ya había sido desempeñada también por sus padres. Se dio cuenta en un momento que las nuevas tecnologías podrían ser útiles y en noviembre del año pasado estrenó su canal de venta por Internet que él mismo actualiza y despacha los portes que él mismo prepara. "As novas tecnoloxías brindan moitas oportunidades e vin que se estaban implantando moito e decidín meterme tamén".

Para decidirse le bastó la convicción y analizar el entorno. Reparó en que en Valencia muchas empresas frutícolas estaban sumando muchos pedidos gracias a las ventas on line y decidió probar suerte. El resto, vino por añadidura. Importó el sistema y lo incorporó a su empresa en A Limia. Y lanzó el siguiente mensaje: "Podía dar un servizo de venda intentando que calquera consumidor desde calquera punto de España poidera disfrutar dunha pataca de calidade de Xinzo". Tienen fama los gallegos que viven fuera de echar mucho de menos algunos productos, sobre todo de alimentación y Amador Díaz está cosechando sus primeros éxitos comerciales entre los ourensanos y gallegos que se han ido a vivir a otros lugares. Santiago, A Coruña, pero sobre todo Madrid y Bacelona son sus mercados más florecientes en estos momentos. "O 90% dos compradores son galegos", resume con una sonrisa.

Este agricultor reconoce ciertas dificultades para desarrollar su proyecto "e chegar ao consumidor final pero a través das redes sociais empecei a coller clientes e cada vez saen máis caixas de dez e de vinte quilos para os clientes, o cal é moi importante". Una vez abierta la brecha es cuestión de fidelizar al cliente, algo que parece estar consiguiendo al percibir que "o que compra unha vez acaba repetindo, polo tanto estou contento". Patatas Ama es un ejemplo de la actividad comercializadora que tienen que acometer los productores de A Limia aunque, como reconoce Amador Díaz, "as vendas que fago por Internet son de momento moi pequenas", aunque la progresión es exponencia. Cultiva anualmente no menos de 300.000 kilos. Sin embargo también él fía al canal tradicional de la industria la mayor parte de las operaciones.

Reconoce este agricultor que "este ano houbo moita producción e para conseguir vender unha pataca de calidade temos que esmerarnos máis", reconociendo que "xa non é cousa de producir moito, sinon producir con calidade tanto para as fábricas como para os particulares".

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