EURO

José Luis Salgado, gerente de Kinética.

Según las cifras que publicó esta semana el Banco de España, el PIB aumentó un 0,8% en el trimestre de junio a septiembre -un 3,4 % interanual-

La recuperación española continúa, aunque modera su marcha. Según las cifras que publicó esta semana el Banco de España, el PIB aumentó un 0,8% en el trimestre de junio a septiembre -un 3,4 % interanual-, lo que supone cierta contención con respecto a la tasa del 1% que se registró en el trimestre anterior. En línea con esta tendencia de cierta desaceleración, el mes de septiembre ha registrado un repunte del paro que, aún contando con el factor estacional y el ligero incremento del número de afiliados a la seguridad social, presenta, en todo caso, una peor evolución que el año anterior.

La economía española navega actualmente entre varios vientos. Por un lado sigue soplando con cierta fuerza la demanda interna, Así, muchos españoles han incrementado el nivel de consumo y han dejado notar un mayor optimismo a la hora de gastar, al que también se ha apuntado el Estado en año electoral. Por otra parte, las incertidumbres sobre la economía China y la ralentización del crecimiento de los mercados emergentes frenan el avance, al jugar en contra de la evolución de las exportaciones españolas que, en paralelo a un crecimiento a comparativamente superior de las importaciones, ha dejado un saldo negativo de la demanda exterior.

En todo caso, a pesar de las menguantes perspectivas de crecimiento de la economía mundial, las ventas de productos españoles, si bien se han moderado, no se han visto impactada en gran medida y, en todo caso, menos de lo esperado. Además, se prevén nuevas bajadas en la cotización a corto plazo de las principales materias primas, lo que beneficiará la productividad de las economías europeas y dará aire a la recuperación española. De este modo, aunque previsiblemente se moderará la tendencia descendente del paro y  la inflación seguirá bordeando tasas negativas, los vientos se seguirán compensando en el corto plazo y la economía española todavía cuenta con cierto fuelle a favor en un entorno que continuará mostrando una gran volatilidad en las bolsas y los riesgos latentes de una crisis que, a nivel mundial, está todavía muy presente.              

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