LA ENTREVISTA

Laureano Bermejo: “Las autoescuelas necesitan innovación”

autoescuela
photo_camera Laureano Bermejo, portavoz de los empresarios de autoescuelas de Ourense.

Laureano Bermejo es el portavoz de los empresarios de las autoescuelas de Ourense, un colectivo también castigado por la huelga de examinadores, que pone contra las cuerdas al sector

Laureano Bermejo es el portavoz de los empresarios de las autoescuelas de Ourense, un colectivo también castigado por la huelga de examinadores, que pone contra las cuerdas al sector. Cuatro empresas están al borde del traspaso, pero este no es el único reto que tiene esta actividad. El envejecimiento de la población minora la demanda de carnés de conducir y los cambios tecnológicos también obligan a este gremio a revisar su actual oferta de servicios.

¿Cuál es la situación después de un verano tan convulso?  

Hemos pasado un verano horrible y la situación es dramática para el sector ya no solo en Ourense o Galicia sino también en toda España. A esta situación llegamos por el conflicto de los examinadores con la DGT y esto significa que nuestros alumnos no se pueden examinar, no hay un calendario estable y por lo tanto los alumnos no contratan prácticas porque no saben cuándo se van a examinar. En ese escenario nuestra carga de trabajo se ha reducido entre un 60% y un 70% dependiendo de las zonas. Piensa que nosotros tenemos la mayor parte de la carga de trabajo en el verano y este ha sido un verano perdido, por lo tanto muchas autoescuelas están al límite. Muchos empresarios están tirando de sus ahorros personales o de ayudas de familiares.

¿Se prevén cierres? 

En Ourense hay cuatro en situación de traspaso y en Galicia cinco ya han cerrado. En ciudades como Barcelona, por ejemplo, han cerrado 37.

Pero, ¿no estaba el sector ya en situación delicada? 

El sector ya estaba muy tocado por la crisis demográfica ya que nos nutrimos de gente joven, que cada vez hay menos, como consecuencia del envejecimiento de la población. Y, además, la crisis económica que ha afectado a todos los sectores, también la hemos sufrido como empresarios. Es cierto que empezábamos a repuntar pero la huelga de examinadores de Tráfico nos está empujando al cierre. Nosotros en el verano solíamos reforzar la plantilla y en esta ocasión no  solo no hemos contratado sino que incluso hemos negociado con los trabajadores las vacaciones, modificaciones de jornadas o incluso despidos.

¿Puede ser reconducible la situación? 

La situación sigue encasquillada porque la DGT dice que no le va a reconocer la reivindicación de los examinadores. Como respuesta, el comité de huelga anuncia nuevos paros para noviembre y diciembre. Por lo tanto, el año se pierde.

¿Tiene la sensación de que se le hace poco caso porque son un colectivo poco numeroso? 

Claro, pero también es un colectivo poco numeroso el de los examinadores. Son 776 en toda España y no tienen la importancia suficiente, pero las consecuencias de sus decisiones provocan que se nos utilice a las autoescuelas como conejillos de indias y somos sus rehenes ante sus reivindicaciones. Somos nosotros por lo tanto los que estamos padeciendo estos problemas. Yo no entro a valorar quién tiene razón en el conflicto, pero estamos en medio de un terreno de juego que no es el nuestro y tenemos que jugar obligados, incluso ser árbitros.

Pero, al margen de este problema, hay otro importante: ¿Cómo afrontan la falta de alumnos jóvenes por el envejecimiento? 

No es fácil si no te renuevas, buscando alternativas viables al modelo de negocio. Lo que tratamos es de profesionalizar el sector, profundizar en asesorías profesionales, recuperación de puntos del carné de conducir, formación en materia de CAP, en determinados modelos de transporte, etcétera. Siempre tenemos que tratar de buscar alternativas, por ejemplo dando cursos de carretilleros, maquinaria pesada, plataformas y otros sistemas. Lo que era el modelo clásico de formar para obtener el permiso de conducir tiene una vida muy limitada. Hay que estar muy pendientes de los nuevos automatismos porque hace diez años era impensable que un coche aparcase solo o frenase solo ante un despiste. Estos coches ya están en el mercado y si el sector no se renueva, estaremos pronto muy atrasados.

¿Necesita el sector innovación? 

Por supuesto, el sector necesita innovación a todos los niveles, pero también debe adaptarse la Administración. Cuando yo compro un vehículo Tráfico me exige que tiene que prescindir de todos los automatismos. Es como si fuésemos en contra de la evolución tecnológica. Yo creo que debería ser al contrario, deberíamos potenciar la tecnología para que los alumnos vayan ya acostumbrados a su manejo pensando en el coche que quieren comprar.

O sea, que la burocracia va por detrás. 

Sin duda, les cuesta avanzar al ritmo que lo hace la tecnología.

¿Cómo van a innovar entonces, cómo será el sector a la vuelta de poco tiempo? 

Tenemos que ver lo que se hace en otros países y que les ha funcionado bien. Creo que la formación que damos las autoescuelas debe llegar ya a los colegios. En Suecia, que es la panacea de la seguridad vial, la materia de seguridad vial ya se imparte en los colegios. El profesor de seguridad vial es ya uno más en el colegio, que da una materia como Lengua o Matemáticas. A partir de una cierta edad a los niños se le va inculcando una materia de seguridad vial que van aprendiendo de una forma bastante natural. Eso significa que esos conocimientos están muy consolidados que se traducen en el nivel de siniestralidad más bajo de  Europa.

FICHA

Nombre y edad: Laureano Bermejo (44 años).

Cargo: Propietario de autoescuela desde hace doce años y actual portavoz del sector en Ourense.

El sector: En Ourense hay en la actualidad más de 40 autoescuelas, que mantienen a 250 familias. 

Los retos: El sector está cambiando su estrategia para no quedarse en un mero centro que forma en la obtención del permiso de conducir.

Te puede interesar