Ourense tiene en torno a 270.000 metros cuadrados de suelo empresarial sin vender y la Xunta ha lanzado rebajas que llegan al 50% del valor de las parcelas.
Ourense tiene en torno a 270.000 metros cuadrados de suelo empresarial sin vender y la Xunta ha lanzado rebajas que llegan al 50% del valor de las parcelas. Con ello trata de estimular y rentabilizar la inversión. Sin embargo, la mayor parte de los empresarios están más por conservar sus empresas en sus actuales emplazamientos que por pensar en ampliaciones. Paralelamente, está creciendo el mercado de alquiler de naves de mediano formato, que evita la inversión en el suelo y en la obra.
La demanda de suelo industrial ha caído en picado con la llegada de la crisis. Muchos empresarios bastante han tenido con aguantar con sus instalaciones operativas como para pensar en ampliaciones o mudanzas. Al contrario, los carteles anunciando ventas o alquileres de naves o parcelas han proliferado por doquier. Paralelamente, la Xunta ha seguido programando más equipamientos para dar cabida a nuevas empresas o industrias. Sin embargo, la realidad ha obligado a la administración gallega a lanzar una campaña de promoción para vender parcelas en los polígonos que acumulan parcelas sin vender. Es decir, las rebajas han llegado a las áreas empresariales obligadas por las circunstancias económicas y el descuento no es baladí: puede llegar al 50%.
El día 6 de mayo el Consello Rector del Instituto Galego da Vivenda e Solo aprobó las bonificaciones que se aplicarán a los precios de los parques empresariales propiedad del organismo en el próximo concurso de venta. Est organismo dependiente de la Xunta matiza que el concurso se convocará a finales de este mes. De acuerdo con las condiciones expresadas por el instituto "aplicarase unha bonificación do 50 por cento nos parques situados nas zonas con plans de dinamización económica (as provincias de Ourense e Lugo, con Plan Impulsa; Ferrol e a Costa da Morte) e en áreas fronteirizas con Portugal. No resto dos parques do IGVS a bonificación do prezo será do 30%".
Por lo tanto, la oferta de suelo existente se adapta al mercado real, aunque la duda que asalta es si verdaderamente la Xunta está logrando comercializar el suelo excedente. El día 5 de este mes la consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Ethel Vázquez, dijo en el Parlamento de Galicia que "a Xunta vendeu no que vai de ano 2015 un 30% máis de solo que no conxunto dos anos 2013 e 2014 e os proxectos asociados a ese solo suporán un investimento de preto de 170 millóns de euros e a creación de máis de 5.600 postos de traballo en Galicia", según una información divulgada por la consellería.
Ya el pasado mes de enero la Xunta convocó el primer concurso de venta de parcelas, en este caso en los parques industriales promovidos por Xestur. Esta primera convocatoria recogía descuentos de entre el 15 y el 50%, según la localización de los parques; siendo la mayor bonificación para los polígonos situados en los lugares en los que "é máis necesario activar a actividade económica e o emprego: as zonas dos Plans Impulsa (Lugo e Ourense), a Costa da Morte e Ferrol, xunto cos parques das zonas transfronteirizas", según insiste la Xunta.
El Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS), entidad que depende de la Xunta, acumula en la provincia 270.000 metros cuadrados sin vender en parques y polígonos gestionados por la entidad pública, de ahí que haya decidido dar facilidades a los empresarios que busquen nuevos asentamientos. La crisis del 2008 puso en evidencia un modelo de creación de suelo industrial sobre el que algunos analistas se hacen algunas preguntas. Un informe sobre el suelo industrial gallego, elaborado por el Foro Económico de Galicia, indica que "na actualidade, cabe preguntarse se o modelo de desenvolvemento de solo empresarial é o adecuado e se a oferta de solo resposta ás necesidades reais das empresas en termos de localización, tamaño, dispoñibilidade de infraestruturas de calidade, especialización, prezo, etc."
El mismo estudio alude a que "unha das características do solo empresarial galego é a súa reducida superficie bruta media que se sitúa en torno ás 36 hectáreas por parque empresarial (23 hectáreas en termos netos), se ben existen bastantes diferenzas a nivel provincial e comarcal. Tan só sete polígonos industriais ou parques empresarias presentan unha superficie bruta superior ás 100 hectáreas, dos que tres atópanse na área funcional de A Coruña, un en Santiago e Ourense e dous na provincia de Pontevedra en torno a Vigo".
SUELO PRIVADO
Sea como fuere, tanto en la provincia como en el resto hay mucha superficie esperando comprador, de ahí que la administración gallega eche el resto para conseguir comercialización. Sin embargo, la Xunta tiene competidores en el ámbito privado, sobre todo en las empresas que han optado por comercializar directamente las naves industriales. Muchos operadores privados han optado por el alquiler de naves industriales en diferentes polígonos, con lo que se ahorra la compra de la parcela y la construcción de las dependencias para la actividad empresarial.
En el sector se interpreta que la estructura empresarial de Ourense no requiere de grandes superficies industriales, más bien lugares en las que pymes o micropymes puedan producir bienes y servicios. Pero tampoco la situación está para prisas. Un ejemplo: la zona comercial e industrial de Barreiros, en las afueras de la ciudad, tiene un centenar de empresas que llegaron a emplear a mil personas antes del estallido de la crisis.
Hoy el número de trabajadores apenas llega a los 800 y no consta que haya empresas que tengan intención de instalarse en la zona y que se requiera ampliar la zona. El presidente de los empresarios de la zona, Alejandro Cruz, reconoce que hay posibilidad física para ampliar el polígono, pero no detecta necesidad de que eso se produzca, al menos a corto plazo. El Parque Tecnológico ha ampliado recientemente su superficie en 400.000 metros cuadrados, que están vacíos. La Ciudad del Transporte tiene casi toda su superficie por ocupar. Y así sucesivamente. Eso sí, al menos la administración abarata el suelo con el fin de estimular la inversión empresarial.
