ÁGORA ECONÓMICA

El necesario redimensionamiento de la planta local gallega

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Este pasado miércoles se presentó en Santiago de Compostela el quinto documento de la Red Localis, Red Local de Administración Pública de Galicia, titulado Redimensionamiento de la planta local: retos frente al minifundismo de Galicia

En el primer documento de la Red Localis, Diez Retos del municipalismo local gallego (2015-2019) figuraba como objetivo el redimensionamiento de la planta local en Galicia como reto frente al minifundismo municipal. Para ello es necesario abordar en profundidad su redimensión, contando con la vertiente económica y la geográfica-administrativa, pero siempre considerando que el municipio es un nivel de gobierno y administración. Además, es necesario tener en cuenta que cualquier proceso de fusión municipal exige armonizar voluntades y generar el marco legal adecuado. Este es precisamente el objetivo principal del nuevo documento de la Red Localis.

ALCANCE


Para la realización de este ejercicio, se ha tenido en cuenta la liquidación de los presupuestos municipales publicados por la Oficina Virtual para la Coordinación Financiera de las Entidades Locales del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas (2010-2014). Para ello se parte del primer ejercicio en el que se aprueba la estructura de los presupuestos de las entidades locales, disponiendo de la desagregación de la clasificación por programas, facilitando el ejercicio de comparación en función de las principales áreas de gasto.

Para facilitar las comparaciones se utilizan los importes per cápita de ingresos y gastos. En relación a la vertiente geográfica se tienen en cuenta los datos sobre superficie, parroquias y núcleos de población de los Ayuntamientos gallegos publicados por el Instituto Gallego de Estadística.


El objeto del estudio son los ayuntamientos con menos de 5.000 habitantes, especialmente aquellos con menos de 1.000.  A partir de este ejercicio de comparación se comprueba como el Sector Público Local Gallego es capaz de recaudar 1.013 euros de ingreso por habitante, frente a los 1.323 euros de la media estatal, ocupando el 4º puesto por debajo a nivel nacional.

En relación a las Comunidades Autónomas (CCAA) con un Sector Público Local similar al gallego, se estaría un 32,5% por debajo de la Comunidad Autónoma con mayores ingresos (Andalucía). En relación a la situación de los ayuntamientos, Galicia se sitúa en el último lugar del ranking de ingresos per cápita (824 euros), un 25,6% inferior a la media estatal. Esta situación se reproduce en los principales capítulos de ingresos, con una evolución dispar en los últimos años.

Los gastos también se encuentran por debajo de la media estatal, sobre todo en el capítulo de personal (25,9%), servicios públicos básicos (19,6%) y producción de bienes de carácter preferente (29,4%).


El trabajo permite señalar una serie de interesantes resultados en relación al tamaño municipal. A menos habitantes son necesarios mayores recursos para prestar menos servicios. Cuanto más pequeño es el ayuntamiento más dinero debe aportar para sufragar, sobre todo, en gastos de personal y generales. Cuanto más pequeño es el ayuntamiento, se necesita más dinero para la prestación de servicios básicos, entre ellos, los de carácter social. Cuanto más pequeño es el ayuntamiento, menos puede dedicar a servicios de carácter preferente.


Los costes unitarios en la prestación de los servicios públicos se van incrementando a medida que disminuye el número de habitantes. Los gastos generales, sobre todo corrientes y de funcionamiento se incrementa porcentualmente según desciende el tramo poblacional.

A medida que aumenta el tamaño poblacional, el coste medio del servicio por habitante se reduce, lo que es una muestra inequívoca de la existencia de estos rendimientos decrecientes a escala a nivel municipal y que recomiendan contar con municipios con cierto tamaño poblacional.


Mejorar estos resultados solo es posible a través de dos vías: fórmulas de cooperación o fusión de ayuntamientos. Por este motivo, el tamaño mínimo de los Ayuntamientos gallegos debería estar entre los 5.000 y los 7.000 habitantes y en ningún caso, deberían bajar de los 4.000 habitantes. 


Tras este proceso de fusión sus habitantes con una aportación per cápita similar a la de otros más grandes (e inferior a la actual) recibirían una mayor y mejor prestación de todos los servicios. Esta es precisamente la base en la que se fundamenta esa propuesta de fusión de Ayuntamientos en Galicia, es decir, poner al servicio de los ciudadanos unas instituciones que sirvan con eficacia y eficiencia a las necesidades y exigencias que tienen en pleno siglo XXI.


Además, en comparación con otras fórmulas asociativas supramunicipales, como las mancomunidades de municipios, las fusiones permitirían un importante ahorro, un aumento de la Participación de los Ingresos del Estado (PIE), preferencia en la asignación de planes de cooperación local, subvenciones, convenios u otros instrumentos basados en la concurrencia, etc.


  
PROPUESTAS


Finalmente, este último documento de la Red Localis plantea cinco propuestas para conseguir el redimensionamiento adecuado del municipalismo gallego. La primera es la fusión de Ayuntamientos, fomentada por la Xunta de Galicia. Para ello se plantea una fusión “no traumática” de los pequeños Ayuntamientos con el objeto de convertirlos en unas nuevas organizaciones que se sitúen, como mínimo, entre los 5.000 y los 7.000 habitantes. Para ello es necesario la elaboración y la posterior superposición de dos mapas.

El primero, donde consten los servicios que prestan todos y cada uno de los Ayuntamientos y el segundo donde se delimiten los ámbitos territoriales para la prestación de los mismos.

Constituidos esos ámbitos territoriales será de cuenta de la oficina de fusiones, tal y como se señalará en la segunda propuesta, el establecimiento de los tiempos. Como resultado de este ejercicio el número total de municipios pasaría de los 314 actuales a los 143-172. Una reducción de entre el 45 % y el 54 %. Por provincias, la de Ourense será la más afectada y la que menos, la de A Coruña.


La segunda propuesta es la creación de una oficina para fusiones. Si bien la creación del Fondo Adicional de Cooperación Local (FACL) aprobado por la Xunta de Galicia es un importante paso, es necesario mejorar su enfoque. El importe a repartir entre todas las operaciones de fusión que se inicien durante 2016 será de 2,1 millones, cuantía que puede no resultar determinante como elemento dinamizador de proceso de fusiones si el número de fusiones es elevado. 


Por lo tanto, seria primordial empezar por la creación de una oficina que se encargue del estudio, programación, promoción y propuesta de las fusiones que realmente necesita Galicia. Igualmente esta entidad sería la encargada de financiar con cargo a ese FACL los gastos que se pudieran ocasionar con ella.


Como tercera propuesta se encuentra el desarrollo de una estrategia de información sobre las fusiones municipales con la finalidad de erradicar los prejuicios que puedan aparecer. Las fusiones de Ayuntamientos pueden llegar a entenderse, por parte de algunos responsables municipales, como una pérdida de servicios para sus habitantes.

Por lo tanto, frente a una imposición de fusiones entre Ayuntamientos, que podría entenderse como un nuevo proceso recentralizador a nivel local, se debería plantear recomendaciones para el aprovechamiento de los recursos locales. Una cuestión de una trascendencia como esta debería ser fruto de un gran pacto a nivel nacional, pero lo anterior no puede ser excusa para trasladar sine die este problema.

Como cuarta propuesta se señala la imprescindible modificación de las Diputaciones Provinciales. Una cuestión que se ha planteado como objeción a las propuestas de fusiones de Ayuntamientos es que éstas supongan una minoración en la representatividad de los miembros de las Corporaciones Locales.

Con la propuesta de la Red Localis se podrían suprimir en torno a 150 Alcaldías. Lo anterior no tendría que suponer ningún problema, ya quien ostenta la representación vecinal es el Pleno de la Corporación, que experimentaría una reducción mucho menor. Precisamente, esta cuestión enlaza con la propuesta de modificación de las Diputaciones Provinciales, en especial su composición política.


Con la reducción de Ayuntamientos tras este proceso de fusión, el Pleno Provincial debería estar formado por todos los Alcaldes, lo que garantizaría una composición mucho más democrática que la que existe actualmente. Además, gracias a este proceso de fusión las Diputaciones Provinciales se convertirían en organismos extraordinariamente útiles para la prestación de determinados servicios.


Finalmente, como quinta propuesta figura la reforma de la financiación local. El redimensionamiento de la planta local exige el análisis de la financiación municipal. No solo debe suponer una nueva Ley que la regule, una vez superada la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, sino también de modificación de los actuales comportamientos interadministrativos en ésta materia. No puede ser que se siga manteniendo la dependencia económica de los Ayuntamientos de un sistema pernicioso de subvenciones.

 La fusión pondrá a los Ayuntamientos en una posición más ventajosa para poder negociar el cambio de status de esas colaboraciones interadministrativas. Asimismo, es necesario para asegurarse éxito en esta última medida, replantearse la equiparación de la hacienda local gallega con la del resto del Estado.


Resumiendo, el último documento de la Red Localis permite un ejercicio de reflexión muy interesante sobre el tamaño que deberían tener los municipios en Galicia. Una lectura, a todas luces muy recomendable.
 

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