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Los problemas presupuestarios de las entidades locales en Galicia

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Hace pocas semanas se presentó el último documento de trabajo de la Red Localis, Red de Administración Local, titulado “Los problemas presupuestarios de la entidades locales: ingresos y gastos”, de acceso libre en internet en la siguiente dirección: www.redlocalis.com/wp-content/uploads/2017/07/Red-Localis-7.pdf  

En este informe se realiza un análisis completo y minucioso de la situación tributaria y presupuestaria de los municipios gallegos, abordando para ello cuatro cuestiones claves que condicionan su funcionamiento: financiación, estabilidad presupuestaria, regla de gasto y estructura presupuestaria.

PROBLEMA ENDÉMICO
La falta de recursos es un problema endémico en materia de financiación en los ayuntamientos gallegos. Los autores de este estudio ponen de manifiesto que el peso de los tributos propios y cedidos sobre el total de recursos debería ser entre el 50-70%. Sin embargo, de los 201 municipios gallegos (lo que supone el 64% de todas las entidades municipales en Galicia) no alcanzan por esta vía, por término medio, ni tan siquiera el 26% de los ingresos totales. Por lo tanto, lo único que les queda para mantener su capacidad de gasto es acudir a la subvención y transferencias, provocando un grave problema de raquitismo fiscal, dependencia financiera y falta de autonomía tributaria. Esto sin duda, condiciona la viabilidad financiera de estos municipios, tal y como ha venido señalando la Red Localis, debiendo apostar por una modificación de la planta municipal, siguiendo el ejemplo de muchos países europeos, donde también tenían este problema y tuvieron que implementar medidas para su solución.

CUESTIÓN DE TAMAÑO
El escaso tamaño de los municipios gallegos es un problema muy importante y crítico en este sentido. Según el citado informe, este factor de dimensión condiciona la capacidad fiscal y  la prestación de servicios de las entidades locales a los ciudadanos. Además, algunos municipios caen en el error de no cobrar determinados servicios, que si tienen un determinado coste, generando un problema de ilusión fiscal. No hay nada gratis y solo repercutiendo correctamente el coste, el ciudadano se dará cuenta de lo necesario que es sufragar los servicios y bienes que recibe.

Para analizar todas estas cuestiones, de especial relevancia para el caso gallego, los autores realizan una simulación que permite identificar las diferencias recaudatorias de los municipios gallegos de menos de 50.000 habitantes con las obtenidas por los municipios españoles del mismo tramo poblacional. Así, se pueden identificar tres tipos de municipios en Galicia desde el punto de vista de su capacidad fiscal propia: En primer lugar aquellos que podríamos denominar normalizados, cuando el indicador no supera los cinco puntos negativos de la media española, en segundo lugar aquellos municipios que es fácil normalizar, cuando la diferencia negativa es inferior a veinte puntos y, por último, los que es resulta difícil normalizar, componiendo así este grupo los que presentan una diferencia negativa por encima de los 20 puntos. 
A partir de esta clasificación el estudio señala que si bien, por una parte, el 35% de los municipios gallegos serían normalizados o de fácil normalización, el 65% restante tiene dificultades crecientes o graves problemas a medio plazo para lograr la convergencia y normalización fiscal. Por lo tanto, hay que tomar medidas urgentemente para corregir esta realidad, que posiblemente vaya a más, dado el deterioro poblacional de los municipios de menor tamaño. Mirar para otro lado y esperar que lleguen las subvenciones no es la solución.

SITUACIÓN DE EQUILIBRIO
Una segunda cuestión que trata el último informe de la Red Localis es la estabilidad presupuestaria, esto es lo que se conoce en el argot hacendístico como la situación de equilibrio o superávit estructural, construido a partir de la diferencia entre los capítulos 1 al 7 de ingresos y de gastos. Aunque en principio esto puede parecer lo razonable, hay algunos problemas que los autores se ocupan de analizar. Así, es posible que el presupuesto sea formalmente equilibrado, pero inestable ya que no recoge correctamente todas las partidas que debería contener. Además, resulta paradójico el freno que pone la Administración General del Estado a la utilización del remanente de tesorería municipal, sobre todo si tenemos en cuenta que la deuda viva de las entidades locales supone únicamente el 3,2% del total de la deuda viva de todas las Administraciones Públicas. Finalmente, resulta evidente el elevado esfuerzo que han tenido que soportar los ayuntamientos en sus cuentas públicas, lo que ha permitido que la administración local cerrase el ejercicio fiscal 2015 con un superávit de 5.000 millones de euros.

REGLA DE GASTO
En tercer lugar y en relación a la regla de gasto, que es un instrumento de disciplina presupuestaria que buscar la sostenibilidad de las cuentas públicas, se ha de valorar  que el crecimiento del gasto esté condicionado por los ingresos estables y sostenidos en el tiempo de las Administraciones Públicas. En este apartado, según el citado informe, hay también que realizar ciertas matizaciones. Según los autores, ese porcentaje de incremento de gasto fijado por la Administración General del Estado no está ajustado a la realidad, ya que los ayuntamientos vienen cerrando los presupuestos con superávit, pero ojo, por no poder aumentar su gasto computable, lo que puede traducirse en una reducción de la cantidad y calidad de los servicios que prestan los ayuntamientos gallegos a sus ciudadanos. Si esto es así, flaco favor se está haciendo a los habitantes.

PRESUPUESTOS DE ESTRUCTURA RÍGIDA
En cuarto lugar, este séptimo informe de la Red Localis señala la necesidad de modificar la estructura presupuestaria rígida, para poder considerar gastos que habitualmente se prestan por los ayuntamientos de una forma más eficiente y ágil.

Finalmente, y como sucede en todos los documentos elaborados por la Red Localis, en la parte final figuran una serie de elementos de carácter propositivo, que permiten señalar posibles líneas de actuación, en aras de mejorar la actual situación fiscal y presupuestaria de los ayuntamientos gallegos.

LÍNEAS DE ACTUACIÓN
En materia de financiación local los expertos de la Red Localis sostienen que es necesario dotar de mayor autonomía fiscal y financiera a los municipios, ya que su capacidad económica depende excesivamente de la generosidad del resto de Administraciones Públicas. Para corregir esta situación, los autores señalan que es imprescindible diseñar nuevos espacios con base económica suficiente o ampliada para lograr municipios con mayores recursos y potencialidades. Desde luego, seguir con la atomización municipal de los municipios gallegos no parece lo más deseable para corregir esta tendencia.

En relación al uso del remanente de tesorería para financiar la partida de gastos no estructurales en la administración local, los autores de este estudio mantienen que este procedimiento no puede inducir inestabilidad. En el documento se señala la conveniencia de flexibilizar el criterio anterior, de forma que una inestabilidad temporal no tenga que implicar la elaboración de un plan económico financiero. Los autores sostienen que la mera ejecución normal del presupuesto siguiente ya implicaría cumplir con el principio de estabilidad.

En cuanto al el uso del superávit presupuestario para realizar inversiones financieramente sostenibles, la Red Localis apuesta por la necesidad, en todo caso, de dotar de mayor autonomía a la administración local, no quedando supeditado a la autorización anual del Estado. Por lo que respecta a la regla de gasto, también se aboga por su flexibilización, bien mediante la eliminación de determinados gastos como las inversiones, bien mediante la previsión de un mayor incremento respecto a ejercicios anteriores.

Finalmente, en lo que refiere a materia de estructura presupuestaria local, la Red Localis aboga por una nueva norma, ya que la normativa autonómica de adaptación de la Ley de Racionalización de la Administración Local permite seguir prestando aquellos servicios que se venían prestando siempre que no pongan en riesgo la estabilidad y sostenibilidad financiera del municipio.

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