CREANDO LA MARCA OURENSE

La provincia bate récords de ahorro pese a la crisis y se olvida del crédito

El ahorro crece en Ourense más que nunca y las entidades financieras jamás tuvieron tanto dinero de los ahorradores de la provincia. Según el Banco de España, a finales del 2015 los ahorros sumaban 8.029 millones de euros

En tiempos de tribulación mejor no hacer mudanza. Eso decía San Ignacio de Loyola y eso deben pensar la mayoría de los ourensanos que han inmovilizado sus dineros en cuentas bancarias. Es más, nunca hubo tantos depósitos bancarios como en las épocas de recesión económica. Así se desprende de los datos oficiales del Banco de España y de los que, para el caso de Ourense, se establecen las siguientes conclusiones: el ahorro de los ourensanos sigue creciendo, sobre todo en los depósitos a plazo fijo y la petición de crédito experimenta el camino contrario, cayendo en picado. El dinero donde mejor está es en el banco, parecen decir la mayoría de los ourensanos, que consideran los productos bancarios convencionales un valor refugio.

A finales del 2015 había en las entidades financieras que operan en el mercado provincial 8.029 millones de euros en depósitos, de los que 144 eran de las administraciones públicas y los 7.885 restantes estaban en manos privadas. Teniendo en cuenta estos datos, la cuenta bancaria media de los ourensanos estaría en torno a los 23.000 euros, resultado de dividir el número de habitantes por el total de depósitos.

Patricio Sánchez, profesor de Eonomía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Vigo, no se muestra sorprendido por estos datos porque cree que forman parte de la idiosincrasia del gallego, sobre todo del ourensano: “Se sigue usando el ahorro como valor refugio porque no se han percibido mejores alternativas, el ahorrador no ha visto otras salidas y se han usado como nunca los depósitos bancarios y eso que la crisis ha coincidido con una caída de los intereses que se pagaban por los depósitos”.

En el año 2008 (en los albores de la crisis, por lo tanto) los ourensanos tenían en los bancos 6.398 millones de euros, para pasar a los 6.839 millones un año después. El crecimiento se mantendría porque en el año 2010 la cifra era de 7.134 millones, 7.160 en el 2011; 7.078 en el 2012; 7.469 en el 2013, para pasar a los 7.829 millones en el 2014. Por último, en el 2015 la cifra batió todos los récords llegando a los 8.029 millones de euros.

Efectivamente, todas las provincias gallegas registran un comportamiento similar, pero no se percibe una secuencia tan clara como en Ourense, según los datos del Banco de España. Y estos datos se producen aun cuando los bancos han tenido su particular vía crucis durante la crisis, con rescates de algunas entidades, bancarización de las cajas y ajustes duros para mantener su viabilidad. Ello no fue obstáculo para que los ourensanos siguiesen creyendo a pies juntillas en su entidad financiera. Patricio Sánchez recuerda que el dejar el dinero en el banco “fue la salida menos mala y la desconfianza no ha sido significativa”. Lo que sí destaca es que, efectivamente, el dinero que queda a buen recaudo no mueve el consumo, no facilita la inversión “y desde luego no se va a actividades emprendedoras u otro tipo de iniciativas similares”.

En general, todos los tipos de ahorro han crecido sustancialmente durante los años de la crisis y siguen su trayectoria ascendente en el momento en el que ya no es tan grave. Como ejemplo sirva la comparativa entre los años 2008 y 2015. En el primero de los ejercicios había 6.398 millones de euros en las entidades financieras, de los que 710,7 millones eran depósitos a la vista; 1.660 millones en depósitos de ahorro y 4.027 millones de euros en depósitos a plazo. En el 2015, de los 8.029 millones guardados en bancos, 1.210 millones estaban en cuentas a la vista, en ahorro había 2.595 millones, mientras que 4.079 estaban en depósitos a largo plazo.

CAÍDA DEL CRÉDITO
Esta situación tiene también su lado adverso: los ourensanos piden cada vez menos dinero a los bancos para un crédito. Eso puede deberse a que no han tenido necesidad o que sencillamente las entidades han mantenido cerrado el grifo del crédito. “Este sí es un defecto de los ourensanos y un auténtico problema porque en la medida en la que no se genera crédito no se va a producir un estímulo de la actividad económica”, sostiene Patricio Sánchez. Pero también puede deberse a que el patrón del consumo penalizó la compra a crédito o que se han podido hacer los pagos al contado, precisamente por la alta capacidad de ahorro que se percibe en Ourense, según las cifras auditadas por el Banco de España.

A 31 de diciembre del año pasado se habían concedido 3.399 millones de euros en créditos, una cantidad que sigue cayendo desde la crisis. En el 2014 se concedieron préstamos por valor de 3.508 millones, mientras que en el 2013 la cantidad había subido a 3.935 millones.  Por su parte, los préstamos concedidos en el 2012 sumaron 4.137 millones, menos de los 4.885 del año 2011. En el 2010 fueron 5.115 millones, también una cantidad menor de la del 2009 (5.288 millones) y la del 2008, con 5.578 millones.

Por lo tanto, la concesión de préstamos en la provincia sigue a la baja “y eso que el grifo de los bancos ha vuelto a abrirse”, como reconoce Patricio Sánchez. En el resto de provincias gallegas, sin embargo, la petición de préstamos está reactivándose, aunque lentamente, para estimular el consumo y favorecer las inversiones de las empresas. 

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