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Revive un clásico entre los hoteles

photo_camera Alejandro Fernández.

El hotel Miño reabrió sus puertas el 1 de diciembre después de haber sido sometido a una profunda transformación

La ciudad cuenta ya con un nuevo equipamiento hotelero. Mejor dicho, recupera uno de los establecimientos clásicos, muy ligado a la historia reciente del centro urbano. El hotel Miño reabrió sus puertas el día 1 de diciembre pasado después de haber sido sometido a una profunda transformación, que le hacía falta, como reconoce la propiedad del establecimiento de una estrella. La historia del local arranca en la década de los 40 del pasado siglo, de la mano de Bautista Rodríguez, antepasado del joven Alejandro Fernández, que sin haber llegado a la treintena asume la máxima responsabilidad de la empresa. El actual hotel Miño comenzó en los 40 como un mesón y luego una pensión, con sucesivos nombres como Roxo o La Confianza antes de ser hotel Miño. Pero esos momentos forman parte de la historia. El hotel fue manteniendo el tipo durante años pero la familia propietaria decidió alquilarlo a otra sociedad, que lo tuvo en su poder casi veinte años. En los últimos la situación era manifiestamente mejorable, como reconocen hoy los actuales propietarios.
El hotel estuvo a la venta pero las ofertas no llegaron a cuajar. De hecho, Alejandro Fernández reconoce que "nadie lo valoraba lo suficiente" y la propiedad decidió asumir directamente la gestión "porque vimos una oportunidad", dice su gerente. Alejandro cree que "si haces las cosas bien el hotel tiene futuro" y él mismo se puso al frente del negocio luego de un periodo de varios meses de negociación con la familia para analizar cómo se abordaba el tránsito en la propiedad y se reabría el hotel.

El responsable del establecimiento se había formado en varios frentes profesionales, aunque no directamente relacionados con la hostelería. Alejandro estudió Administración y Dirección de Empresas en Ourense y decidió enfocar sus actividades profesionales hacia el comercio internacional. Trabajó en Francia e Inglaterra, aprovechando para mejorar el conocimiento de los idiomas de ambos países. Hizo también el master del ICEX (Instituto de Comercio Exterior) y se fue a trabajar un año e Marruecos. Ya de regreso a España, estuvo trabajando en labores comerciales en Logroño.
Pese a confesar que "le tenía un poco de respeto al negocio" se puso al frente porque creyó en las posibilidades del hotel, "pero también porque la ciudad tiene futuro desde el punto de vista turístico". La vocación del establecimiento es ser un hotel urbano que capte el visitante familiar, las estancias de fin de semana y los profesionales que con tal motivo de desplazan a Ourense. En el hotel Miño están trabajando diez personas para atender 35 habitaciones (21 dobles y 14 individuales), la cafetería y demás dotaciones. "Tenemos un equipo joven y muy dinámico", destaca Alejandro Fernández de paso que valora como muy positiva la acogida que está teniendo el establecimiento en sus dos meses abierto al público.

RENOVACIÓN

El asentamiento del negocio está siendo bueno, aunque el gerente reconoce que no ha jugado a su favor el tiempo que estuvo cerrado el hotel los últimos años, incluso la calidad de los servicios que se prestaron en su momento. A este respecto señala que "un hotel debe tener una renovación en profundidad cada cinco o diez años y los últimos aquí no se había tocado a prácticamente nada". Ahora los cambios alcanzan todas las habitaciones y baños, que han sido reformadas tanto en el mobiliario como suelos o paredes.
Alejandro Fernández también alude a la categoría del hotel, de una estrella, indicando que "siempre es mejor tener más estrellas porque aunque la estrella de marca y te exige una serie de servicios, también te da flexibilidad y te hace estar en el mercado". Para asentar el modelo de negocio la empresa ha optado por buscar un perfil de público urbano "que valore una buena relación precio y calidad, que esté céntrico, próximo a la zona comercial y de hostelería e incluso con las termas también muy cerca". Han decidido reforzar su imagen en Internet, un canal cada vez más utilizado para hacer las reservas del hotel, pero también para que los usuarios dejen opiniones y comentarios sobre la calidad del servicio ofertado. "Eso es lo que te da mucha visibilidad y te puede a ayudar a conseguir clientes", subraya en gerente.

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