CON PRIMA DE RIESGO

La riqueza va por barrios: la zona noble son los datos macro y el área más débil, el dato de la pobreza

ourense. mujer pide limosna calle ourense.

La recuperación económica, además de datos positivos, también está dejando “guetos” de pobreza.

La situación económica está mejorando, realidad indiscutible desde el punto de vista de múltiples indicadores macroeconómicos, caso del crecimiento del PIB 3,1%, de la caída del paro, (unos 500.000 empleos nuevos en el último año en España y unos 20.000 en Galicia), o las buenas cifras de la recuperación de la competitividad de la economía española, y sobre todo gallega que muestra niveles record de ventas al exterior. Sin olvidarnos de la “invasión” histórica de turistas que por mar, tierra o aire, han arribado en tierras españolas, eso sí sobre todo por el sur. Datos que nos permiten competir con EEUU por el segundo lugar del pódium mundial de un sector que cuenta, con uno de cada siete habitantes del planeta, como clientes.

Pero la economía suele tener dos caras habitualmente. En las primeras clases de esta ciencia se suele explicar cómo la economía ayuda a la toma de decisiones para un uso racional y eficiente de los recursos. Decisiones racionales que no siempre ayudan al desarrollo del conjunto de los habitantes. Como en la recuperación española que está dejando en evidencia problemas “estructurales” de este país que no se están afrontando de forma debida. Un dato, según el último informe de pobreza uno de cada cuatro gallegos, unas 702.000 personas de una población de 2.732,347, el 25,7 % están en riesgo de pobreza o de exclusión social. De ello, se destaca que unos 132.000 gallegos se encuentran en situación de pobreza extrema, lo que significa que sobreviven con ingresos inferiores a 332 euros. En el otro lado de la balanza, en torno al 10 % de los españoles más ricos obtienen una cuarta parte de los ingresos de toda la población. Y solo en el último año 7.000 nuevos millonarios se han unido a ese selecto club. 

Por tanto, España muestra uno de los mayores niveles de desigualdad de la UE. Así lo ratifican organismos internacionales como la OCDE, la Comisión Europea, el FMI, Caritas u Oxfam que además alertan que el sistema de impuestos y ayudas sociales resultan ineficaces. Esta realidad también es marca España, ya que el indicador de desigualdad determina las estrategias de entrada de los grandes grupos internacionales en el territorio nacional. 

La pregunta es sí nuestro crecimiento puede ser una solución al problema de la pobreza y la exclusión social.

Actualmente España y Galicia crecen por dos binomios, o así afirman los departamentos económicos de los distintos gobiernos, de una parte la venta internacional y de otra parte el incremento de la demanda interna. Cualquier economista extranjero se preguntaría como en el país de Europa con el segundo mayor nivel de paro y de desigualdad se puede incrementar el consumo sin que suban apenas los niveles de endeudamiento y de impagos. Están locos estos……. Españoles. Pues se puede, eso sí gracias a la devaluación de los sueldos de los puestos de trabajo nuevos o de los puestos de trabajo de los menos cualificados. La elevación de la tasa de consumo se debe a que las clases medias y medias altas tienen más poder de compra, o como diría un economista “sólo cabe imputarlo a un efecto riqueza derivado de la devaluación salarial y de la deflación de precios” que dicho por nuestra abuela es más por menos. La caída de precios y sueldos permite, a quien no ha sufrido pérdidas del poder adquisitivo en la crisis, poder adquirir más cosas con el mismo nivel de renta. Ya saben como dicen los “economistas de bar” cuando vienen mal dadas, el que tiene dinero contante puede comprar gangas. 

Otra reflexión, uno de cada cuatro empleados en España tiene un trabajo temporal, lo cual representa la mayor proporción dentro de la OCDE, a excepción de Polonia. Y no sólo eso: España muestra la tasa más baja en la transición de empleos temporales a contratos indefinidos. Es decir, es el país donde menos trabajadores, apenas uno de cada diez, logra transformar su contrato de trabajo por un periodo determinado en uno de duración indefinida. Y estos datos también nos sirven para explicar la evolución del segundo binomio, recuerden, la internacionalización. En el caso de España la balanza comercial total del año 2016 sigue siendo negativa, pero en honor a la verdad, cercana al equilibrio. Si hacemos un análisis más incisivo de los datos internacionales nos encontramos que el sector estrella es la prestación de servicios turísticos, una vez más gracias a precios competitivos frente al resto de países del Mediterráneo. Y en el caso gallego el éxito procede de “dos bendiciones: PSA e Inditex” y de sus políticas de costes. Por tanto “parece” que nuestra recuperación procede de una parte de la población, que se debe sacrificar y prestar los servicios de forma más barata. La recuperación en España es indiscutible pero me gustaría recordarle a los decisores políticos una máxima militar importante “Nunca dejamos a nuestros hombres y mujeres atrás”.

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