El polígono industrial de San Cibrao das Viñas ha hecho una breve parada para celebrar sus primeros 50 años.
Medio siglo de vida. 50 años de vicisitudes. Casi 18.500 días de ilusiones del polígono industrial de Ourense, el elemento tractor de la economía provincial, el lugar que alberga hoy a 360 empresas y que da empleo directo a más de 8.000 trabajadores. La instalación fabril más importante de Ourense y una de las más pujantes de Galicia está de celebraciones estos días porque la ocasión lo merece. Cuando unos visionarios creyeron en el proyecto Ourense trazaban una línea maestra que no siempre fue recta en términos de estabilidad, pero ha sabido capear crisis, alguna de ellas tan cruenta como la que todavía da coletazos.
En los comienzos el metro cuadrado de parcela se pagaba a 29 pesetas; es decir, a 18 céntimos de hoy. Todo era pequeño, leve, pero la ilusión era grande. “Vimos a ofrecer respeto e admiración a quenes en 1965 sementaron, acubillaron e forneceron de futuro estas terras que pisamos”, dijo el presidente de los empresarios de San Cibrao, Elías Mera en su discurso en la “Arboreda do Tempo” un lugar próximo a la sede de la asociación en la que se han plantado 50 árboles, uno por cada año de vida de la instalación. En ese lugar se colocó un mural en el que se han colocado placas por cada una de las empresas que han estado o continúan en San Cibrao. Barreiros (hoy Cie Galfor), Orember (hoy en Finsa) y Muebles Calvo fueron las primeras en montar sus fábricas, marcando el camino a otras como Cervezas San Martín, Coren o incluso Citroen, el verdadero elemento diferencial del polígono mientras mantuvo su actividad, que cesó hace un cuarto de siglo.
Los empresarios del polígono tienen estos días una cita con la memoria, con las añoranzas, pero está claro que San Cibrao sigue teniendo mucho latido, como lo ha demostrado en estos últimos años. Entre junio de 2008, con la crisis a las puertas, y este año el mercado laboral en el polígono creció un 15%, un proceso contrario al que se veía en el resto de Galicia y España, ya que en el mismo periodo la comunidad sufrió un descenso laboral del 13%.
En estos momentos en San Cibrao está un tercio de las industrias ourensanas que superan los 250 empleados y la sexta parte de las que se posicionan en el tramo anterior, el de 100 a 250 empleados, según datos de la propia asociación. Elías Mera, presidente del colectivo subrayó que “con su actividad y dinamismo el polígono genera la mayor parte del empleo industrial de la provincia, lo que equivale a decir que impulsa los salarios y las cuotas de estabilidad laboral más altas de Ourense”.
Pero, además, San Cibrao das Viñas se sitúa como el municipio gallego con mayor Producto Interior Bruto per cápita, por delante de referentes industriales como Arteixo, A Coruña o Vigo.
Los retos del futuro
Pero, más allá de regocijarse en los números favorables, la instalación fabril tiene importantes retos para mantener la competitividad. Ha sido una constante reivindicativa la conexión con la autovía A 52, y la solución parece estar un poco más cerca. El Conselleiro de Industria, Francisco Conde, adelantó que “a Xunta está a dar o impulso definitivo á autovía que conectará o polígono de San Cibrao coa autovía Rías Baixas” en la que se invertirán algo más de 28 millones de euros “grazas aos fondos europeos que a Xunta xa conseguiu asegurar”, según el titular de Industria, que avanzó también que se está “ultimando o proxecto de trazado que neste mes de outubro someteremos a información pública para escoitar e dar a oportunidade a todos a participar, mantendo o obxectivo de licitar o proxecto construtivo neste mesmo ano”.
Otro de los retos a los que debe hacer frente es sacar el máximo aprovechamiento a la condición de suelo terciario. Esta calificación permite a las empresas comerciales optar por instalarse en San Cibrao das Viñas. Hasta el momento, según fuentes de la asociación de empresarios, todavía no se ha plasmado ninguna operación en este sentido.
Sin embargo, el interés por ocupar una parcela en el polígono parece recuperarse, después de muchos años de crisis. Este interés también se vislumbran en otros suelos industriales de Ourense, gracias a los importantes descuentos de se practican para eliminar los excedentes que hay en la provincia.
Según los últimos datos de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Xestur acaba de adjudicar 13 parcelas, con una superficie total de 14.502 metros cuadrados y un importa de bonificación que llega a los 524.968 euros. Xestur adjudicó estos suelos en los parques empresariales de Pereiro de Aguiar, Vilamarín, Xinzo de Limia y O Barco de Valdeorras. El Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS) adjudicará siete parcelas en Ourense, con una superficie de 14.000 metros cuadrados.
Aún así, en la provincia quedan aún muchas parcelas por comercializar. En la Central de Transportes de San Cibrao, 6 parcelas con 43.177 metros cuadrados. En el parque empresarial de Vilamarín, 16 parcelas, con 24.060 metros cuadrados; en Pereiro de Aguiar, 21 parcelas, con 27.823 metros cuadrados y en Xinzo de Limia, 12.000 metros cuadrados.
Por su parte, el IGVS, tiene parcelas en Celanova, O Barco, Carballiño, Ribadavia y Pazos. Todos ellos tienen una bonificación del 50% sobre el precio original.
