La economía de Galicia no se puede entender sin tener en cuenta el sector agroindustrial. La riqueza de nuestras costas, ríos y tierras han sido y siguen siendo fuente de riqueza para muchos gallegos, además de ser el soporte principal de nuestra gastronomía y por ende de parte del sector hostelero así como de nuevas formas de turismos como el enoturismo o en parte del turismo verde. El sector alimentario ha sido uno de los primeros sectores en dar muestras de recuperación y crecimiento.
Según los datos del IGE de la serie de “Traballadores cualificados no sector agrícola, gandeiro, forestal e pesqueiro”, las cifras del segundo trimestre del año 2015 presentaban unos valores de 47.200 ocupados, cifra que aumenta hasta 59.200 ocupados en el segundo trimestre del año 2017. Por tanto muestra un nivel de incremento de 12.000 nuevos empleos cualificados en dos años.
Sin duda, el sector agroalimentario es uno de los primeros de la economía gallega en mostrar un proceso de recuperación y es a la vez uno de los sectores principales del territorio gallego que mayor resistencia ha mostrado en el peor momento del periodo de crisis.
El complejo alimentario gallego (producción primaria más industria de transformación) representa el 10% de empleo de Galicia con cerca de 120.000 empleos dependientes de este sector. De ellos 26.817 se emplean en el sector industrial alimentario, que representa el 14% del PIB gallego según los datos del Clúster alimentario de Galicia, fuente que también indica que el sector esta formado por 2.220 empresas. El sector sumó una cifra de negocio de más de 2.700 millones, destacando la participación de casi 2.000 millones en el subsector de la pesca, con un incremento cercano al 10%.
El sector también destaca por su proyección Internacional representando el 15% del volumen de exportación de Galicia, alcanzando una cifra de más de 1.400 millones de euros, de los que 1.132 millones se refieren a la pesca, que ocupa el tercer lugar en importancia de las exportaciones de la economía gallega. El valor de las exportaciones de pescados y mariscos es principalmente de productos transformados, suponiendo el 17% de las ventas totales de Galicia al mundo según los datos de ANFACO.
A ello debemos sumar que representa el 6,5% del valor añadido bruto de nuestra economía; unos 6.500 millones de euros, cifra ya superior al sector de automoción. Estos datos, según el Foro de economía de Galicia, nos sitúa en una posición líder a nivel de Europa en especialización del sector agroindustrial, llegando a duplicar la media del conjunto de Europa en números de empleados.
El sector es líder en varias ramas de producción a nivel nacional. Por ejemplo Galicia es líder indiscutible del sector pesquero nacional con cerca del 50% del sector con más de 4.500 barcos en activo y más de 11.000 empleos. En el caso del sector lácteo también somos líderes de producción con un volumen del 38% del total en el año 2015. Galicia, además, es, con mucha diferencia, la comunidad con mayor número de ganaderos en España. Aglutina el 56% del total, cuatro veces más que la segunda Comunidad con más ganaderos, Asturias (13%), seguida de Cantabria (9%) y de Castilla y León (8%), según los datos de FEGA. La comunidad también es la de mayor número de vacas, con el 39,9% de los animales, casi cuatro veces más que Castilla y León, que tiene el 11,3%. Les siguen Cataluña, con el 9,2%, Asturias, con el 9,1% y Cantabria, con el 8,3%.
El sector conservero es otro líder indiscutible de producción mundial. Galicia aglutina a más de la mitad del sector nacional, con más de 2.500 empresas localizadas, las cuales emplean a más de 35.000 personas. La facturación en el último ejercicio alcanzó los 15.000 millones de euros, generando un valor añadido de 1.600 millones de euros, lo que representa el 20% de todo el sector industrial de la comunidad. Dentro de esta rama industrial, el sector pesquero, acuícola y de transformación y comercialización de dichos productos tiene un papel muy significativo, pues representa el 50% del tejido empresarial, el 54% de la facturación, el 52% del empleo y el 60% del valor añadido según los datos publicados por ANFACO.
Por tanto Galicia es un referente nacional e internacional en materia de producción alimentaria.
EFECTO ARRASTRE
Tampoco podemos obviar su efecto arrastre sobre otros sectores, como la construcción naval, con la fabricación de nuevos barcos o el mantenimiento de los actuales. Un ejemplo, Pescanova prevé la construcción de nueve nuevos barcos con una inversión de más de 42 millones de euros. O en otros sectores como el de fabricación de envases y embalajes para la industria transformadora. Además de la fuerte demanda del sector de transporte de mercaderías.
El sector es clave además para el desarrollo rural. Pensemos en la industria conservera ubicada en villas de la costa de Galicia o el sector ganadero ubicado en las montañas del interior gallego. Que además de generar riqueza es capaz de crear empleo en el espacio rural ayudando a fijar población y mejorando los valores económicos. Su actividad además dibuja campos y paisajes de cultivos de vid, patata, o de espacios dedicados al pasto de animales de gran valor para el turismo. A pesar de su expansión, el sector y sus distintas ramas industriales todavía no han alcanzado el techo de producción y empleo previos a la crisis, por lo tanto es un sector en expansión.
LA EXITOSA AGRICULTURA ECOLÓGICA
La agricultura ecológica suma y sigue, el último año alcanzó la cifra de facturación de 42 millones de euros, un 25% más que en el año anterior. Esta cifra consolida un sector en fuerte expansión, ya que alcanza los 1.013 operadores, donde además la mayoría son productores. Esta cifra aumenta en el último año en un 18%.
La superficie total en explotación bajo esta denominación es de 31.436 hectáreas . El mayor incremento por hectáreas en el último año se identifica en la provincia de A Coruña que duplica su crecimiento interanual. El sector augura un fuerte crecimiento al incrementarse el consumo en el último año en España en un 24% y alcanzar un gasto por habitante de 32 euros año. Estas cifras sitúan a España en el quinto lugar de Europa por nivel de consumo. Otro dato destacado es que el sector ha crecido de forma constante durante la última década a pesar del proceso de crisis.
