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Los servicios vinculados al envejecimiento activo como motor económico de Ourense

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El cambio generacional significa un incremento de la población con mayor nivel de edad y una caída en número y peso de los menores de 25 años. Estos profundos cambios provocan modificaciones significativas en la demanda de valor y por tanto en cómo las empresas afrontan el mercado

La situación actual de la pirámide Europea nos indica una tendencia al aumento de los mayores de 55 años y una reducción de los menores de 25 años. Este proceso demográfico es tendencia desde hace una década en España y solo paliada por la llegada de las remesas de extranjeros y sus hijos. 

A nivel gallego y ourensano dicha tendencia marca el desarrollo futuro del territorio. 

Este cambio de estructura de la pirámide de población a nadie se le escapa que provocará cambios sustanciales en la demanda en el mercado, pesando más los productos pensados para ciudadanos de mayor edad. 

En este contexto, donde la mejora sanitaria y alimentaria es un factor clave del aumento de la calidad de vida, y donde los decisores políticos, cada vez más, están preocupados porque la población con mayor edad pueda disfrutar de sus años longevos con calidad de vida y, por sucinto, de salud y de independencia personal, surge la necesidad de desarrollar el llamado envejecimiento activo.

Del informe 2005 de la Comisión Europea sobre vida saludable, se deriva que a pesar de haber aumentado las expectativas de vida, el número de años con salud no se ha incrementado significativamente. Por ello es necesario el envejecimiento activo, que tiene como fin “conseguir que las personas mayores disfruten de una vida saludable integrada plenamente en su entorno, así como impulsar el desarrollo de la solidaridad y de las relaciones intergeneracionales”, según la definición del Libro Blanco del Envejecimiento activo, Inserso.

En este contexto a nivel de Europa surgen nuevos nichos de mercado de demanda centrados en preservar, mejorar y conservar la salud de las personas, que incluyen campos como los alimentos, los tratamientos de salud y de relax, o oferta de turismo especializado, entre otras posibilidades. Ante esta demanda, Ourense surge como una ciudad y una provincia con potencial de aprovechar estas nuevas oportunidades.

El primer ejemplo son las posibilidades que oferta el termalismo a este tipo de cliente. Las infraestructuras termales de Ourense reciben desde hace años los visitantes en los programas del Inserso con una demanda específica, tratamientos de salud y descanso. A esta oferta específica se ha unido recientemente un programa innovador en la materia de atención termal. 

El programa de Termalismo Social de la Diputación, que este año supera ya los 3.000 usuarios es una experiencia innovadora que crece atendiendo demandas de los clientes cada vez más específicas. El programa no solo incluye los servicios sanitarios termales, sino que también actúa sobre el campo de la demanda turística más general con paquetes especializados en ocio, cultura, gastro -y eno- turismo.  


INNOVAR PARA COMPETIR


La oferta da respuesta a las necesidades del cliente de este perfil, que demanda cada vez más servicios de llave en mano, es decir no preocuparse por el transporte, ni el hospedaje, ni los traslados, además de conocer de antemano las actividades a realizar, elementos que le aportan seguridad y tranquilidad a la hora de disfrutar del viaje y la estancia. Decir que en este programa la estancia minina es de seis días, muy lejos del día y medio que indican las métricas estadísticas oficiales para el resto de las estancias turísticas de los demás modelos turísticos. 

Además de la innovación en el mercado del turismo, un sector cada vez más importante de la economía local Ourense también innova en la prestación de servicios públicos para este tipo de perfil de cliente. 

Un buen ejemplo es el desarrollo del proyecto del centro intergeneracional, un proyecto que se lidera desde Ourense y que tiene como fin fomentar la convivencia entre mayores de edad y niños de entre cero y tres años. El proyecto aúna en un espacio de 3.000 metros cuadrados una escuela infantil y un centro de día. 

El objetivo es que niños pequeños participen en actividades conjuntas con mayores de edad para su mutuo beneficio. Es un modelo de origen japonés y que llega a España por primera vez, de la mano de la alianza de la Xunta de Galicia, Concello de Ourense y Fundación Amancio Ortega. 80 jubilados y 82 niños de entre cero y tres años compartirán espacio y actividades para el bien común. Este proyecto con una inversión de cerca de cinco millones de euros espera ser una experiencia innovadora y que sirva de referencia al sector de la atención educativa y de tercera edad. 

Ourense en el nuevo contexto socioeconómico que presenta el conjunto del continente europeo de aumento de la demanda de servicios para mayores de 50 o 55 años el mayor mercado en crecimiento de Europa, muestra poseer condiciones ambientales, profesionales, empresariales y proyectos innovadores para posicionarse en un lugar de privilegio competitivo internacional a nivel de productos o servicios especializados.

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