Begoña Mera creó en el 2015 en Ourense una empresa que apuesta por diseños y tejidos de gran calidad y que comienza a ser reconocida por los especialistas del sector
“El que tenga un sueño debe perseguirlo, sin duda”. Una afirmación rotunda para defender un proyecto en el que su creadora ha puesto mucha ilusión y mucho esfuerzo. Begoña Mera Quintas (Ourense, 1981), creó en el año 2015 la empresa Sommera, volcada en el sector textil, particularmente a través de una apuesta por la alta calidad de los materiales y la búsqueda de un público que desee un artículo exclusivo.
Comenzó su andadura “como una firma que empieza con dos colecciones cápsula, una de vestidos de fiesta y otra de madres y niños, pero decidimos apostar por la confección de trajes de novia”, dice la fundadora de esta empresa. Begoña había testado otros ambientes empresariales con anterioridad y había apostado por completar su formación. En su bagaje profesional está el departamento de mujer de la marca Purificación García, que produce la firma ourensana Sociedad Textil Lonia (STL) y también la firma Antonio Pernas. Apuntaló su formación en el Saint Martins de Inglaterra y en dicho país trabajó como diseñadora free lance para varias colecciones. Regresó a Ourense para trabajar en la Confederación de Empresarios, lo que le permitió “conocer de cerca el mundo empresarial, que a día de hoy me ha venido estupendamente”.
Surge la idea de crear Sommera cuando viaja por varios países y se da cuenta “de la escasa calidad de los productos de confección” y decide inclinarse desde Ourense “por la excelencia que necesita la moda”, subraya esta joven empresaria. Reconoce que Ourense es una provincia con una gran tradición textil y apostó por formar parte de ese sector haciendo sus aportaciones personales. Su especialización en los vestidos de novia es algo más que una modalidad dentro del textil, se trata de una opción por tejidos de alta calidad, una confección personalizada para cada novia, con una apuesta por la especialidad.
Begoña Mera recuerda que disponen “de una colección a medida, que se adapta a cada clienta y también tenemos un atelier para un vestido único, exclusivo”. Detrás de cada producto “hay muchas horas de confección“, reconociendo que no ha sido fácil encontrar las manos que moldeasen un traje como ella ha concebido. El resultado es hoy una empresa con una gran repercusión mediática, con presencia en la prensa especializada y con un retorno en conocimiento muy importante. Ahora tratan de canalizar ese activo y ordenar un crecimiento que está siendo muy importante. Ha pensado en abrir un punto de venta en Madrid, desde donde le llegan muchas peticiones de información. Hoy su mercado está en un 90% fuera de Ourense, sobre todo en el resto de Galicia. Begoña hace una apuesta por el futuro recordando un pasado que “fue muy difícil”, pero esas dificultades han sido alicientes para seguir adelante con su sueño.
