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El termalismo recibe un empujón económico

Publireportaje Balneario de laias

11-9-14
photo_camera Instalaciones del balneario de Laias.

Hace unas semanas se inauguró el balneario de Cortegada y Caldaria anuncia inversiones por valor de 1,1 millones de euros en sus centros termales de Arnoia y Laias

Hace unas semanas se inauguró el balneario de Cortegada y Caldaria anuncia inversiones por valor de 1,1 millones de euros en sus centros termales de Arnoia y Laias. En O Carballiño también quieren activar inversiones e Ibernisha (que gestiona A Chavasqueira, Outariz y Prexigueiro) trabaja en un proyecto de inversiones hoteleras inspiradas en los ryokan japoneses. Lentamente, pero da la sensación de que el sector privado se está implicando en un gremio que tiene 3.000 plazas hoteleras en Galicia.

El termalismo lleva años en el discurso institucional, muy frecuente pero teórico y no viene acompañado de una realidad tangible en las apuestas empresariales. En todo caso, aún cuando todavía queda la gran apuesta del gran balneario urbano por el que suspira buena parte de la ciudad, en las últimas semanas se han sustanciado algunas inversiones para equipamientos ya en funcionamiento. En el transcurso del Foro La Región celebrado el pasado 18 de marzo se anunciaron algunas intervenciones dignas de recordatorio. El grupo Caldaria, que abrió hace ya años la vía para la explotación de los recursos balnearios de la provincia, mantiene en funcionamiento las estaciones balnearias de Laias, Arnoia y Lobios. El gerente del grupo, Javier Soto, anunció la inversión de 1,1 millones de euros en dos de los tres balnearios, concretamente en Arnoia y Lobios. De esa cantidad, 800.000 euros irán destinados al balneario de Arnoia, “donde se va a pasar de de 50 habitaciones a 84 habitaciones y el balneario pasará de tres a cuatro estrellas”. Así lo puso de manifiesto Soto, que anunció también que los 300.000 euros restantes se dedicarán a Laias, instalación que pasará a contar con un gimnasio de 70 metros cuadrados, además de disponer de nuevos sistemas que redundarán en una mejora en la eficiencia energética. Caldaria sumará también 60.000 euros más para la mejora de la eficiencia energética del balneario de Lobios.


La marca pretende ser más competitiva y con ello mejorar también sus niveles de ocupación y, por lo tanto, su cuenta de resultados. En estos momentos alguna de sus instalaciones cierra en temporada baja precisamente por la caída de la demanda, pese a que con la llegada de la primavera se preparan de nuevo todo el operativo para abrir en campaña veraniega.
Pero no solo Caldaria va a la hucha para ejecutar nuevas inversiones ya que otras pueden venir por el camino, aunque por el momento no tienen el nivel claro de visualización que tiene Caldaria. El alcalde de O Carballiño, Argimiro Marnotes, también aludió en el Foro La Región a una intervención en su zona que podría suponer “un orzamento de 2,5 millóns de euros”. De la misma forma recordó la apuesta de la institución por el balneario de Partovia que ocupa 2.000 metros cuadrados y que supone enriquecer sustancialmente las dotaciones existentes en la zona. El balneario de Cortegada es otra de las instalaciones que se acaba de sumar al catálogo termal de Ourense, aunque para que fuese realidad tuvieron que pasar más de 20 años. De hecho, se tardaron quince años en convertir en realidad un centro con aguas de gran calidad desde el punto de vista terapéutico y que puede suponer un impulso decidido para la comarca desde el punto de vista socioeconómico. Esa será, además, una divisa para ayudar a vender a Ourense como destino termal.


Pero además de estas inversiones, alguna de ellas ya realidad, podrían venir otras en camino, aunque sin fecha. La empresa Ibernisha, que gestiona las termas de A Chavasqueira, de Outariz y de Prexigueiro, tiene pensado completar su proyecto con alguna instalación hotelera de inspiración japonesa, al igual que las termas ya en funcionamiento. Pablo Villuendas, responsable de la empresa, anuncia en una entrevista en Euro (ver páginas 8 y 9), nuevas inversiones para completar las dotaciones actuales. En ese sentido anuncia que “el paso siguiente tiene que ser un ryokan, una posada japonesa, con una combinación de bungalows, muy naturales, con madera, creando espacios que se puedan utilizar por el día, con tu familia, como un evento o por la noche”. Recalca que no son momentos “para inversiones grandes” aunque sí para dotaciones más sostenibles y que puedan dar un servicio importante en el sector termal ourensano. Ibernisha no apostará por “instalaciones cinco estrellas”, pero sí por equipamientos de mediano formato y estancias más cortas en línea con una modalidad que lleva funcionando en Japón desde hace años y con notable éxito.
También está en el horizonte, aunque sin fecha, el aprovechamiento del manantial termal que brota en el subsuelo de la antigua cárcel de la calle Progreso. De acuerdo con las intenciones del Concello se puede crear ahí un centro termal, un proyecto que espera su materialización desde hace años y que a medio plazo puede retomarse gracias a que la Justicia ha dado vía libre a la expropiación de los terrenos de As Burgas, lo que también contribuirá a dimensionar adecuadamente la llamada zona cero del termalismo, en la cuna de la ciudad. En los últimos meses también ha trascendido el interés de algunas empresas por construir nuevas dotaciones balnearias en la ciudad, pero dos circunstancias alejan esa posibilidad, al menos de momento: por una parte, la alta inversión que debe acometerse en una época en la que la crisis todavía no es pasado y, por otra, la inexistencia de un plan de urbanismo en la ciudad que delimite espacios de actuación y cree seguridad jurídica a potenciales inversiones. Este último apartado es una exigencia que no está para pronto. De hecho será una de las tareas que deba acometer la corporación municipal que salga de las elecciones de mayo próximo.

EL SECTOR
Según la Asociación de Balnearios de Galicia, la comunidad autónoma es líder en el sector en España y a ello contribuye notablemente Ourense y sus centros termales. En Galicia hay censadas 3.000 plazas hoteleras, con 21 balnearios abiertos, lo que supone una quinta parte de todos cuantos están en funcionamiento en España. Cada año acuden a alguno de los establecimientos de la comunidad más de 150.000 usuarios, de los que la mayoría provienen de las comunidades limítrofes, fundamentalmente Asturias y Castilla y León.

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