Mientras dure la nieve, la ciudad ofrece actividades variadas como carreras de galgos, competiciones de polo, críquet o festivales gastronómicos
Saint Moritz pertenece al cantón de los Grisones y se sitúa en el círculo de Alta Engadina. La cercanía a los centros de esquí más selectos y exclusivos convierte a esta pequeña población en el destino vacacional más exclusivo. Rodeada por su situación en el valle de Engadina los paisajes montañosos que la rodean inspiraron a Thomas Mann su novela “La montaña mágica” y es, sin duda, el entorno lo que le confiere un encanto especial y permite al viajero disfrutar de la calma, si es lo que busca.
Durante la temporada de invierno o mientras dure la nieve la ciudad ofrece actividades tan variadas como se pueda imaginar, desde carreras de galgos a competiciones de polo, críquet o festivales gastronómicos, hasta los tradicionales concursos de salto de esquí o el maratón. Pero, sin duda, Saint Moritz es el lugar perfecto para los aficionados a la nieve, con los mejores equipamientos en cuanto a estaciones de esquí en Europa. El pueblo de Saint Moritz se divide en dos zonas: Dorf, repleta de tiendas y hoteles de lujo, la zona más exclusiva , y Bad, la otra zona un poco más modesta aunque llena igualmente de glamour. Es una visita recomendable para amantes de la montaña.
