LA ENTREVISTA

Vázquez Taín: "El fin de la crisis evidencia la desigualdad"

Miguel Vázquez Taín es el presidente del Consello Galego de Economistas, un colectivo que se acaba de sumar a la iniciativa de que los afectados por las cláusulas suelo puedan reclamar sus derechos.

Dice que forma parte del compromiso social que tiene el colectivo profesional que representa, un empeño que también tiene que ver con la necesidad de proyectar una nueva imagen de los economistas, señalados por su papel en las previsiones sobre la crisis.

¿Qué función adoptará el colegio para aclarar los derechos de devolución de las cláusulas suelo? 

Nosotros suministramos gratis una herramienta a través de la cual la Xunta y el Instituto Galego de Consumo pueden ir un poco más allá en el asesoramiento a los consumidores, que podrá comprobar si el banco le ha respondido y le ha calculado una cantidad y es correcta o le ha asegurado que procede o no la devolución. Y además de suministrarle la herramienta se pueden interpretar las escrituras correspondientes para ver qué información es útil. También vamos a formar a esos intermediarios.

¿Cree que en el asunto de las cláusulas suelo hubo comportamientos abusivos?  

Creo que sí y si se ha llegado a este punto es que ya no solo los tribunales sino también el propio gobierno, los partidos y la banca son conscientes de que ha habido errores y que tienen que corregirlos. 

¿En qué otro tipo de compromisos sociales se quiere reflejar el Colegio de Economistas?  

Como colegio profesional tenemos una primera obligación que es representar a nuestros colegiados, pero en la medida que estamos inmersos en un entorno social, nuestra misión es ir un poco más allá y tratar de echar una mano allí donde hace falta. Elaboramos un barómetro de economía que nos permite testar la evolución y lo ponemos a disposición de las instituciones para que puedan tomar decisiones. Se nos suele pedir información o estudios concretos que facilitamos sin coste alguno. Ese es un compromiso que asumimos todos, colaboramos con las universidades, damos formación abierta a la ciudadanía en temas de interés. En fin, tratamos de ofrecer información en aquellos asuntos en los que estamos inmersos. 

¿A los economistas se les tiene en cuenta socialmente o institucionalmente como interlocutores? 

Todo puede ser mejorable, pero sí que se nos tiene en cuenta a pesar de que con esto de la crisis hemos estado en entredicho. Somos un referente de cara a tomar decisiones en el ámbito económico. Muchas veces desde la propia comunidad autónoma o desde otras entidades se nos consulta, se nos invita a participar o formamos parte de órganos de reflexión o de asesoramiento. Por lo tanto, es cierto que todo es mejorable pero la profesión en sí está bien valorada.  

¿Por qué la crisis ha supuesto una mancha en el expediente de los economistas?  

Creo que ese es un error. Creo que estamos acostumbrados a echar la culpa a alguien y posiblemente cuando hablamos de economía lo fácil es decir que la culpa es de los economistas que no han sabido prever lo que pasaría en el futuro. ¿Qué pasa? Que la economía es una ciencia muy compleja y por lo tanto prever lo que va a pasar en el futuro cuando intervienen miles y miles de decisiones es muy complejo. Yo creo que en este momento esto está solventado y creo que se está volviendo más a las organizaciones profesionales. Está claro que todos reconocen que no se debe incurrir en los errores del pasado. 

Ahora que habla de crisis, ¿se puede decir que está superada? 

Si miramos solo las tasas de crecimiento podemos decir que nos hemos olvidado de la crisis. Sería cosa del pasado si tuviésemos la misma posición que el año 2008. Esa no es la realidad porque tenemos una tasa de paro muy elevada, unas desigualdades muy elevadas y por eso no se puede hablar de crisis superada. Cuando recuperemos posiciones de forma homogénea toda la sociedad entonces hablaremos en pasado.  

O sea, que lo que estamos viendo es una brecha social muy importante. 

Una de las consecuencias, efectivamente, son las desigualdades. El fin de la crisis evidencia la desigualdad. Hubo sectores económicos que apenas han sufrido o la han aprovechado para tomar impulso pero otros han quedado rezagados. Las desigualdades ha sido el elemento más preocupante que nos deja la crisis y donde se debería incidir para poder decir que la crisis ha terminado. 

El barómetro de los economistas dice que la recuperación va muy lenta.  

Va lenta porque si miras las cifras vemos que se va creciendo a un ritmo de casi un 3% pero la recuperación de concentra en sectores muy concretos, no se generaliza. Eso lo vemos también en Galicia, que se recupera en empresas con nombres y apellidos pero aún no llega al conjunto de la actividad económica. 

¿Qué cabe esperar entonces para este 2017?  

Soy bastante optimista, aunque es dificil prever lo que va a pasar en el futuro porque hay muchas variables que pueden incidir. Tenemos elecciones en Europa, tenemos incógnitas con la incidencia que pueda tener el Brexit, hay dudas sobre las políticas de Trump y todo eso hay que analizarlo con perspectiva. Soy optimista porque la recuperación va a trasladarse al conjunto de la sociedad. En todo caso, si no estaremos en las cifras del pasado año, sí relativamente cerca.

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