Rede Apoio es una cooperativa de formación y emprendimiento, nacida en Verín e impulsada por tres jóvenes que ya realizan proyectos en varios países, entre ellos Brasil
Según una organización de Cooperación Internacional, la favela Fortaleza, en Brasil, es la quinta ciudad del mundo con mayor población viviendo de ocupaciones sin ningún tipo de contrato. De los 2.448.920 de habitantes, 396.370 viven en favelas. O sea, el 16,18% de la población total, mayor que la media nacional de Brasil que es del 6%. Esa realidad la han podido testar en octubre pasado los componentes de Rede Apoio, una consultora de formación y emprendimiento que tiene su sede en Verín, pero que ha puesto sus miras en acciones internacionales. En el año 2012 decidieron unir sus fuerzas Daniel Diéguez (35 años), Daniel Blanco (34) y Marcos Rodríguez (34) y crearon una sociedad cooperativa que unió la formación de sus tres socios, dos arquitectos técnicos y el tercero (Daniel Diéguez), licenciado en Administración y Dirección de Empresas.
El desarrollo de programas de formación y de estímulo del emprendimiento fue lo que les llevó a Brasil, toda una experiencia para ellos y un salto cualitativo para Rede Apoio. Explica Daniel Diéguez que su presencia en el país carioca obedece a la implicación en un proyecto social desarrollado por el Insituto Povo do Mar. Su trabajo ha consistido, en síntesis, en potenciar las habilidades de niños y jóvenes con graves deficiencias de integración, sobre todo pensando en su futura capacitación laboral o desarrollo de sus habilidades como emprendedores. Dice Daniel Diéguez que "hemos abordado con ellos juegos de motivación y trabajo en equipo porque en la favela con muy competitivos entre ellos y con problemas para colaborar". Entre sus funciones también ha estado la potenciación de la creatividad , "les hemos explicado como funciona Internet, las redes sociales y cómo se puede desarrollar las capacidades de emprendimiento" en el supuesto que decidiesen montar una actividad empresarial.
Ese mismo concepto les ha llevado también a integrarse en programas en otros países con los que se pretendía sobre todo la integración de los más jóvenes que, en su mayoría, ni estudian ni trabajan. Daniel Diéguez dice que esa "es una de las grandes lacras de la actualidad" y llevan sus proyectos formativos a Portugal e Italia, entre otros países.
Cartera de servicios
Pero más allá de los proyectos internacionaes en los que se han implicado, la base de Rede de Apoio sigue estando en la provincia de Ourense desde donde están desarrollando todas sus iniciativas. Impulsaron su plan empresarial cuando se dieron cuenta que "había una necesidad en Verín y en su entorno" y al ver que la experiencia y la formación de los tres cooperativistas "se complementaba", según explica Diéguez. Ya de puestos a la tarea decidieron combinar la formación con el apoyo a los emprendedores o a empresas ya rodadas. Explica este socio de Rede Apoio que "ayudamos a los emprendedores y también a los que están en dificultades para consolidar su proyecto empresarial". Partiendo de ese propósito despliegan una red formativa y de asesoría en materias como calidad, márketing, redes sociales, entre otros. Como explica Daniel Diéguez, la mayor parte de los servicios "los prestamos nosotros y si el cliente nos pide algo especial buscamos quién le puede dar ese servicio".
Sus clientes están en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas, la Administración y los emprendedores. Y partiendo de Verín, parece lógico que una de las gestiones que hacen esté relacionado con el tejido productivo de la comarca, especialmente hostelería, comercio o sector primario.
De un tiempo a esta parte han proliferado las empresas creadas para tutelar los proyectos empresariales que empiezan y en la mayoría de los casos hay muchas similitudes. Sin embargo, las empresas que comienzan hoy su andadura ya no son las mismas que hace algunos años y la crisis ha tenido parte de culpa. Reconocen en Rede Apoio que "está cambiando el tipo de emprendedor" sobre todo desde el 2008. La proliferación de despidos en muchas empresas ha empujado a muchos afectados a desarrollar proyectos empresariales por su cuenta, en algún caso no suficientemente cimentados. Explica Diéguez que "hace unos años el emprendedor tenía clara la idea, era como una especie de sueño que perseguía y hoy la gente se decide a emprender porque no tiene otra opción". Precisamente por esta cuestión cree que "este tipo de gente no tiene tan buenas ideas, de ahí que necesite a un conjunto de personas detrás para encauzarlas".
