FORO LA REGIÓN

“Con el vino descubrí una vida nueva y feliz”

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photo_camera Ana Sánchez.

Ana Sánchez, licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Alcalá de Henares, con una extensa formación en finanzas y asesoramiento. Sherrywomen y apasionada del vino y de la tierra. Compartirá conferencia con Joaquín Gálvez en el Foro La Región en la localidad lucense de Pantón.

Sherrywomen, lo que vendría a ser mujer amante del vino, ¿no?

Pertenezco a una asociación de mujeres a las que nos encanta el vino de Jerez. Va ya para seis años, somos casi un centenar y nos dedicamos a ser embajadoras por el mundo.

Un día decidió dar un giro a su vida...

Soy licenciada en Económicas y Empresariales y durante 20 años estuve trabajando en la banca comercial. Estaba aburrida, la verdad. Lo dejé.

Creó entonces la empresa Entre Cepas Enoturismo...

Fue algo muy romántico. Mi hermana Mar acababa de licenciarse en Turismo y decidió marchar a Francia a hacer las prácticas. Cayó en un viñedo y se enamoró del mundo del vino, todo muy hedonista. Ahí empezó todo, esta aventura. Va ya para seis años. Es curioso, antes de fundar la empresa ni siquiera bebía vino.

¿Marcha bien?

Sí. Tenemos tres líneas de negocio. Una es el Enoturismo, la intermediación entre las bodegas y los alojamientos. Hacemos programas y ayudamos a comercializar. Luego está la formación para profesionales. Y una tercera pata sería la cata unida a la gastronomía, que básicamente lo hacemos en Madrid. Nos reunimos y lo pasamos muy bien. Es bueno desmitificar el mundo del vino, durante mucho tiempo todos lo vimos como un coto cerrado, parecía que sólo podía hablar el verdaderamente entendido. Eso ya pasó, es bueno abrirlo a la gente.

¿Qué le dice la palabra vino?

Me dice un millón de historias, me dice que hay mucha gente detrás produciéndolo. Lo que más me gusta, con lo que realmente me quedo, es con el esfuerzo que hay detrás de cada botella de vino.

Sobra decir que acertó cuando se echó la manta a la cabeza...

Me siento muy feliz con la decisión que tomé. Con el mundo del vino descubrí una nueva vida, una vida feliz. He tenido que elegir dos veces qué rumbo tomar, la primera fue cuando decidí ser madre soltera, lo decidí voluntariamente; la segunda cuando tuve claro que debía dejarlo todo para hacer algo que merecía muy mucho la pena, para hacer algo a lo que había que meterle mucha pasión. 

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