FORO LA REGIÓN

Crespo: “La felicidad de la redacción es la prueba del 9 de la libertad de prensa”

photo_camera Santiago Gómez-Randulfe, Alfonso Sobrado Palomares y Pedro Crespo de Lara, durante su intervención en el Centro Cultural Marcos Valcárcel, dentro de Foro La Región.

El fundador de la Asociación de Editores repasó la evolución de la libertad de prensa, desde la censura a la transición

El exsecretario general y fundador de la Asociación de Editores de Diarios Españoles -hoy Asociación de Medios de Información-, Pedro Crespo, realizó ayer un pormenorizado repaso a la historia de la lucha por la libertad de prensa, desde la censura hasta la transición, en el Centro Cultural Marcos Valcárcel, dentro de Foro La

Región.El escritor y periodista Alfonso Sobrado Palomares presentó al ponente como "un personaje polifacético, un hombre del Renacimiento por su curiosidad por el saber". Destacó que fue "un maestro de la costura" porque limó las diferencias entre los editores de la época con la fundación de la Asociación de Editores Españoles.para defender, entre otras cosas, "la libertad de expresión".  Y subrayó el relevante papel que Pedro Crespo tuvo en la modificación del artículo segundo de la Ley de Prensa del 66, que coartaba "la libertad de prensa defendida en artículo primero".

Pedro Crespo retomó el testigo de Palomares recordando "al actor Arturo Fernández, que siempre decía que ‘cuando alguien hable bien de ti... nunca le pares", provocando la primera sonrisa del público asistente.


Añadió su satisfacción por estar "en esta mi casa, La Región, con mi amigo José Luis Outeiriño (presidente de honor de La Región), amigo de tantos años y afanes periodísticos"


En el arranque de su charla recordó que en los años 60, cuando entró a trabajar en prensa y en una reunión en la que participó Emilio Romero, "propietario de Pueblo, que quería hace sucursales en toda España, oí por primera vez el verbo sobrio, con inconfundible acento ourensano, de José Luis Outeiriño. Al día siguiente escribió un artículo en La Región que fue recogido por casi todos los periódicos españoles; aquella batalla se ganó".

Deteniéndose en la época de la Ley Fraga, recordó que aquellos periódicos no tenían libertades como la de adquirir papel o dar otras noticias internacionales que no partieran de EFE. Con la aparición de la Asociación de Editores Españoles "nos integramos en la Asociación Internacional de Editores, radicada en París" y se puso en su sitio a director, editor y periodista, "figuras distorsionadas por un largo  servicio a la Dictadura". El editor tiene por función "vigilar las funciones correctas del Estado; el director debe hacer el periódico y la ley del 38 los había convertido en comisarios políticos y a los periodistas en apóstoles del Régimen". Con la Constitución de 1978, "los periódicos alcanzaron  una libertad que los equiparó a sus homólogos europeos".

De cara al futuro inmediato, Crespo remató señalando que "la felicidad de las redacciones es la prueba del nueve de la libertad de prensa", en alusión directa a la responsabilidad con la profesión. Añadió otro componente, "la educación, que es la base de toda libertad".

El ponente remató con una reflexión que Juan de Mairena planteaba a sus alumnos: "De qué nos sirve la libertad de expresar un pensamiento esclavo".


“La ley de Franco controlaba todo en la prensa"


 La ley de prensa de la postguerra contemplaba, según  Crespo,  "un sistema de consignas que controlaba todo en la prensa", por ejemplo, que había que obviar "el regalo de un coche a Franco por parte de Hitler".  Consignas de este tipo se repartían por las direcciones de la prensa escrita con sobre sellado y marcaban las directrices de una prensa que no podía desvincularse ni un milímetro de los dictados del Régimen.

"Sonadas fueron las destituciones de algunos directores, como la de Cosío en el Norte de Castilla" y algunas designaciones, según recordó Crespo,como la de Losada al frente de ABC, "que conllevó una cuarteta que recordaba que Losada no dirigía nada", que era Luca de Tena quien, en la sombra, controlaba el diario.  Y junto a estas medidas, los textos de obligada publicación.

Al cesar Arias Salgado como ministro de Información, le sucedió "la primavera de Fraga y Pio Cabanillas, al que el primero encargó la Ley de imprenta del año 1966", que eliminó la censura previa, "pero limitaba la libertad de prensa a través del segundo artículo del texto", señaló Crespo.

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