El Foro La Región reúne en el Principal a la generación dorada del CDO y a voces autorizadas que narraron aquella gesta de las 30 victorias
El Clube Deportivo Ourense de la temporada 67-68 jugó ayer el último partido en el recuerdo de los asistentes al Foro La Región, mientras Pepe Carballeda, Miguel Ángel, Francisco Delgado 'Melo', Alfredo Relaño, Mario Guede y Ricardo Seguín iban pulsando las teclas de la nostalgia. La ausencia de Ufarte fue solo una anécdota.
Las cosas buenas se recitan de memoria. Por eso, los mayores, que ya habían cantado la alineación de aquel CDO-Roca, Varela, Astigarraga, Lozano y Paredes, Ángel, Pito, Lolín, Cortés, Seara, Carballeda, Pataco y Tunes- iban señalando con el dedo a aquellos ídolos que ahora se pasaban la mano por el hombro, sentados en las butacas del Teatro Principal.
El fútbol que jugaba el CDO se hacía "sin cesión al portero, sin cambios y sin televisión", puso en contexto Relaño, director del diario AS: "Aquel equipo le dio un grado de conocimiento extra a Ourense". Las 30 victorias en 30 partidos hicieron que toda España girara la mirada hacía una provincia, embobada con los 38 goles de Carballeda y la magia de Pataco.
"La proeza me cogió en Castellón", narró Miguel Ángel, ángel de la guarda 18 años de la portería del Madrid, mientras se lamentaba de que"ya nadie se siente identificado con ningún equipo de Ourense". Porque el fútbol ha cambiado, aunque Mario Guede trató de aliviar un poco la sensación de que en O Couto aquellas tardes no volverán: "Antes la asistencia al fútbol era sagrada, ibas con o sin entrada, y ellos (los jugadores) eran nuestros ídolos porque jugaban en el equipo local". El actual concejal de Deportes viajó con una marea rojilla a Compostela para ver el último partido que el CDO tenía que ganar para entrar en la historia: "la ciudad estaba llena de camisetas del Ourense".
Carballeda era el estilete del equipo de Fernando Bouso: "¿Cómo se conseguía meter tantos goles? Había que meterlos ahí dentro y ya está". El Principal estalló tres veces de la risa con la locuacidad del delantero: una estrella local del equipo de todos. "Sin ellos no hubiese sido el máximo goleador", agradeció a sus compañeros, "el último recurso siempre eras tú, me decían". Los homenajes se reservaron para Pataco y para Cortés. 'Melo', jugador del Atlético de Madrid con Aragonés y Ufarte, halagó al primero por ser "una persona excepcional, no había nadie que te hablara mal de él" dentro de un "futbolista igual de increíble. Luís Aragonés decía que Pataco nos pegaba cada recital". Alfredo Relaño recibió una llamada de Juanito, ex del Dépor, solo para que dijera en el Foro La Región que Cortés había sido la mejor persona que había conocido en su vida.
Algunos de aquellos futbolistas dejaron el CDO para empresas futbolísticas de más caché, pero menos arraigo. Miguel Ángel lo sentenció:"por mucho que aparezca otro club, ninguno va a heredar todo aquello".
La conexión entre la grada y el equipo y la dirección eran todo el color con el que Ourense podía pintar sus tardes grises. El triángolo entre la plantilla, el presidente Florencio Álvarez y el entrenador, Fernando Bouso, era equilátero.
El fútbol era la única vía de escape para la ciudad y un saliente en el deporte que la prensa nacional no dudó en sacar partido. Fueron treinta victorias. Un año después, un ascenso a la división de Plata. "No volverán a aplaudir a un equipo como nos aplaudieron a nosotros", concluyó Carballeda antes de que se cerrara el telón del Principal. Pero la audiencia del teatro se esforzó y brindó a las leyendas del fútbol ourensano un calor como el que recibían antaño en O Couto. Un aplauso cerrado que regresa del año 1968, cuando el CDO se limpiaba el barro de Santa Isabel porque había que pisar la moqueta de la historia.
Pepe Carballeda: "No hubiese sido nada sin mis compañeros"
El delantero del Clube Deportivo Ourense de aquel año mágico tuvo palabras de cariño para Miguel Ángel. Juntos escribieron para la provincia letras de oro en los libros de fútbol: "Él me decía que no respetaba a los porteros. A mí me daba igual, llegaba a lo portería y chutaba, daba igual donde si haía portero o no. Batirlo a él era muy grande, y alguno le marqué", afirmó con sorna.
Carballeda hizo olla común de sus éxito con sus compañeros de equipo: "Sin ellos no sería máximo goleador". Fue, sin duda, el que más complicidad despertó durante la tarde. "Unha vez, nun partido, deixáronme KO", y el Principal se volvía a reír. Suya fue la frase del Foro, con el orgullo de lo que fueron capaces de hacer ""No volverán a aplaudir a un equipo como nos aplaudieron a nosotros".
Miguel Ángel González: "Tuve suerte, pero también hay que ir a buscarla"
Miguel Ángel habló con el mismo temple que mostró durante casi dos décadas bajo los palos del Bernabeu. Allí llegó tras haberse equivocado consigo mismo: "Pensé que me iba a fichar el Celta". Tras jugar en el fútbol provincial le llegó la oportunidad de llegar a Concha Espina: "Tuve suerte pero la suerte también hay que buscársela".
"Pasé dos años entrenando con Soria en Ourense y me encantó, hubo una unión muy grande", recordó el exportero a uno de sus mentores. Su trayectoria le permite hasta apuntillar la teoría del guardamenta contemporáneo: "No me gusta decirlo públicamente, pero no entiendo la moda del rechace. Soy un enamorado de la técnica y no comprendo cómo un meta puede golpear con los puños un balón que puede agarrar", que tomen nota las promesas.
Alfredo Relaño: "La Tercera tenía entonces mucha importancia"
Un catedrático del fútbol que, por momentos, embelesó a la audiencia del Principal. Contó con sumo detalle qué significaba el fútbol sin la televisión, en campos "donde se iba sin paraguas y estaba prohibido cedérsela al portero".
El director de As relató que, entonces, "la Tercera tenía mucha importancia, se jugaban los partidos aún en 4-2-4". Habló de Miguel Ángel como el puente entre Iríbar y Arconada, de su competencia con García Remón en el Madrid y del "comportamiento intachable" que tenía mientras militó en el club blanco.
Relaño publicó la historia de "las treinta" del CDO en libros y en sus columnas en prensa. Su interés por el fútbol en blanco y negro lo llevó a rechazar la invitación de otro diario a acudir a una gala: "Estoy mucho mejor aquí".
Mario Guede: "Los jugadores locales eran nuestros ídolos"
El edil de Deportes del Concello utilizó sus conocimientos técnicos sobre el fútbol y su experiencia en el antiguo Ourense para desenmarañar aquel fenómeno de masas en los años 60, cuando los "campos estaban mucho peor de lo que están hoy". "No había muchos equipos federados donde jugar, si acaso en las capitales de comarca y alguno en la ciudad. Sin embargo, la asistencia al fútbol era sagrada, los jugadores locales eran nuestros ídolos por eso seguimos aquella campaña con muchísimo interés", ahondó el responsable del área deportiva del gobierno local.
Guede señaló la forma en que había cambiado el deporte, con el ejemplo de las pretemporadas: "Antes se tardaba 15 días en poner a punto a un jugador después del verano, ahora llegan de las vacaciones ya disponibles".
Francisco Delgado: "Ahora el fútbol se juega con más intensidad"
Melo' compartió vestuario en el Atlético de Madrid con algunas de las vacas sagradas del fútbol español, en aquel equipo que ganó una Intercontinental.
Él fue el encargado de perfilar el estilo de Pataco: "Era un futbolista increíble. Tuvo lesiones y es verdad que encontró una gran competencia en su puesto, pero Luís Aragonés nos decía que nos pegaba cada recital". Como persona, un ser "excepcional, no conozco a nadie que hablara mal de él. Aunaba a todos", afirmó.
Hoy, ya no es lo de antes: "El fútbol ahora se juega con más intensidad. Ahora se ha puesto más difícil para los jugadores. Un futbolista necesita mucha técnica para sortear ciertos lances del juego, porque se han achicado los espacios". El deporte se juega con "más velocidad", apuntó el exfutbolista.
