ENTREVISTA

Xosé Miguel Alonso: “Río de Janeiro adoraba a este emigrante que se codeó con la élite"

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photo_camera El periodista Xosé Miguel Alonso Bóo.

Autor del libro “Manuel Rieiro: Cómo conquisté Brasil”. Narra cómo este  emigrante de Santa Comba llegó a Río de Janeiro con 17 años, y fundó el restaurante "Antonio's".

El escritor y periodista, actualmente jefe del gabinete de prensa de la Consellería de Educación, Xosé Miguel Alonso Boó, abordará esta tarde, a las 20,15 horas en el Centro Cultural Marcos Valcárcel dentro del Foro La Región, la historia de Manolo de Buxán que recoge en su libro “Manuel Rieiro: Cómo conquisté Brasil”. Narra cómo este  emigrante de Santa Comba llegó a Río de Janeiro con 17 años, y fundó el restaurante "Antonio's".

¿Por qué decide contar esta historia?
La historia me viene dada cuando conozco a Manuel hace 30 años en Santiago y me cuenta cosas que en aquel momento me impresionan. Me narra cómo había ido a Brasil desde su aldea sin estudios, con una mano delante y otra detrás. Me cuenta sus andanzas y cómo la suerte le acompañó desde el primer momento. Entonces, convertí la historia en un pequeño reportaje. Seguimos en contacto y las cosas que me iba contando eran realmente increíbles, literalmente. Recordaba, con la humildad que le caracteriza, cosas como "cuando estuvieron los hombre que fueron a la luna", o "no le dí de cenar a Frank Sinatra porque no tenía reserva". Hace unos años me pidió que le escribiera sus memorias. Le pedí que me aportara documentos, pruebas, cartas, fotos. Me lo trajo todo, me empapé con libros brasileños que hablan de él y ahí me animé contar la historia de este hombre excepcional.

¿Hizo las Américas o se trata de mucho más que eso?
Es un personaje curioso, porque no es el típico que iba a hacer las Américas, entendiendo por ello alguien que va y vuelve con una gran fortuna. No es una persona que haya ido a hacerla, ni tiene un imperio. Lo que sí consiguió fue, con un negocio de 13 mesas, no sólo hacer una pequeña fortuna, sino que durante tres décadas se reuniera en su restaurante la élite de la sociedad brasileña. Presidentes de la República, ministros, y además era el templo de la intelectualidad carioca. Consiguió también que su restaurante fuera referencia en Río y, al mismo tiempo, que se convirtiera en el refugio de los opositores a la dictadura militar. 

Cuando profundiza en el encargo, ¿qué es lo que más le sorprendió?
Que una persona que había ido de aquí, de Galicia, analfabeto, sin ningún tipo de conocimientos especiales, consiguiera, a partir de los 24 años, y durante tres décadas, algo tan importante. Logró por su forma de ser, que ahí debe estar el secreto bien guardado, que una sociedad como la brasileña le adore y le rindiera homenaje. Todo eso es algo que me sorprendió. Que alguien de extracción humilde fuera capaz de codearse con gente como Neruda o Nélida Piñón, por ejemplo.

¿Cuál fue la impresión del protagonista al ver el libro?
Está muy emocionado y estará hoy conmigo en Ourense. Manuel tuvo, desde el primer momento, acceso a las primeras copias. Creo que se sentía, esa es mi impresión, profundamente agradecido, aunque no me lo ha dicho, porque sentía que la gente no daba mucho crédito a lo que decía y necesitaba esta reivindicación, que socialmente se le reconociera. Para eso necesitaba de un cooperador necesario, de alguien que tuviera una cierta reputación, para hacer creíble su realidad. Ví como se derrumbaba, en el sentido de la emoción, sintiendo que por fin recibía el aplauso de la gente. Muchos empresarios que fueron a Río hicieron dinero con algunos negocios un tanto oscuros, algo que no fue su caso.

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