La odisea del grupo que partió desde el aeropuerto del Prat a Peinador para llegar en bus 11 horas más tarde de lo previsto a su destino y tras pasar antes por Santander
Los casi 150 pasajeros que partieron el miércoles a la 14 horas desde Barcelona con destino a Vigo, un vuelo de 120 minutos de duración, no podían imaginar que acabarían pasando 13 horas para alcanzar su destino en Peinador, a las tres de la madrugada. Todo ello tras un paso sorprendente por el aeropuerto de Santander, desde donde fueron trasladados en tres autobuses hasta la terminal viguesa "y sin que nos dieran ni un bocadillo", explicaba ayer uno de los involuntarios protagonistas de un curioso vuelo de la empresa Ryanair. Los pasajeros salieron a las 14,15 de El Prat con la idea de aterrizar dos horas después. Pero nada salió bien. Así lo cuenta: "Al llegar a Peinador el piloto hizo un primer intento de aterrizaje pero remontó y nos explicó en inglés, que traducía el sobrecargo, que por condiciones climatológicas no podía aterrizar, había niebla y viento, y que en cinco minutos lo intentábamos de nuevo, así que sobrevolamos 5 minutos el aeropuerto".
Cuando hizo el primer intento avisó que si no era posible, irían a Santander: "Nos quedamos mirando, y pensamos que quiso decir Santiago. Pero lo volvió a intentar y ya nos dijo que íbamos a Santander, que tardaríamos 40 minutos más y ya allí nos informarían del traslado, en tren o bus. Dijo que no era posible en Santiago o en Oporto", cuenta. La causa estaría en el mal tiempo cerca y en que Ryanair sólo aterriza donde opera. "Serían las seis cuando llegamos a Santander y nos dicen que en media hora salíamos en bus, pero no había nadie de Ryanair, sólo de AENA. Salimos a las siete de la tarde en tres autobuses, y en ningún momento nos dijeron si teníamos un vale de comida, así que compramos agua, recogimos los equipajes y nos avisaron que en tres horas paramos en Cudillero para cenar".
En ningún momento los pasajeros recibieron vales de comida "ni una botella de agua", de la aerolínea "bajo coste". Finalmente, hacia Vigo, para llegar a Peinador a las tres de la mañana. Once horas de viaje. "A las 13,30 embarcamos en Barcelona y a las 3 en Vigo, terrible". Los pasajeros mantuvieron la calma y sólo se sorprendieron de que el avión de las cuatro de la tarde de Air Europa sí aterrizó, aunque la decisión siempre es del piloto. "En Asturias no opera Ryanair, pero casi era mejor haber ido a Madrid", explica el pasajero, quien indicó que el comentario era que no se atrevió a aterrizar. "Fue agotador y larguísimo, pero nadie se puso nervioso ni hubo salidas de tono". Su billete fue de 123 euros ida y vuelta. Y en la ida ya tuvo dos horas de retraso.
