TERRORISMO

El acusado por el atentado de Baralla, a disposición judicial

photo_camera Agentes de la Guardia Civil, durante la operación en la que fue detenido Raúl Agulleiro en Santiago (VICENTE PERNÍA)

Otros tres terroristas de Resistencia Galega serán juzgados por una explosión en Vigo

El miembro del grupo terrorista Resistencia Galega Raúl Agulleiro Cartoy, detenido como presunto autor del atentado contra el Ayuntamiento de Baralla (Lugo) que tuvo lugar el pasado miércoles, pasará hoy a disposición judicial en la Aduiencia Nacional. La Guardia Civil detuvo el viernes en su domicilio de Santiago de Compostela a Agulleiro Cartoy como presunto autor del atentado perpetrado el miércoles contra la casa consistorial, que ocasionó números daños materiales en la sede del municipio lucense y en sus inmediaciones.

Raúl Agulleiro, nacido en 1990 en Barreiros (Lugo) y con domicilio en Santiago de Compostela, forma parte, según el Ministerio del Interior, del sector más radical del movimiento independentista gallego. Ya había sido detenido en dos ocasiones anteriores por delito de daños y atentado contra agente de la autoridad, ambas dentro de su actividad radical con el grupo independentista, añaden las fuentes. La operación la dirigió el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional.



ATENTADO EN VIGO

Paralelamente, la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará mañana, día 7, a tres presuntos miembros de Resistencia Galega acusados de la colocación de dos artefactos explosivos en unas antenas de radio, telefonía y televisión situadas en el Monte Sampaio de Vigo (Pontevedra) en el año 2012. urxo Rodríguez, Hector José Naya y Diego Santín se enfrentan a una petición fiscal de 17 años de prisión por integración en terrorista y colocación de artefactos explosivos.

Según la Fiscalía, Hector José Naya se desplazó el 3 de agosto de 2012 a las instalaciones en el vehículo de otro de los procesados, Diego Santín, y colocó las bombas bajo una torre de telefonía móvil y bajo una antena de radio. Los artefactos no explotaron por lo que los acusados fabricaron otros dos dispositivos y los colocaron un día después junto a los que ya se encontraban allí. Estos últimos sí funcionaron y deflagraron provocando desperfectos por importe de 11.197 euros. Además, el fiscal afirma que Santín "adquirió material pirotécnico, gasolina y mecha de chisquero".

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