El octogenario que ayer accedió a un banco con un cuchillo quería que la entidad le arreglara el problema con el seguro. El director de la sucursal acabó herido al intentar desarmarle
La desesperación de un vigués de 82 años pudo acabar ayer en tragedia. El hombre, con un problema de humedad en su piso y que no conseguía que el seguro contratado se lo arreglara (se lo tenía que arreglar el de la comunidad del edificio), acudía sobre las 9,30 horas a la sucursal de Abanca situada en el número 10 de la plaza Eugenio Fadrique.
Armado con un cuchillo, entró en el despacho del director y allí inició una discusión que acabó en forcejeo. El octogenario exigió al responsable de la oficina que arreglara su problema, puesto que él pagaba el seguro religiosamente, bajo amenaza de autolesionarse con el cuchillo, con el que llegó a realizarse cortes en el abdomen.
El director trató de desarmarle agarrando el cuchillo por la hoja lo que le causó un corte profundo en el dedo índice de la mano izquierda del que se recupera. Mientras, un viandante que vio desde fuera el forcejeo y, creyendo que se trataba de un atraco, dio aviso a una patrulla de los GOA (Grupo Operativo de Apoyo) de la Policía Local que en ese momento circulaba por la calle Coruña. En un primer momento, la Policía activó el protocolo de atracos si bien al llegar a la sucursal, fue una empleada la que informó de que lo estaba pasando. Fuentes municipales explicaron que la mujer aseguró que había un cliente en el despacho con un cuchillo y que amenazaba con autolesionarse.
En el interior se encontraban el director, el subdirector y el octogenario que en ese momento tenía el cuchillo junto a su cuello. Los agentes pudieron reducirlo sin problemas y dieron aviso a dos ambulancias del 061 que trasladaron al director con las lesiones en una mano y al propio cliente, con diversos cortes superficiales en cuello y abdomen, a un centro sanitario.n
