VIGO

El asesino de su exmujer en Coruxo pide anular el proceso

El acusado durante el juicio.
photo_camera El acusado durante el juicio

Considera que no se tuvo en cuenta si el cuchillo tenía las huellas de la víctima

Francisco Rafael Álvarez Martínez, condenado a 14 años de prisión por matar a su exmujer en la parroquia viguesa de Coruxo, en 2011, ha reclamado la nulidad del proceso o, subsidiariamente, que se consideren los hechos un homicidio imprudente, durante la vista de apelación celebrada ayer martes en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). 

En abril de 2014, la Audiencia Provincial de Pontevedra le condenó a prisión por un homicidio en el que se le aplicaron las agravantes de parentesco y abuso de superioridad, así como el atenuante de confesión. 

En el fallo, se consideró probado que, en la mañana del 11 de octubre de 2011, entró por la puerta de atrás de la vivienda de su exmujer y, sin que ésta tuviese posibilidad de defenderse, le clavó un cuchillo en el cuello. Horas después, confesó lo ocurrido ante la Policía. En la vista de apelación, su abogado ha pedido la nulidad del proceso o la rebaja de la condena por entender que, entre otras cuestiones, debía haberse admitido la prueba que solicitó, hasta en cuatro ocasiones, en relación al mango del cuchillo por si pudiese tener huellas de la víctima. 

El forcejeo

Así, no descartó que ésta hubiese agarrado el cuchillo durante un forcejeo, rechazando con este argumento la tesis que, por el contrario, mantienen la Fiscalía y la acusación particular, de que existió abuso de superioridad. 

De hecho, en la vista, la abogada que representa a la familia de la fallecida pidió que los hechos sean considerados como un asesinato, lo que le elevaría la pena, junto al allanamiento de morada, a 18 años y 6 meses, según la letrada. 

La defensa expuso que fue la víctima quien lo atacó

La defensa solicita la absolución al considerar que se trata de un homicidio por imprudencia, pues "fue la víctima quien lo atacó y provocó el forcejeo", por lo que ha opinado que es improcedente la "aplicación de agravante de abuso de superioridad".

En su opinión, es la víctima la que introdujo el cuchillo en aquella escena y por eso se solicitó "hasta en cuatro ocasiones" un análisis del mango para comprobar la existencia de huellas, aunque no se realizó.

Recordó que el acusado manifestó en su momento que "nunca" tuvo la intención "de acabar con su vida", por eso habló con la Policía poco después para explicar todo lo sucedido.

El autor confeso está condenado por un delito de allanamiento de morada en concurso con un delito de homicidio a catorce años prisión, además de la prohibición de acercarse a la familia y de acudir a Vigo durante un año más que el de la pena. 

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