Jesús Almuíña entregó a Ángel Rodal el diploma de oro de arenales libres de humo
Baiona afronta la entrada del verano con sus arenales libres de humo y por segundo año consecutivo recibe el reconocimiento de que en sus playas no se fuma. El conselleiro de Sanidade de la Xunta, Jesús Vázquez Almuíña, y promotor de esta iniciativa en 2012 hizo entrega del galardón de oro a alcalde Ángel Rodal en un acto al que acudieron representantes de la Administración autonómica, miembros del gobierno local y de varias asociaciones.
El lugar elegido para llevar a cabo dicha entrega no fue otro que el arenal de A Concheira, un punto clave en el que la tradicionalidad dice que sus aguas tienen propiedades terapéuticas en parte por la cantidad de algas que posee, y así lo corroboran varios estudios realizados. Este enclave inició hace más de un siglo la modalidad del turismo sanitario en familia, en la que los visitantes tomaban sus aguas debido a las propiedades beneficiosas para el organismo, y fue aquí donde se creó el primer balneario natural de la villa. “Una playa libre de humo, medicinal y buena para la salud, tanto para los que fuman como para los que lo hacen de manera indirecta”, matizó Rodal.
Almuíña por su parte recordó que la iniciativa impulsada hace seis años fue por convencimiento y motivada por la decisión en esta línea del alcalde de Nueva York. Consciente por su vocación a la medicina, y no muy seguro de la acogida de una iniciativa que por aquel entonces era pionera a nivel nacional, decidió prohibir esta práctica en las playas de Ribeira y Frades; para su sorpresa la medida fue vista con buenos ojos. A través de campañas informativas consiguió que gran parte de los bañistas la acatasen sin necesidad tomar medidas impositivas ni sancionadoras. Hoy en día y después de la introducción paulatina del resto de arenales se podría decir que la aceptación es total.
No es algo nuevo que el hecho de fumar sea perjudicial tanto para el que lo hace como para los que lo rodean pero es que además plantea un problema añadido, las colillas en la arena. No son biodegradables y resultan muy contaminantes ya que al entrar en contacto con el agua, los restos químicos retenidos en el filtro se disuelven en ella afectando al ecosistema marino, con lo que inició conjuntamente un plan de concienciación en el que se entregaban folletos explicativos y ceniceros portátiles, su estrategia funcionó. Baiona puede decir con orgullo que fue el primer municipio de España en promocionar esta práctica y hoy en día son más de 70 playas en toda Galicia las que lo secundan. En 2012 fueron Frades y Ribeira, en 2014 se sumaron A Ladeira, Concheira y Barbeira hasta que el año pasado Santa Marta completó el cupo.
